No puedo ir
Ni puedo oír las ropas entrañables
Ni el canto de las velas envidiadas
Por el destino al pie de la ventana
Ambos sabemos la razón del cansancio
Conocemos el descuido del ruido de los pies sin conocido otoño
Y sentimos que la barrera cambia
Según el modo de mirar
Vicente Huidobro
(De El ciudadano del olvido, 1941)