José Cabrera Martos

Sucede el universo

 

 

 

FABLIAUX DE LUGARES PANTANOSOS
(ANDRÓMACA EN LA CIÉNAGA)

Debe ser quemada en el fuego.
Levítico 21:9

Érase un hombre muy serio:

Nadaba en piscina cubierta –Relax and te, chilla el neón-

sin descalzarse ¿Por cuánto de mí aletearías entre mariposas azules de los cenagales

con albornoz y reptiles? Dijera Nenáfares,

mientras el loto se desorbitase en sus cuencas,

últimamente, y

silbaba “[…] con su camisita y su canesú”

sin esbozar la más mínima de las sonrisas. Ayer olvidó allí su nombre bordado,

un corazón,

y el cocodrilo de goma neumática aguas arriba alejado del delta.

La luna

y tu mujer te sospechan: ¿Tendrá “[…] una muñeca vestida de azul?”

Últimamente,

le asfixia el levítico y lee del cigarro en el humo el olvido de ayer.

 

***

 

Eva recoge las aguas y abrocha el relámpago azul de las venas,

mientras Lilith se amanece, las alza con sólo sus párpados

y se sumerge en los valles de niebla con una cascada automática…

 

             (Inédito)

 

 

 

 

SOLEÁ UNIVERSAL
(VISIONES TELÚRICAS DE LO CELESTE)

Chaos sive natura: De la deshumanización
de la naturaleza
Friedrich Nietzsche

 

I

Del universo

el molusco sin límite

cáscara, concha o

noche de verde tacto

la almendra sin cuajar.

 

II

Y pace estrellas

y arriba siembran mundos

imperturbable,

mientras sueñan los hombres,

sucede el universo.

 

(de Manumisión, 2017)

 

 

 

 

CAMPOS DE YABAILA, RAFAH, MOAZI…
(LÍBANO, PALESTINA, egipto…)
9.00 A.M.

[…]durante los traslados a pie […] un número apreciable de prisioneros cae muerto en la calle o desvanecido por agotamiento… Es imposible impedir que la población no se entere.
Jefe de policía de las SS alemanas. Noviembre de 1943.

 

Gris, una línea, libera se en el inmenso de azul, imperceptible y metódica,

casi perenne. Aparecen en torno o dentro cercándola hileras, carbón y

sueños sin noche, errores imperceptibles durante la claridad de armonía,

cuando el silencio es distancia perfecta.

Para morir o vivir las begonias

y los naranjos hacia el agua que no se detiene nunca en su imagen de asilo

para la lluvia o el canto rodado, ya sin raíces ni liquen.

Abrimos

un poco más, como en el cine, los ojos. Allí, todo se emite y adecua

para que nada nos manche ni huela -bien perfumada- en la ropa tan módica,

tan de rebajas la paz si significa victoria. Pero mirar la antracosis

incandescente de un iris grabado a fuego por acariciar la cornisa

de las estrellas -después de tanto insomnio en las filas durante la crematoria-

fue insuficiente. Faltaba el olor de la ceniza y su tacto, tan vivo.

Hoy sólo queda del cuello, el cabello, el labio y la frente su inútil audacia.

 

(de Goethica, 2009)

 

 

 

 

PINTURA DE INTERIORES
(DIÁLOGO DE ACRÍLICOS PARA LA SUPERVIVENCIA BAJO EL SÍNDROME DEL NIDO LIMPIO)

Así es como podemos desarmar el poder del sufrimiento, haciendo de él nuestra creación o nuestra elección: sometiéndolo.
Cesare Pavese, Diario

 

… Y responde la pared:

Te estás pintando hasta acabar con todo el blanco

de la tierra.

Mientras vencen

las bisagras. Nos acaban de tirar la puerta abajo.

Esta forma de sillón en la pereza, tan mullida al

tragaluz de una pantalla,

agarrota

a cualquier musculatura cronológica

tras la muerte de la historia.

Pero todo esto fue más tarde, antes retrocedamos

a la época final del acolchado de relojes:

Vivir era urgente por aquel entonces,

descansaban los sonetos la fractura

de la vértebra rupestre en su equilibrio

imposible para el nombre de mañana. Comencemos…

a pintar lo relativo más allá

del peligro a lo absoluto

-nos dijimos-. Y movidos por lo absurdo nos lanzamos

a pintar la habitación,

tú, de blanco en una esquina, yo, de negro en la contraria.

Persiguiéndonos, opuestos, superándonos

sin saber

cuánto tiempo

ha pasado.

Tras la vuelta del trabajo, regresamos rituales al desnudo

sin palabras, por supuesto hemos bajado

las persianas y empuñamos el rodillo

cada uno en nuestro lado hasta caer

abandonados

sobre el suelo. Al despertar

con la espátula raspamos la esperanza

para la monotonía de los días laborables.

Insistentemente acechan por teléfono

vendedores de entropía, familiares…

recibiendo una cordial contestación como trofeo y

despedida: Hasta mañana ­ ‒les decimos‒ ,

sin saber si habrá mañana,

sin saber

hacia dónde nos dirige tanto esfuerzo, la rejilla

en la que el ojo destructor de los rodillos apacigua

la humedad de los acrílicos goteantes.

Creo que estamos comenzando a comprender

la importancia de pintar lo cotidiano,

de cubrir las huellas líquidas del tiempo y de la piel

de la casa con un nuevo

orden ¿Es el disolvente, acaso la disolución,

el milagro de las anclas

no oxidadas en el mar de los olvidos?

Sin saber

cuánto tiempo

ha pasado.

La pintura está alcanzado las arterias

a pesar de haber envuelto todo el suelo

de la habitación con plástico. Hoy han vuelto

a llamarnos, pero nunca descolgábamos durante

las tormentas de interior. Darán la voz de alarma y

las autoridades se presentarán en casa,

a pesar de haber bajado las persianas,

hurgarán en la vajilla y su limpieza, en la obediencia

del latido urgente azul

¿Hacia dónde deberíamos de ir?

Todo ha terminado.

Nos acaban de tirar la puerta abajo.

No sé si habrá mañana

falsas perlas, cerradura

o bastante negro y blanco en este mundo

para amarnos diferentes.

 

Los relojes volverán a detenerse

cuando abramos otra lata de pintura.

 

(de Manumisión, 2017)

 

 

 

 

GENOAMEBA HUMANO

I

Diálogo del hombre y el genético doctor

 

[…]

-Ya puedo elegir al niñito que quiero

¿Podría mostrarme la gama de tonos

del pelo?…

¡Qué guapa estaría en ardiente cobrizo,

purísimo gualda!

-Señor ¿No le gusta el moreno o el negro?

Contrasta con tonos de pálida piel.

-Descarte el moreno, más tarde hablaremos

de gamas de tez.

 

Transcurre la Ciencia y avanza en su siglo.

Su lema:

“Socorre al humano que sobre la mano

te traiga el dinero”.

 

II

Monólogo del alma

 

El interrogante, llamémosle alma,

pregunta, ignorado por diosa Genética:

-¿Seré paramecio

o ameba imperfecta?…

¿Seré genoameba de gen cancigénero

o genoartificio producto de ciencia?

 

Batines de blanco, en montaje perfecto

al tiempo que visten las almas de externas

corazas,

sueñan

efigies de verde en oro engarzado

(casualmente al suelo se arrojan aquéllas

que van sin dinero).

 

En “Ser o no ser” no reside el dilema,

el Hamlet veintiuno ha cruzado este límite

sin ética,

con dines

sin dones. Y nadie medita en la esencia:

La Ciencia no hace a los hombres más libres.

 

(de Sombra deshabitada, 2002)

 

José Cabrera Martos (España, Jaén, 1977). Licenciado en Filología Hispánica y doctor en Teoría de la Literatura y Literatura Comparada. Ha sido profesor en ... LEER MÁS DEL AUTOR