Ghassan Al-Khunaizi

El sentido puesto a prueba

 

El sentido puesto a prueba / «اختبار الحاسة».  Reino de Bahrein: Masaa Publishing, 2014.

 

(Poemas seleccionados y traducidos del árabe al castellano por Khédija Gadhoum)

 

 

 

1. Entropía

Es la energía del vacío
hacia donde estiramos nuestras manos
a través de las ventanas, de ahí vino:
no como brisas azules,
o ráfagas con sabor a polvo
sino como vorágines fantasmales
que acuñan al niño, al joven y al anciano que llevamos dentro
al compás de los tambores y las panderetas.

Una vez que estiramos nuestras manos
en repliegue se retiraban los velos
de cada mano,
dejando pasar un revuelo de aire entre los dedos
como si fuera viento entre las velas.

Manos que navegaban en las cercanías
tras las huellas minúsculas de las criaturas
de la materia prima.
Esas son matemáticas y física de la vida:
la energía del vacío.

¡Entropía!
te llamo, energía del caos,
¡energía de la dispersión!

Las manos que se extienden,
hacia las terrazas, los vestíbulos y
otros tantos agravios de construcción,
hacia la energía que cae en picada como un ave de rapiña,
un halcón que, con sus garras tierra toma,
después de acechar a sus presas.

 

 

 

2. En pocas palabras

Que la morada de todas las nubes esté a la altura
de una nube,
cuanto más altos tengan sus talones, hija de más fortuna será
de lo contrario, puro relleno de palabras resultará el canto.

 

 

 

En pocas palabras

Con la mirada vuelta hacia atrás y
a modo de despedirse de su propia imagen
el hombre levanta la mano,
como si agitara adiós a la persona que fue
o, como si saludara su reflexión que llevaría adonde fuera.

El hombre,
es la mano que se levanta y se agita.

 

 

 

En pocas palabras

Seguimos llevando las mismas prendas
hasta desenhebrar uno por uno los hilos
entre las riberas de la prenda
y el espejo de los azulejos que tanto lustramos
con nuestros abrazos
con nuestro humo abreviado en cada exhalación
que se esfuma cada vez que abrimos las ventanas
en busca de aire.

En las prendas desprendemos nuestros recuerdos
y de nuestra pálida amnesia nos despedimos.

 

 

 

3. El sentido puesto a prueba

La belleza
se asienta en la lejanía de los espacios
que nos han visitado y acompañado
durante nuestro éxtasis, nuestro canto y
la insoportable rigidez de nuestro cuerpo:
la mano que conozco
la cintura que yo soy
el llanto cuando vacilan los destinos
entre el sueño ligero – el despertar carente
y entre el extravío despierto aún estando.

La cercanía resulta ajena
como si el cuerpo volara un tanto
como si el desconcierto tapiara plenamente los confines,
como si fuera excesiva la mínima altura sobre la tierra
como si superior a la desidia fuera la voz,
en que demasiado largo se había hecho el día.

Las descripciones no fueron susurradas
tampoco fue sustituida la alternativa del llanto por
la coquetería del cuerpo el día en que el pesar era
ligero mas terrible:  parado se quedó el tiempo,
y puesto a prueba estaba el sentido… y
en agua dulce se bañaban los cuerpos
cuando la pasión era un bálsamo para el dolor.

El cuerpo, cuando esté triste,
envejece de tanta tristeza,
con articulaciones cada vez más inflexibles, y
cada vez más estridentes sus gemidos.
En la cúspide de su dolor a solas
recuerdan su mocedad y su diversión.

La mano que buscaba el modo
cuando las articulaciones dejaron de moverse o,
la mano que intentaba extenderse hacia un libro.

La mano que llora
la muerte que camina sobre la punta de los dedos:
el cuerpo muerto que no ama. que no es amado.

 

 

 

4. En torno al significado

La poesía es la suma de pocas palabras
que, al despertarse de su sueño, tendrá en su haber,
tan clara en el sueño – tan oscura en el insomnio.

Palabras que serán suyas apenas
usted se pone erguido y se toma asiento
– no según lo acordado,
sino con nobleza y diligencia.

Son pocas palabras de bienvenida
que enunciará, usted portavoz de tantas palabras
que emanan de la historia de su imaginación,
para las audiencias que están viviendo de mentiras
piadosas, herencia de su linaje.
Para las multitudes que están acechando su muerte,
o, su vida
o, su resurrección
usted que nace todos los días –
para liberarse del yugo de su sabiduría y su desasosiego
y echarse raíces en el griterío, el júbilo y el desorden.

La moraleja es de oro arena.

 

 

 

5. Desasosiego

¿De qué manera he de tenerle pánico a la muerte?, ¿qué tipo de fantasías se ciernen ante mis ojos, ante la muerte?, ¿cómo voy a morir?, ¿en qué estado estarán mis ojos, ¿qué aspectos tendrán al despertarse?, ¿cómo será la muerte cada vez más presente?, ¿será una muerte terrible? ¿Habrá un momento de fuga de cualquier destrucción física de la vida … El miedo, quizás, a la condena fatal del cuerpo por sus derrumbes, sus desgracias, su soledad y sus manías…?, ¿o, a la muerte rendida en cuyo manto perezca el alma, frente a esos atributos, quizás cuando venza la mirada de aquel que aún flota en la superficie de un estanque, una mirada aun ausente con residencia en el cielo?

Una muerte que logre, tal vez, purificar el cuerpo de su alma deshecha y tenebrosa.

Ghassan Al-Khunaizi Es poeta, traductor e ingeniero saudí, que vivió su infancia entre Arabia Saudita e Irak. Ha publicado dos libros de poesía en árabe y d ... LEER MÁS DEL AUTOR