Violeta Parra. Volver a los diecisiete

 

Presentamos tres textos claves de la mítica compositora y folclorista chilena.

 

 

 

Violeta Parra

 

 

Qué pena siente el alma

Qué pena siente el alma
Cuando la suerte impía
Se opone a los deseos
Que anhela el corazón

Qué amargas son las horas
De la existencia mía
Sin olvidar tus ojos
Sin escuchar tu voz

Pero embargo a veces
La sombra de la duda
Que por mi mente pasa
Como fatal visión

Qué pena siente el alma
Cuando la suerte impía
Se opone a los deseos
Que anhela el corazón

 

 

 

Run Run se fue pa’l norte

En un carro de olvido
Antes del aclarar
De una estación del tiempo
Decidido a rodar
Run Run se fue pa’l norte
No sé cuándo vendrá
Vendrá para el cumpleaños
De nuestra soledad

A los tres días carta
Con letras de coral
Me dice que su viaje
Se alarga más y más
Se va de Antofagasta
Sin dar una señal
Y cuenta una aventura
Que paso a deletrear
Ay, ay, ay, de mí

Al medio de un gentío
Que tuvo que afrontar
Un trasbordo por culpa
Del último huracán
En un puente quebrado
Cerca de Vallenar
Con una cruz al hombro
Run Run debió cruzar

Run Run siguió su viaje
Llegó a Tamarugal
Sentado en una piedra
Se puso a divagar
Que sí, que esto, que lo otro
Que nunca, que además
Que la vida es mentira
Que la muerte es verdad
Ay, ay, ay, de mí

La cosa es que una alforja
Se puso a trajinar
Sacó papel y tinta
Y un recuerdo quizás
Sin pena ni alegría
Sin gloria ni piedad
Sin rabia ni amargura
Sin hiel ni libertad

Vacía como el hueco
Del mundo terrenal
Run Run mandó su carta
Por mandarla no más
Run Run se fue pa’l norte
Yo me quedé en el sur
Al medio hay un abismo
Sin música ni luz
Ay, ay, ay, de mí

El calendario afloja
Por las ruedas del tren
Los números del año
Por el filo del riel
Más vueltas dan los fierros
Más nubes en el mes
Más largos son los rieles
Más agrio es el después

Run Run se fue pa’l norte
Qué le vamos a hacer
Así es la vida entonces
Espinas de Israel
Amor crucificado
Coronas del desdén
Los clavos del martirio
El vinagre y la hiel
Ay, ay, ay, de mí

 

 

 

Volver a los diecisiete

Volver a los diecisiete
Después de vivir un siglo
Es como descifrar signos
Sin ser sabio competente
Volver a ser de repente
Tan frágil como un segundo
Volver a sentir profundo
Como un niño frente a Dios
Eso es lo que siento yo
En este instante fecundo

Se va enredando, enredando
Como en el muro la hiedra
Y va brotando, brotando
Como el musguito en la piedra
Ay sí sí sí

Mi paso retrocedido
Cuando el de ustedes avanza
El arco de las alianzas
Ha penetrado en mi nido
Con todo su colorido
Se ha paseado por mis venas
Y hasta las duras cadenas
Con que nos ata el destino
Es como un diamante fino
Que alumbra mi alma serena

Lo que puede el sentimiento
No lo ha podido el saber
Ni el más claro proceder
Ni el más ancho pensamiento
Todo lo cambia el momento
Cual mago condescendiente
Nos aleja dulcemente
De rencores y violencias
Solo el amor con su ciencia
Nos vuelve tan inocentes

El amor es torbellino
De pureza original
Hasta el feroz animal
Susurra su dulce trino
Detiene a los peregrinos
Libera a los prisioneros
El amor con sus esmeros
Al viejo lo vuelve niño
Y al malo solo el cariño
Lo vuelve puro y sincero

De par en par en la ventana
Se abrió como por encanto
Entró el amor con su manto
Como una tibia mañana
Al son de su bella diana
Hizo brotar el jazmín
Volando cual serafín
Al cielo le puso aretes
Y mis años en diecisiete
Los convirtió el querubín