Xavier Oquendo Troncoso

Diálogo en el centro del mundo

 

 

 

Xavier Oquendo Troncoso [Ecuador, 1972]. Entrevista realizada en 2011.

Por Floriano Martins

 

 

FM | Inicialmente te pido que me hablas de los puntos conceptuales que te llevan a la creación de El Ángel Editor y el evento “Poesía en Paralelo”.

XOT | Bueno, el Encuentro tiene como fundamento la casualidad. Siempre digo que las cosas grandes llegan de la casualidad: por ejemplo, un poema también llega de ello. Alguna vez una amiga me pidió que la apoye en un encuentro de literatura local donde quería traer a un escritor internacional best seller. Yo le propuse que traigamos a poetas de fuera. Ella dijo que bueno, pero luego se hizo para atrás, yo ya me quedé con los invitados, entonces comencé a planificar un encuentro. Aunque la parte más formal del asunto radica en que en Ecuador no hay un encuentro permanente de poetas, de lazos comunicantes con la poesía, solo nos pasamos quejando de nuestro anonimato, no abrimos las puertas al mundo. Muchos escritores están con ese discurso de salir del país. A mí me interesa la idea de que vengan al país. El Ecuador es un país muy especial. La poesía se ha cocinado como un caldo, siempre encerrado en la olla. Entonces eso le vuelve interesante. “Poesía en Paralelo Cero” es también un encuentro que abre las posibilidades de exploración de una nación. Los poetas son los que mejor deberían comunicarse con los públicos, así como los cantantes: antiguos trovadores y juglares, esto también es subyugantes. He ido a varios encuentros de poesía por América y España y he comprobado que la hermandad en la poesía es maravillosa, aunque la enemistad en ella mismo también sea muy fuerte.

FM | La pregunta es la misma por todas partes, o sea, si todos dejan el país, ¿quién cuida de la cultura que, de algún modo, justifica la existencia del arte? Y luego que las cosas están bien, que la cultura se pone cara de sobreviviente, los exiliados de sí mismo cambian de discurso y quieren hacer parte del proceso. Es lo mismo en todas partes, querido. Cuando pensamos que el poema es la forma de expresión artística con menos público que hay en todo el mundo, ante la pirotecnia del ego de los poetas, me parece increíble que todavía exista algún lector interesado en ese mundo de tonterías. Tú mismo podrías estar cuidando de la plástica o de la música, con más grande éxito. Por veces desconfío que los poetas, ellos no tienen la más pequeña noción del papel que representan en una sociedad. Y el público sufre en sus manos por esa ausencia de su realidad, la realidad de la poesía. ¿Qué opinas?

XOT | Totalmente de acuerdo. La poesía es una labor inútil e imprescindible para la evolución de una sociedad, para la trayectoria verdadera de una Nación. Sin poesía no habría formas válidas en donde buscar el origen de la verdad, de la mentira, de Dios, de la historia, de nada. Sin embargo, claro, está de moda esto de que el escritor no se compromete con nada más que con él mismo y eso es una pose un poco irracional frente a su naturaleza. Aunque yo sí creo que los poetas son los portaestandartes de la gestión de la cultura en el mudo y eso lo hemos visto en los varios países del mundo que he estado como invitado a algún evento poético, un poeta siempre es el ideador, el fundador, el promotor, el difusor, el gestor de esa empresa poética. Pese al ego terrible que existe en la poesía y que se ve cada vez más, incluso, ridículo, en algunos casos, la poesía triunfa. El poeta es un gran gestor de sus sueños que por lo general son compartidos con otros poetas, pero el problema siempre es el apoyo, el auspicio, el financiamiento para una obra tan perfectamente inútil y necesaria como es la poesía.

FM | Luego saltamos para los días actuales y te pido una evaluación de lo concretado en esos años todos en su relación con el ambiente cultural de tu país. ¿Cuáles los aportes que pueden ser considerados (sin falsas modestias)?

XOT | Bueno, Ecuador es un país que se ha hecho culturalmente para adentro. Desde la visión filosófica y profunda de Benjamín Carrión de que el este país es una patria pequeña que debería ser una potencia cultural y no de otro tipo, entonces tenemos un potencial vinculador. Pero el problema ha sido que no hemos salido de ello. Creemos que el mundo acaba donde acaban los hitos de la patria pequeña. Sin embargo, tenemos grandes nombres en nuestras artes: Osvaldo Guayasamín, Osvaldo Viteri, como referencias mundiales en la pintura y por lo menos una docena más de nombres verdaderamente importantes en la plástica. Se suele decir que el Ecuador es un país de pintores, poetas y cuentistas. Y también ha llegado a ser lugar común aquello de que no hemos tenido una gran novela, con eso de que fuimos los faltantes en el boom latinoamericano, juntos con Bolivia. En la historia la poesía épica de José Joaquín de Olmedo en el siglo XIX es verdaderamente un icono en la poética de la independencia. En ese mismo siglo Juan Montalvo llegó a ser el más importante ensayista de nuestra lengua. Antes, de ello, casi 300 años atrás la primera antología de América se dio en el Ecuador: El libro se llama Ramillete de varias flores recogidas y cultivadas en los primeros abriles de sus años por el Maestro Xacinto de Evia, natural de Guayaquil. En Madrid. En la imprenta de Nicolás de Xamares, mercader de libros, año de 1675. En este tomo figuran dos nombres, aparte de Evia, uno de ellos colombiano y el otro Don Antonio de Bastidas, al que consideramos nuestro primer bate. Luego llegarán los vanguardistas, sobretodo Carrera Andrade, Gonzalo Escudero y Alfredo Gangotena y más tarde Jorge Enrique Adoum… La lista es grande e importante. El Encuentro de literatura ha ayudado a la lectura en el exterior de nuestra poesía. Ese es un logro que se mide con el tiempo.

El encuentro internacional ha sido un desafío para los organizadores y para los invitados nacionales e internacionales. El gran aporte es la descentralización del fenómeno cultural en las ciudades grandes. Hemos ido a ciudades de provincia y hemos sentido el calor de la complicidad poética. El poeta sin su lector es un loco que habla solo. Otro gran aporte es que tampoco concentramos, como en muchos encuentros de poesía a los mismos nombres siempre. Se habla de un circuito de encuentros en donde siempre van los mismos, nosotros no repetimos nombres. Esto le da mucha más valía e importancia, y diversifica las voces.

FM | No hay duda que el más grande problema en un encuentro internacional de poetas radica en lo que llamo de “la plata local”. Es el dilema de la gloria de provincia. En el caso de tu evento es posible no repetir nombres internacionales porque son pocos invitados a cada edición. Pero también son pocos los poetas que reúnen dos buenas características para componer un evento de esta naturaleza: la calidad de su obra y su habilidad en la relación inmediata con el público. Siempre pienso en poetas que llevan en manos 4, 5 libros y buscan poemas para lectura con un claro señal de que viven en un mundo lejos de todo el escenario donde están. Otros hablan de su poesía como si fuera el oro sagrado de su pueblo, cuando en verdad son la mala hierba que allí está por razones cuando menos diplomáticas etc. En este sentido, yo pienso que la organización de los encuentros de poetas ya podría avanzar un poco en el tema de las tecnologías y buscar condiciones técnicas y ambientales para poetas que trabajan con videos, por ejemplo. He presenciado de todo como invitado a encuentros de poetas. Hay lenguajes múltiples, yo mismo me siento un tonto en medio a tanta equivocación respecto a la poesía, pero el público puede estar interesado en otras cosas que no sea el tipo leer mal sus versos que hablan un lenguaje lejos a miles de planetas de la realidad de quien lo escucha. Yo creo que la organización de los encuentros debe pensar en eso. ¿Y tú, qué opinas?

XOT | Me parecería interesante la propuesta, pero también está llena de riesgo. La poesía, creo yo, debería ser siempre eso: Poesía, y abriendo posibilidades con el uso de tecnología y aplicaciones extras podríamos partir a otras circunstancias extrañas, que emparentaran a la poesía con otras actividades artísticas: performance, collages, videos cinematográficos, teatralización, etc.). Es verdad que el público que asiste a los actos poéticos quieren mirar a un poeta que tenga una comunicación oral con su público fácil y real, pero también es verdad que el poeta actual, desde hace siglo, ya no es un juglar, ni un rapsoda, es un escritor que expresa con el lenguaje escrito su mensaje simbólico. Lo que sí es problemático en un encuentro es el ego de algunos poetas. En mi caso más bien han sido algunos ecuatorianos los engreídos y crecidos que han querido, incluso, boicotear el evento, pero han caído en un ridículo insufrible. En el Encuentro Paralelo Cero yo invito aproximado a 10 poetas internacionales y 15 nacionales. Los nacionales se acaban más rápido que los internacionales. Pero siempre busco a poetas afines, que no tengan problemas entre ellos, que haya una armonía, que el encuentro se vuelva una familia verdadera.

FM | ¿Y tales aspectos, lo que has alcanzado con tu sentido de dirección de este evento, son considerados? ¿Hay reconocimiento que permitan nuevos aportes y desdoblamientos del proyecto?

XOT | Es difícil hacer este encuentro. Todos los años partimos de cero. Volvemos a buscar el financiamiento en las entidades culturales. Volvemos a sufrir, es una aventura que no siempre es igual. Sin embargo, la gente ya lo espera. Hay un posicionamiento. Me gusta mucho además que este posicionamiento haya llegado también del extranjero, es decir ya recibimos peticiones, recomendaciones de nombres para ser tomados en cuenta a la hora de invitar. Nuestro encuentro es una verdadera invitación: es decir invitamos a los poetas y les pagamos todo, no es como esos encuentros donde se invitan masivamente y el que quiere ir paga y lee.

Otra cosa interesante es como se vinculan las provincias del Ecuador. Ya hay más ciudades que quieren ser parte del Encuentro, la agenda está cada vez más llena. Eso nos dice del crecimiento del Evento y nos da luz para seguir.

FM | ¿Cómo está ubicado el proyecto “Poesía en Paralelo” en el ambiente de los eventos hispanoamericanos paralelos? ¿Hay cambio de ideas, participaciones comunes, algún tipo de acercamiento crítico o de complicidad mutua?

XOT | Aun no he podido comunicarme o ser parte de la red o redes de festivales. Me parecería muy interesante, aunque no estaría de acuerdo en globalizar a los festivales de poesía, creo que cada uno debe tener su personalidad. De hecho, el nuestro es muy familiar. Los invitados terminamos siendo una familia errante por la mitad del mundo, eso es muy bonito.

FM | Confieso aquí que me quedé feliz por estar en tu país y percibir que tu evento no hace parte de la familia de la red de los festivales. En parte por eso de la globalización de que tratas. En parte por que la red es ciega, no le interesa una autocrítica. Yo mismo me acerqué de ellos proponiendo una discusión del tema, naturalmente que observando sus conquistas y equivocaciones, como estamos haciendo ahora, tú y yo. Aceptar la equivocación es el más grave problema de la humanidad. Esa humanidad que es genérica y tratada a partir de uno en situación de poder. Por supuesto hay otra humanidad, que no sabe que está pasando ahora. Lo más increíble es que estamos hablando de poetas, los mismos trovadores y juglares que mencionaste al principio de nuestro encuentro.

XOT | Bueno, yo creo que es buena la crítica, pero mejor, en estos casos, es la autocritica. Y cada una de las ediciones (ha habido tres encuentros ya de Paralelo Cero) han estado mejor, con una organización más clara, menos ambiciosa (no hay cosa más fea y más improvisada que esos eventos ambiciosos donde no pasa nada). Yo creo que los organizadores les debemos hacer saber a los invitados cual es la naturaleza del encuentro y que esperamos de ellos. Y ya está.

FM | ¿Cómo ya planeas el paso siguiente?

XOT | Mientras descanso, luego del evento anterior, pienso en los nombres que quisiera traer. Voy madurando y fortaleciendo esto, buscando lazos de conexión con revistas, editoriales, extranjeras que quisieran acercarse a la literatura del Ecuador. Es decir, voy madurando la parte más bonita que es la concepción del Evento. En estos años hemos hecho varias acciones para que nuestra poesía se lea afuera. Eso es muy importante. Luego viene la lucha del quijote con los molinos de la burocracia. Eso es terrible, pero las armonías deben ser apoyadas y financiadas. Sería hermoso que el Encuentro disponga de un fondo anual por parte del gobierno, esto nos evitaría muchos problemas.

FM | Planeas una manera de que el evento disponga de un apoyo financiero del gobierno sin que el mismo gobierno haga ciertas exigencias en relación a la presencia de uno que otro invitado, ¿es eso?

XOT | Bueno, te cuento que yo no he tenido problemas por presiones de invitación de nombres al evento. He gozado de una libertad a la hora de concebir la lista de participantes. El problema es que el gobierno no ha institucionalizado al evento, no hay unos fondos destinados para su consecución anual, entonces esto nos desgasta, nos deja sin aire, sin el camino ya labrado, sino otra vez para labrarlo y cosecharlo. La burocracia es terrible, como en todo el mundo, y eso si que hace que el poeta se empareje con el imaginario real de Kafka y muchas veces tire la toalla.

FM | En medio a toda esa actividad como promotor cultural, ¿cómo sobrevive el poeta?

XOT | La poesía siempre se da su tiempo. Ella no perdona. Se suele decir que es una madrastra implacable. Llega cuando debe llegar y atraviesa la columna vertebral de nuestra sensibilidad así esté en el más álgido trabajo. Además, el encuentro me ha obligado en muchas ocasiones a hacer una cantidad de trabajo de ensayo literario, ya que he trabajado antologías, estudios críticos de la poesía de mi país, catálogos de poetas y poemas. Me vinculo mucho con la edición, de hecho, tengo un sello editorial al que no abandono. En fin, creo que, sobre todas las cosas, soy un poeta. Y estoy atrapado en sus fauces, ahora sí, y pese a todas las tempestades, para siempre.

 

 

 

Poemas de Xavier Oquendo Troncoso

 

 

 

TIEMPO DE HIJOS

 

A los tres Jotas de mi vida.

 

I

En el fondo de los vientos

habitan los ángeles

que parecen otros vientos

que se juntan con los vientos normales

y entonces forman los colores de las brisas

que los hijos ven,

y nosotros creemos que es el viento.

Pero son los ángeles caídos

que quieren jugar a ser viento.

 

II

Mira hijo,

allá hay un fino ángel

que quiere jugar con el fuego de tus ojos.

Y por allá han aparecido otros seres nuevos

que no son los juguetes de la casa

ni los que encontramos en las ramas de los árboles.

 

No te tardes mucho con ellos

que tú no tienes alas

para tapar el frío de tu asombro.

 

III

 

Es el silencio ahora.

El silencio está de noche ahora.

El hijo duerme conmigo

y el silencio se prende en las luces de la ciudad.

Entonces se ven las luces dentro del silencio

y el niño se despierta y ve el silencio que le rodea

y duerme

como la ciudad

y la noche.

 

IV

Es la madre y el padre

y los hijos que se van haciendo

en el zaguán de los años.

Y esos sofás y esos adornos y cristales

y esas maderas y los libros, son la casa.

Y la casa son los hijos que se leen nuestros libros

y los libros que se van haciendo hijos de los hijos.

Y las cobijas y los almohadones donde duermen

todos los animalitos fabricados en cuentos

que han leído los hijos

y que se hacen realidad en esta casa

que es el hijo de la casa y la casa del hijo.

 

 

 

 

COLEGIO DE MONJAS

 

Te esperamos

arrimados al auto

de nuestras ansiedades.

Con nuestras hormonas desatadas

nos fumamos nervios

y vemos pasar el día

y al cometa Halley.

Llegas a nosotros y el auto se enciende con el olor

que expele tu colegiala profunda.

El viento te vuelve una copia

de la Marilyn más sediciosa del planeta.

La cómplice radio nos canta:

Despiértame

 

cuando pase el temblor

 

y cuando pase el olvido,

claro.

 

 

 

 

DE CÓMO EL POETA LE DEDICA UN POEMA A JUAN GELMAN,
APROVECHÁNDOSE DE UN VERSO DE CESAR VALLEJO

 

El golpe ha llegado.

Hizo puñete de platino y golpeó la mesa.

 

Yo desayuné el sol de las frutas

y el golpe se comió las últimas uvas

pisando el corazón de su pulpa.

 

Saltó con garra de pirata Blas de Lezo.

Me lastimó la córnea y la mejilla.

 

Corrí hasta ausentarme de la mañana,

pero llegó la noche, con su mano airada

y el golpe me golpeó con mi propia sombra.

 

Me sigue dando golpes todo el día.

No hay forma de hacerle quite, de alejarse.

 

El golpe me golpea y se hace fuerte,

me va sacando el moretón y la ausencia.

 

Ahora tengo azul el pelo largo

y la sonrisa es una barba con mordiscones.

No hay una zona blanca en estas pieles,

solo las puras habitaciones de los golpes.

 

El golpe hizo hijos en mis vísceras hinchadas.

Se dieron partos y cesáreas

y los hijos prematuros del golpe

salieron inducidos en dolores.

 

Desde el día que llegó, en el desayuno,

el golpe no ha parado de ejercitarse.

Hace bíceps y tríceps en la lona.

Camina dos horas diarias por el jardín de la casa

y luego vuelve a salir, a dispararme sus muñones.

 

Ya no me defiendo. Ya el cuerpo se ha curtido,

está lleno de heridas secas.

Pero yo descostro el dolor y la sangre fluye.

Se hace otra vez y otra y otra en cicatrices.

Vuelven los polvos de sulfa, los ungüentos.

Vuelve ese dolor viejo y otros nuevos.

Se vuelven a partir las gasas húmedas

en pus -la sangre blanca que se espesa-.

 

El golpe está feliz por estos triunfos.

No para de saltar en emociones.

Me ve caído ,y da, y da conmigo,

y vuelve con más técnica y más saña.

No tiene compasión. No hay tregua ni agua.

 

Por él, que yo me muera en la tranquiza.

Por él, que me triture en las fracturas.

Por él, que me haga mutis en la vida.

 

Yo solo me levanto y tomo algo. Algún desinfectante.

Un caldo burdo. Y luego voy a ver si hay telarañas.

Si hay sangre de drago para empedrar el dolor.

 

Ya no quedan más cicatrizantes.

Así que mejor hablo con el golpe. Le digo que lo amo.

Que ya me han dado susto sus visitas.

Que soy el portador del síndrome de Estocolmo.

Que ya no puedo traicionarlo. Que qué gusto.

Que siempre serán un placer sus guantazos secos.

Que hay que buscarle un cuarto a sus visitas.

 

Ahora vivimos juntos

y siento hasta placer por sus nudillos deformes

que han ido desflecando mi existencia

hasta volverla santa, pura, casta. San Expedito

en mí. Santa Teresa y todo el santoral que me ha llegado

a punta de estos golpes. Como Mariana de Jesús, por dios,

con este penar intenso, llegó a destrozarme el espíritu.

 

Y todo,

para salvarme.

 

 

 

 

LA BRÚJULA

 

A María Teresa y Marta Eloísa

 

El abuelo cruzaba los montes

para alcanzar el baño de luna.

 

Perdió el sendero que dibujó el río.

Fue a descubrir el agua del mirto,

 del mamey,

 de los zapotes.

 

Cruzó los montes y llevó en su equipaje

el mapa del camino de aguas.

 

Llegó a la planicie…

 

Procreó unas hijas

que tuvieron hijos

como si el río no escampara.

 

Las cumbres aprobaron el designio del abuelo.

 

El viejo fumaba.

El nieto exploraba

el curso del humo viejo

y heredó la brújula con áncoras,

con la que comenzó a destilar

el misterio de las aguas.

 

Xavier Oquendo Troncoso (Ambato-Ecuador, 1972). Periodista y Magister en Escritura Creativa por la Universidad de Salamanca. Profesor de Letras y Literatura. Ha pub ... LEER MÁS DEL AUTOR