

Una mirada a los 50 años del Golpe de Estado a través del mítico cantautor chileno.
Víctor Jara
PLEGARIA A UN LABRADOR
Levántate
y mira la montaña,
de donde viene
el viento, el sol y el agua.
Tú que manejas
el curso de los ríos,
tú que sembraste
el vuelo de tu alma.
Levántate
y mírate las manos,
para crecer
estréchala a tu hermano,
juntos iremos
unidos en la sangre,
hoy es el tiempo
que puede ser mañana.
Líbranos de aquel que nos domina
en la miseria,
tráenos tu reino de justicia
e igualdad.
Sopla como el viento
la flor de la quebrada,
limpia como el fuego
el cañón de mi fusil.
Hágase por fin tu voluntad
aquí en la tierra,
danos tu fuerza y tu valor
al combatir.
Sopla como el viento
la flor de la quebrada.
Limpia como el fuego
el cañón de mi fusil.
Levántate
y mírate las manos,
para crecer
estréchala a tu hermano,
juntos iremos
unidos en la sangre,
ahora y en la hora
de nuestra muerte, amén.
Amén.
Amén.
MANIFIESTO
Yo no canto por cantar
ni por tener buena voz,
canto porque la guitarra
tiene sentido y razón.
Tiene corazón de tierra
y alas de palomita,
es como el agua bendita,
santigua glorias y penas.
Aquí se encajó mi canto,
como dijera Violeta,
guitarra trabajadora
con olor a primavera.
Que no es guitarra de ricos
ni cosa que se parezca,
mi canto es de los andamios
para alcanzar las estrellas.
Que el canto tiene sentido
cuando palpita en las venas
del que morirá cantando
las verdades verdaderas,
no las lisonjas fugaces
ni las famas extranjeras
sino el canto de una lonja
hasta el fondo de la tierra.
Ahí donde llega todo
y donde todo comienza,
canto que ha sido valiente
siempre será canción nueva,
siempre será canción nueva,
siempre será canción nueva.