Karina Lerman

Fuego Real

 

 

 

 

Fuego Real

(Extracto)

 

 

Poemas de Fuego Real
Publicado en noviembre de 2024 por A Capella
Ediciones. Edición digital.

 

 

 

 

lleva el quejido clavado en su garganta

la expatriada aNNa

 

partículas de aire impuro

inhala

junto a su tienda de baratijas

 

y sin tierra

exhala improperios

casi difunta

¡las aNNas son la peste!

boca de labios flojos       

costura que se deshace

 

la expatriada aNNa

vocifera lo que se pega a su lengua de pobre

fuera del edén la siguen sus gurises

bolsas de nylon, latas y perros

¡vieja loca! le gritan

y ella responde: me he tragado un volcán

y bailo sin techo ni abrigos

en un fuego más real

mar adentro naufrago las orillas

 

 

*

  

 

¿Soy yo esta tarde en las pruebas del vivir? Veo al cuerpo gastado de los sueños, todas las

verdades ante mí; la poca sustancia entre los dedos de quien devora la segunda piel por

inanición. En la palma de mi mano releo: el aire es de vidrio y está a punto de quebrarse.

Tarde. Yo. A destiempo. Es la hora del sumario en las noches con urgencia. No hay que

dejarse atrapar. No dejes las manos sin pedir, te digo.

 

 

*

 

 

deambulaba bajo los techos

sin anidar

unas gotas de lluvia

le acercaban la letra estancada

y se le oía ¿dónde estás?

¿has comido, había…

 

…humedad en el aire?

tenía el pelo tan lábil    ella

sabía que la palabra perro

no era mordedura

y la noche la regresaba

entre los restos siempre más fríos

ahí no hay nada

ni cama ni moneda ni yo

pedazos de un fuego real

marcan las calles

 

alguien se había devorado todo

y la vieja

atada a su falta

 divagaba

 

y repetía

 

 

*

 

 

Veo al cuerpo relamer un poco de tierra ámbar y el arco de la luz: una llamarada casi intacta.

La muda sustancia en los suburbios. No habías perdido, dije, tampoco la ilación de ser yo vos

nosotros; sobre la palma de la mano la epopeya de la vida. Como si corresponder con el tacto

a la propia voz fuera acaso invocarse: santa mujer de piel vencida en la tarde por instinto.

 

 

*

 

 

descanse mija el tiempo no espera a nadie

por la mañana deberá fregar su cara

y palpar la verdad del día

 

a menudo somos

un cuerpo que arrecia entre las sobras

fronda mordida por el frío

la precariedad descolgada

de un azul a medianoche

y si acaso estar en gracia

fue aquel sitio de la niñez

con sus caprichos

 

en cambio ahora una bala cuarteada

es un acordeón abierto en mi cabeza

y la luz

vence por completo

a los objetos

en el preciso lugar de las manos vacías

como si afinara la desgracia sobre la piel

   con su pico corvo

 

esta será ya lo veo tu última imagen

me digo

y no sé por dónde rodearla

una y mil veces

se dirá

y para el caso es lo mismo

 

 

*

 

 

Y al escarbar las uñas en la espera, mordido del mendrugo, un festín de palabras junto al

basural. Ahora la piel tiene el olor de tu cuero cabelludo. Tarde. Yo. Ya no temo a lo

definitivo. Y hay un árbol que le da la intención al viento de agitar a la mente para desgajar

las azucenas como jirones de fuego. Azucena de río hacia el vado para alivianarse ¿cuál

conteo será el más franco por la mañana?

En pie de guerra todo, menos yo. Aunque te diga: todo es un objeto impar en este asfalto. Y

un hambre jamás será igual a otro.

 

Karina Lerman Poeta, psicoanalista (UBA), maestra de idioma hebreo y docente universitaria. Magíster en escritura creativa (Untref). Artista visual. Edi ... LEER MÁS DEL AUTOR