Vivian Lamarque

Pero en el más allá

 

(Traducción al español de Emilio Coco)

 

 

VIEJA

Sus treinta años se han convertido en cien
habla con el pan y con la sopa
ama a una manta
saca su silla al sol
como una vieja.

 

 

SOL INVERNAL

Le hace bien
a mi mal
este sol invernal
a mi corazón
le hace mal
tu tibieza tan fría.

 

 

TUMOR

Lenta y silenciosamente
me está creciendo dentro un amor
como un tumor.
Nació con la forma de un punto invisible
poco a poco ha crecido y se ha adueñado de todo mi corazón
lo siento que avanza y avanza
con paciente furor.

 

 

LA NOCHE CAE
lejanos estamos de almohadas
pero de almas
estamos cercanos.

 

 

LIBERARÁN LOS CAJONES
de mis rebosantes palabras
pero quedarán las suyas más discretas más leves
nunca escritas ni dichas
para las aurículas de mi corazón
las predilectas.

 

 

LEJANÍSIMAS VACACIONES
habían comenzado.
En lugares opuestos situados
veíamos los hermosísimos mares
y los altos montes
separados.

 

 

QUERIDO DOCTOR
sin su amor
estoy como en el agua de un dedal
un pececillo de la mar.

 

 

AHORA YO DIGO
el mal que yo siento
cuando yo en usted lejano pienso
yo en la cabeza y en el corazón siento
como un desesperado firmamento.

 

 

PERO EN EL MÁS ALLÁ
ya no nos separará nadie:
seremos dos gotas de lluvia iguales
o seremos dos mosquitos con alas
seremos dos caracoles lentos alegres
o dos puntos brillantes de estrellas caudadas
seremos dos granos de tierra redondos
o seremos dos bichos vagabundos
uno delante detrás la otra
caminaremos caminaremos
circunnavegaremos el cristal
de la ventana cerrada pero si abierta
poco a poco hacia el alto cielo subiremos
de vez en cuando usted se volverá
comprobará que yo también le sigo
descuide alma mía le seguiré.

 

 

ANDO DESPACIO, AQUÍ ABAJO
en el tercer piso duerme un vecino
muerto. Ha regresado muerto esta noche
del hospital, le han subido
las escaleras, le han abierto la puerta
también sin llamar, ha empleado
por última vez el verbo entrar.
Ha dormido con los otros vecinos
por la noche parecía a nosotros igual
ha dormido ocho horas y aún más
más allá de los toques matinales
del corneta en el cuartel, más allá del sol
alto en el cielo, ahora que nosotros nos movemos
ya no es a nosotros igual. Es un vecino
muerto. Bajará sin pies las escaleras.
Era amable, estaba en la ventana
tenía un canario, tenía sus milésimas
de copropiedad, mira le están brotando
las alas.

 

 

a  los nuevos milaneses de color

 

A ALGUNOS QUE YO SÉ
les dejo todo y a los otros nada.
Y los poemas hermosos a los amigos
y a los enemigos los malos.
¿Y las cosas de valor? Las cosas de valor
a los nuevos milaneses de color
que por dos liras nos hacen brillantes los cristales
(oh nuestros inocentísimos emigrantes
por dos liras venidos de muy lejos
con vuestras tiendecillas en una mano).
Y dejo mis flores a mi jardín
y a la tierra gentil que está junto a mí
nos haremos sin voz compañía
y así sea muerte y buenos días.

1.pero hazme hija mía dos ventanucos
por si subo alguna vez y vuelvo a ver las estrellas.

 

 

POEMA DE AMOR A UN ÁRBOL MARAVILLOSO

Querido árbol maravilloso
desde el tren alguien (un imbécil)
te ha lanzado
una bolsa
de plástico violeta
y tú la tienes allí
asombrado
en la mano de la rama
casi diciendo
qué es esta flor rara
esperemos que el viento
se la lleve lejos
nos veremos
en el próximo viaje
recordaré el número
de la hilera, tus
señas, he contado
los kilómetros tras la estación de mercancías
hasta luego.

 

 

MIRANDO LA LUNA

¡Oh ser también nosotros
la luna de alguien!
Los que miramos
ser mirados, brillar.
Parecer ‒de lejos‒
la cándida luna
que no somos.

Vivian Lamarque (Tesero, Italia, 1946). Reside en Milán donde ha enseñado italiano en un  instituto de idiomas. Ha traducido a Prévert, Valéry, Baudela ... LEER MÁS DEL AUTOR