
Cada ausencia se enmarca dentro de un repertorio de circunstancias que determinan el modo de lamentarla y de lidiar con el duelo. Supongo que esta es mi manera de hacerlo. Guillermo Sucre, con su obra y su labor docente nos cambió como sujetos y nos enseñó la expansión, el discernimiento y la libertad donde quiera que estuviese: en el aula, eventos profesionales, en diálogos personales, como mentor, como crítico o como amigo.