Victoria Guerrero Peirano. El ciclista

 

Presentamos un texto de la reconocida poeta peruana.

 

 

 

Victoria Guerrero Peirano

 

 

El ciclista

 

para el que sueña

para los ciclistas de corazón

 

Para el que cierra los ojos a través de la mañana

Solo un sueño una magnífica luz

ha sido dispuesta para él  el soñador  el juntaalmas

Aquel que se sumerge en la locura bienhechora y se eleva pedaleando

en su hermosa bicicleta

roja

 

Yo soy una ciclista mediocre

–he de reconocerlo–

Me angustia pensar en la soledad de los transeúntes

En el oblicuo resplandor de la mañana

Y en los miles de automóviles que apenas rozan el pavimento

 

Ah mi vieja bicicleta roja

comprada un domingo en la Feria del Mauer Park

Hace más de quince años podría haber pedaleado

por uno u otro lado del Muro

y mi sueño se soñaría distinto

 

Para mi guía berlinés soy un permanente fastidio

Él va siempre delante mío como un Príncipe indiferente

manejando su enorme bicicleta azul

–azul como los ojos de mi abuela–

No puede entender mi extraña ensoñación ni mi angustia

Ha adquirido la confianza del que lleva kilómetros de pedaleo constante

 

Hoy que voy montada en bicicleta

Recuerdo el color de sus ojos

Su ingreso en la locura   Su permanente exilio

 

Cierro los ojos como cuando era niña

Suelto el timón           Lo dejo a la deriva

Caer a tierra es siempre una posibilidad del ridículo o la Muerte

Quizá cierta locura materna

me humaniza entre tanto cadáver que junté en mi adolescencia

 

Mi centro: La pequeña Lu se ríe de mí

Sabe que tengo miedo

Y goza y hace fiesta cuando ve la fotografía

“Es una bicicleta para niños”—dice

 

Y nos reímos juntas

Y berlín ya no es más Berlín ni sus perfectas ciclovías

Ni sus cientos de museos en honor a la Muerte

Hoy es Lima y en Lima no se montan bicicletas tan seguido

porque te las roban o te atropellan en cualquier esquina

Y no existen museos para honrar a los cadáveres

de mis diez, de mis quince, de mis veinte años

 

Mas este poema lo escribí para el que todavía sueña

Para el que atraviesa las fronteras feliz e indocumentado

Para todo aquel que se rebela contra los asesinos del mundo

 

Para el ciclista que escribe un poema en cada vuelta de pedal