Habib Tengour

Secreta en pleno día (estado I)

 

 

 

(Traducción al español de Asunción Jiménez y Amadeo Aranda)

 

 

 

NEGRA        como alma exiliada        se encamina lentamente

hacia la muerte.       Llegó el invierno.       El cuerpo de los mendigos

se  retuerce  en una boca de metro.        No     es     este frío

lo que temo ni el  hambre  del  estómago  aunque  mendigue  en tu

umbral,      con  los miembros morados.      Ya era mi historia vivir para amarte

perderme en la noche de mi cintura.

Me disfracé en el momento de la bienvenida.

Los amantes padecieron una pasión,      se separaron.

¿Guardas en tu memoria amada mía aquella agonía desplegada en la

espuma rosa de la mañana

la ventana al mar sigue estando agradecida?

 

 

 

 

RESPLANDECIENTE          el   alma colmada de   deseo

se  arremolina en un cielo puro             se       protege      de       las miradas

envidiosas    libre

 

Es un verano que trae una bendita cosecha                   ofrenda

 

¿Cómo nuestros corazones se han             extraviado        en        la casa?

 

Había una serpiente para proteger el umbral rechazar

a todos los extranjeros.   Había tanta impaciencia en nuestros cuerpos

apasionados…         y el verano que iba a terminar en dolor.

 

Pero  de  momento  los enamorados cantan          bailan no dejan

de deslumbrarse en la luz.

 

 

 

 

BLANCA    el alma que se ha negado a sí misma en su alma temblorosa

se desliza sin voluptuosidad sobre el cuerpo extendido a        medio camino

(él  dice:  yo  era  quien estaba muerto                              te esperaba

en  mi  corazón  estaba  tu huella  desde                  hace      mucho tiempo

ella  dice:  mi  vida estaba vacía                          tú  no     la     has llenado)

se  adivina  un  rastro  que es triste                                    que tratas

de borrar              Miras en vano tu rostro en

el  espejo  del  cuarto de baño                   Qué miras            la bestia

abatida…                     doliente    la     bestia     de    grandes    ojos heridos

Ella  dice:  mi  corazón  ha sufrido  tanto                     tú   no   has sabido

hacer  nada  pobre  corazón  que no ve               cómo   su   propia alma

se desangra por completo

 

 

 

 

INQUIETA  pero  reina  mi  alma  dirige  una  cohorte  de  ángeles

heridos en el talón. Ella exhorta a su ejército cojo hacia el martirio

como si se tratara de ir a recoger en los pastizales
 
las primeras flores de la primavera. Se turba
 
 al ver la sangre que salpica los campos mal cultivados.

 

Pronto el verano

vendrá  a  incendiarlo  todo  en la llanura.                El  alma tiene sus

refugios en lo alto de la montaña  (antiguamente  la  tribu  fue

allí expulsada)  He  sobrevivido  a  las  masacres  pero  mi  corazón ha

olvidado el aleteo  familiar  de los párpados,                  y            el suplicio.

Tras tan larga ausencia,

el corazón ya no cuenta sus hazañas.

La lamparilla ha parpadeado antes de apagarse por encima de

nuestras cabezas flotantes.

La noche ha caído azul en el  jardín.

 

 

 

 

CIEGA               alma ha perdido su corazón amante;

tropieza  en la pena.                      Le duele el corazón.

Se agita                 como un gallo degollado sobre la acera.

Sufre demasiado para decírselo a             todo el mundo.

Está enamorada arrodillada                ¡y desnuda!

En el crepúsculo se oyen voces claras                 de sangre.

Son muchos —abandonados- los que tienden el oído o el

cuchillo         buscando un perro en el claro del fuego.

Con el verano todos nuestros amigos se han marchado.

Cuántos recuerdos…

En el momento de la despedida tu vida se vuelve transparente

por eso

puede

contemplarse a sí misma sin pena.

 

Habib Tengour Nacido en 1947 en Mostaganem, Argelia occidental, y criado entre las voces árabes y bereberes de los narradores del mercado. Ha vivido la m ... LEER MÁS DEL AUTOR