Con el cambiar de las estaciones
(Traducción al español de Luis Ingelmo)
CON EL CAMBIAR DE LAS ESTACIONES
Con el cambiar de las estaciones parece
que acabas una era, y todo con ella
y lo que esta vieja tierra ha engullido
las almas de lo vivo. Los espectros del tiempo
eluden la guardia de los antepasados
se abren paso entre rocas
y brotes agrietados, alientos sexos y mudos.
¿Qué buscas, maleza nebulosa en el aire
de pensamientos añejos, perfilados de escarcha
cual ojos hundidos en el rostro olvidado
de mi tierra ermitaña? Prosiguen su errar
un desfile de rumores, de medias palabras
verdades manidas avaladas por el espejo del instante:
un futuro lúgubre dirige su mirada al pasado
por encima de su espada encorvada.
El juicio,
depositado sobre el flujo en bancarrota
de nuevos saberes. Alza el vuelo sobre
un doble impulso de avión, con viento de costado
se torna en noble esclavo que vuela en la cruz
de adeptos por pares, iguales impulso y envergadura.
El saber de lo profundamente inútil que es todo
las ideas extremas y la acción urgente: esto
es el ala derecha, aplomo y equilibrio
viento duradero; la izquierda, hado, propulsión
el batir del viento y el hogar en la vida
siempre receptiva a la llamada del hoy.
El granizo nos convoca al tejado del palomar
vuelven los tambores, se teclean rutas de vuelo
en la mirada que otea. Con líneas desgastadas
tiñen la lectura las manchas en los dedos del tiempo.
Deshazte en lágrimas de dolor: es una tierra usada
que rebulle con la joven caricia de viejos sueños
los latidos de una pasión consumida, los ecos gélidos
de emociones pasadas, manos ancianas y voces
los mazazos de la guerra y las cicatrices, viejas vallas
y la cautelosa apertura de una verja
las bienvenidas de ayer, el calor de la camaradería
y la fría traición, antiguos sacrificios
las pequeñas victorias y la pérdida total.
Así pues, pureza de los ideales, claridad de visión,
Y, ah, que la inocencia disfrute de un breve luto:
Compromisos de antaño.
Mas esta progresión ha sido el origen
de grandes verdades pese al tartamudeo
de los planos para grandes construcciones pese
a las miradas torcidas, de energías plásticas
pese a los vapores corrosivos de la traición
y las almas crecen a pesar de la partería
de los enanos; chapiteles apresos en la ciénaga
del espíritu humano, hacia una luz más pura
erguidos sobrevuelan la esencia rescatada
y trascienden la muerte, el legado de las estaciones…
Breve es el éxtasis, es la verdad en sazón
y los ollados de oro se hunden grises y velados
en el hogar ceniciento de la verdad. Se observa
un desvanecerse del huésped silencioso
que murmura juicios, reduce chapiteles
al tamaño de casetas, caza con liga las almas
que alzaron el vuelo, atrofia los músculos
con suspiros. Complicidad de las sonrisas
que mitigan los deseos carnales desatados:
trascendencias.
La mortaja de estaciones pasadas, pellejo
del cadáver del tiempo, el pensar ratonado
que en soledad bates al viento, armado
con la metralla de otros obuses, los ojos
velos sobre el altar de compromisos rotos
telarañas que cuelgan del trono de la muerte:
soledades.
A LOS LOCOS SUBIDOS AL MURO
Aullad, aullad
que el corazón tenéis cuajado y estadizo,
con vosotros no puedo partir
compañeros de la boya hendida
no puedo ir en busca
del puerto de vuestra orilla a la deriva.
Vuestro prudente aislamiento
¿quién osará reprobar? Agazapados
en vuestro alféizar, ¿observáis
las cenizas de la realidad, su extraño discurrir?
Me temo
que os habéis aventurado en el infinito
para regresar
hablando en lenguas extranjeras.
Aunque los muros
desgarren las costuras raídas
del manto mágico que comparimos, ya
más no puedo acercarme
y aunque le cierre los oídos
a la melodía de la partida, aullad
en la hora del sueño, decidles a estos muros
que hay un colmo para la aflicción
en el corazón del hombre.
ULISES
A la caza de la música del alma, en una ocasión
vi, por entre tablones al sol, una gota de lluvia
en ríos alargarse sobre el cristal de la ventana
y contra este indoloro potro del tiempo estirado
me hallaba, herencia del pensar, arcilla y voces
con suavidad tornándose en viento y en lluvia
y, por miedo a perder los hitos de mi propio ser,
acuchillé el aire con ruidos secos, resonantes
sondeé con redobles el crecimiento de las hojas.
Frías alas despliega esta tormenta, y las bate
cual intercambio al compás del parto y la muerte
la angustiosa pasión de la lluia, amor de partera
sin resuello deja a quien recala tras penoso viajar.
Hospedado en las antesalas inertes
de un puerto-pesebre, yo, sonámbulo atravieso
el fatigoso ciclo del vientre de las estaciones
que se afanan por dar a luz su propio yo inmortal,
un parrandero más durante los ritos, soy
testigo de los posos de levadura que los años dejan
bajo la espuma, las plantas encallecidas caminan
con emplastos de marga nueva. Nos abrazamos
el mundo y yo durante infinitudes desaforadas.
Me he acostumbrado a esa región del mundo
que los pies me besa, más soporto la lluvia
de clavos que penetra hasta el corazón arquetípico
de todo viajero solitario.
Cuánto placer en haber jugado con los conceptos.
El Tiempo- ya lo hemos tratado-el Tiempo se halla
fuera de mi alcance, un corazón febril ralentizado
hasta alcanzar la calma de la muerte. Pesa todo y nada,
la lluvia lo detiene y se me escurre entre los dedos.
Era una cubierta de cristal sobre el mundo
Lentamente sus añicos regó un rastrillo de truenos
hasta fundirlos y hacerlos granizo, y me encontré
durante un tiempo a su verdad efímera prendido.
Fue un instante. Brotó para sacar a flote un pecio
De entre jirones de tabaco mientras tejía un espacio
inflado cual danza de marola y fuentes pigmeas:
desechos del cambio, defectos en la cohesión
chapiteles de las sedes rotas hundidos, espina arrojada
al océano-matriz: consumación del barro. Persigo
un cordón de algas para unir tu aliento al mío
zurullo primero en un mar de heces: ¡y cómo bregamos
contra las olas para abonar las tierras con la bajamar!
¿Cuan dorado es al fin el vellocino recobrado?
Una pregunta que rehusamos hacerle al Bardo.
Se inician los ciclos de busca, para rastrear la madeja
del yo entre los velos ciegos, para tropezar con urdimbres
para soportar los efugios de embrollos arácnidos hasta
plegamientos con olor a piara y túneles acariciantes
que acaban como encrucijadas en los estrechos, entre
rocas vaginales. Justo aquí, cuando el tiempo
se solapa y se renuncia a la carne, nos liberamos
de nuestras preguntas, aquí nos alejamos de pasos
que acortan el camino erosionado, de escoriar
la piel encallecida de puertas redentoras
y ciegas. En mentes vetustas por la búsqueda
reposamos, arraigados pese a la confusión reinante
soledad de roquedo entre olas rellenas de vino
y demoras, en la paradoja de las ventanas del faro
sobre mares ennegrecidos, nuestros seres iluminados
cuelgan como espejismos sobre la realidad del mundo.
FLORES PARA MI TIERRA
Desde una orilla
distante gritan: ¿Por qué
han desaparecido todas las flores?
No sabría decirlo
aquí los jardines son surcos yertos y pelados
La muerte también
sembramos. Cada nuevo horror
abre apetitos ihhumanos
no podría
pensar que estos huesos florecerán mañana
El pecho de los hombres
soporta el peso de las guirnaldas
de los carroñeros
así
son las flores que colman el jardín de la podre
Buscar:
voces de lluvia al sol
cometas azules sobre torres de nubes
marfileñas
el olor de manos que acarician las flores silvestres
Vi:
cuatro cometas de acero, jinetes
sobre torres envueltas en niebla.
¿Crees
que extienden los brazos para esparcir flores silvestres?
Buscar: la Verdad
las semillas se abren y atisban
inmundicia, corrupción. Sobre
un lecho de gusanos
las torres de marfil conservan el osario
Sé
de flores ocultas que
destilan albas placenteras
mas la cizaña
retiene la posesión de nuestro césped cercenado
Visiones que hastían
realidades que invaden
nuestros más íntimos asilos
chorros mana el petróleo
sobre el altar, proyecta una sombra funesta
Unas manos encapuchadas
llaman a nuestras puertas
decimos: que entren
y les ofrecemos
nuestro hogar con la esperanza de hacer causa común
¡Imposible!
Manos de escoria y dedos
como pinchos aprietan para hacerse
con todo.
Enredadoras y trepadoras prosperan bajo su mandato
Consignas
más ruidosas que barriles vacíos
y más yermas, repiqueteo
con escudillas mendicantes
monos de librea que bailan al son de organillos
Rompa quien pueda
el anillo aún usurpador
tienen las manos manchadas, su aliento
todo lo marchita
alimentan sus ideas con la recompensa de la muerte
Hallé
sobre la hoja del gira-
sol una senda de rocío, un granizo
en llamas; abrí
en mi callejuela un escotillón por el que caer
Estos capullos
que revientan sobre nuestros rezos
esparcen una esencia de igualdad
voluntad por maldad
como otros hacen con su floración atómica
Alienados
del corazón de la tierra, marginados
de brotes de setas venenosas, el coral
es una macabra
flor histórica, una moraleja presente y futura
Ven, con
los lisiados hagamos
un pacto, nada menos que
contra los simples
gremios de la muerte y los mutiladores de la mente
La justicia se tome
por su mano quien pueda
o se atreva. La ciega espada
del Poder
es más herodes que Herodes y los proscritos
Rayos del sol
sobre todas las tierras en sombras
huérfanos del mundo
¡arded! Extraed
vuestro doloroso pábulo del centro ahíto de la tierra.
ALIVIO
O boda en tono menor
El pan es magia, gracia.
algunos sólo tocan la pelusa blanca
con una cuchara de plata grabada
con su escudo de armas
y servicio de librea. Delicadamente.
El pan es magia, gracia. Su gracia
no es el pulso de la vida,
Ilustrísima.
El pan es magia, gracia.
La corteza mohosa sola era vida y latido
Panboñiga, pannegro, panintegral, panrepulsivo
Pansobrantepandealmacénpantripaspansudorysangre:
¡¡¡PAN!!! Era lo que las víctimas ansiaban
largo tiempo encerradas con odio y miedo
y fuego ante sus ojos.
Cuando se hubo
comido y bebido y, seguro, desposado…
y mucha pasta humana se hubo
roto en su corte y su mesa de Estado
con todo su esplendor y magnificencia…
Cuando se hubo
comido y bebido y pavoneado con aplomo de desposado
ordenó:
¡Sacad de ese avión
todo el pan, el maldito pan! Girad el morro
hacia otros vientos, vientos perfumados
llenad la bodega con pastel y vino
e invitados fastuosos, pues
llegada es MI boda. ¡Y
acallad esas bocas hambrientas! Tengo
Buenos Precedentes.
-Wole Soyinka
Lanzadera en una cripta
Traducción al español de Luis Ingelmo
Bartebly Editores
España, 2010