Vicente Huidobro

Viajero sin fin

 

 

 

 

 

VENIDA AL TIEMPO

 

Nacía un árbol en la tierra

El cielo decía palabras dulces al molino

Un rebaño pasaba y era el polvo de otros mundos

Salud amiga tierra desde tus cumbres derrochando ríos

 

El cielo hablaba en los oídos

El molino festejaba con sus manos alegres

Porque el mar no perdía un minuto

Y el sol abría la vida con destreza

 

Nacía un árbol en la tierra

Y la tierra nacía en un árbol

Prodigio en cicatriz a favor del pasado

Pastor cuida tus células

Vienen las lluvias vienen los lobos sollozando vientos

Cuida tu sangre entre sus matorrales

Saluda al aire grande

Un perfume salta de su color para darse a la niña

 

Nacía un árbol en la tierra

Cuántos fluidos recorren los espacios

Cuánto rumor en los países

Cuántas yerbas y plumas y tibiezas para atraer los horizontes

Cuánta soltura en nuestras venas

Y esos andares a la sombra

(Esto y aquello en el cantar de la intemperie)

 

Vamos andando por diez mil caminos

Entre olores que se desatan

Suspendidos en su azúcar o cayendo de sus ángeles

Vamos andando llenos de palabras

Y de silencios al revés del alma

Pasando entre colores como cuerpos lavados

Delirantes como aquellos que quieren ser inmortales

 

Nacía un árbol en la tierra

Se comentaba el calor y el heroísmo

Niña de leyendas empezadas

Como el traje de novia en lontananza

 

 

 

 

TRANSFIGURACIÓN

 

Cómo hablar despertando toda cosa

Así también la fabulosa raíz del tiempo ya encarnado

Cómo decir todo lo que debiera ser aureola

En torno de la voz perdida por su propia hondura

Cómo decir lo que no quiere ser piedra coronada

 

Sabes que el canto de tus olas es obligatorio

Que el universo sólo descubre sus alianzas

Andando por los adentros de ti mismo

En esta amalgama de ecos

De inquietudes ahogándose en aguas sin respuesta

De mágicos desvelos

Y esta ansia de ser que somos

Estoy vivo y estaré muerto

Muerto como un sonido que atravesó la tierra

 

Soy el alimento de millones de años

Preparándome a través de los tiempos y los siglos

En escapadas furtivas o violentas

A través de las razas los países y los mares

Y las plantas los sonidos los colores

Dado a mí mismo por milenarias épocas

Y de ellas siendo un resumen inocente

Con sus actos y sus sentimientos

Rodando como ríos de las edades y los astros hasta mí

La angustia los tormentos

Innumerables aventuras de la piedra y el árbol

Unido siempre a esa cadena de esqueletos

Que se pierde en las noches terciarias

Y cada uno de ellos manda

Como jefe de tribu o capitán de estrellas

Y cada uno sufre y ve y anda

Y cada uno canta

Y cada uno guarda su pasión encendida

Su amor enloquecido y tal vez transmisible

Y cada uno ríe

Y odia y se encabrita como las narices del caballo ante el miraje

Y cada uno piensa

Y cada uno oye por todas sus hojas y por todos sus poros

Y cada uno lleva su lepra legendaria

Y sus auroras explosivas

Y todos se me agolpan unidos por el ansia

De ser vibración propia en los paisajes

 

Y allí estás hecho árbol por exceso de piedra

Hecho animal por exceso de árbol

Hecho hombre por exceso de animal taciturno

Allí estás tan doloroso en tus huesos pensadores

Tan acostumbrado a tu carne profética

Y tan feliz sobre tu sexo irresponsable

Que pareces una proa en el mar

En medio de ojos espantados

Y de esperanzas sonriendo en las arterias

 

 

 

  

ENTRE UNO Y OTRO

 

No Mil veces redonda noche de este no

No he de caer en el vacío entre dos astros

En la angustia y el vértigo

Prefiero la pureza de un ojo niño

Exactamente del color del campo

Y con todas sus distancias llenas de cosas estremecidas

 

Quiero un hálito de presagios

Sobre ese mismo mar donde pacen los barcos

Donde antaño cantaron ciertas algas en sus cabellos locos

 

Hay despedidas en el fondo de mi alma

O en alguna célula mía que va tras un reflejo

¿Es ella o eres tú? Substancia de mis éxtasis

Adentro de mi flor inaccesible

 

El cielo cae en ruinas y ella avanza

Se viste de horas y de años

Para esperar el saludo de sus estrellas

Se hace luz y sonríe porque sabe

Que es proyecto del tiempo y que viene en la luz

La luz que ella nutre de cabellos y ojos encontrados

 

¿Oyes ese ruido de nubes?

¿Te quedas o nos vamos?

Heme aquí de árbol en tu puerta

Atormentado de lejanías en distinta edad

Viendo la muerte que se desliza por los techos

Soñando un equilibrio de flores y deberes

Escuchando las hojas del recuerdo

Y el ruego de un profundo sentido que se muere

 

A esto se reduce tanto mar en el alma

Ambición de una gota respirando

El aire fresco de las golondrinas

Sentir tu fuerza contra el otoño

Tener entre mis manos tus mejillas

Mirar esa sonrisa que abre las alas

Cuando en mis sueños te regalo estrellas

 

 

 

 

VIAJERO SIN FIN

 

Es increíble que la vida no se entregue

Con sus huesos invitados

Y sus palabras devoradoras de cielo transitorio

Es imposible que la muerte se supere

Y se haga un gran camino de meteoros melancólicos

 

Vivo en lámpara atenta y todo inútil

En amistad con las estrellas

En ramaje de océanos

Y nada se ha logrado

 

Bosque de grandes cedros conoce a tu hijo

Las aguas miserables

La caravana de peces prodigiosos

Atraviesa los mares desde millones de años

¿Y cuál es el objeto?

Montaña de grandes olas conoce a tu hijo

 

El cielo nace encima de los sombreros

Y de las plumas que se ejercitan contra el frío

La tierra se forma y se deforma

Debajo de las camisas tendidas al calor

Mientras el agua baila y estornuda

Para guardar su olor a risa

 

Nada sabemos con el cuerpo entero

Si el mar saca la oreja y pregunta

De qué están hablando y qué es lo que esperan

Nadie podría responder

 

Vive la tierra con sus montañas

Y sus aguas presentes

Pasa

Va caminando hacia la muerte

 

Los suspiros de carne y hueso

Detestan su destino

Aprenden a llorar

Y se convierten en fuentes de riqueza

Para los campos olvidados

 

Vienen los ojos muriéndose de agua

Uno es el cisne del azar que sufre

El otro el fruto de lengua crecedera

Y ambos forman la esfinge de quimera helada

La esfinge atraída por el pánico

Descubriendo ventanas sin objeto

O creyendo encontrar su sangre en las memorias

O acaso en profecías de rompibles cristales

 

Y ella viene también

Adentro de su andar hay un vuelo de luto

Se agita el mar y las piedras se contemplan

El cielo baja hasta mi pluma y se humedece

Se ensancha la negrura que pretende a luz

El cielo anda sobre grandes anhelos

Cambia los árboles por ansias devorantes

Arranca de sus lágrimas algunos barcos con sus noches caídas

Y queda el tiempo sin moverse

Abandonado en su silencio

Esperando sin ninguna esperanza

De la hora que se abre

Sale un árbol angustiado

Pasa la tierra con sus aguas

Buscando un mármol para dormir debajo

 

 

 

 

SINO Y SIGNO

 

Has hablado bastante y no te agrada

No te gusta mostrar tus vísceras secretas

Y sin embargo vuelves a caer en ello

Protestas y repites la causa que te irrita

 

Hablas te exhibes te rompes la carne

Y permites la entrada a los ojos intrusos

Quieres cortar las cuerdas que te unen a los otros

Y vuelves a anudarlas

Coges el aire lo haces tuyo y lo regalas

Conquistas horizontes y los repartes

Haces luz en la sombra y la entregas

Como un paquete de soledades arrepentidas de su propia fuerza

¿Qué entierro es éste en que te entierras

En los pechos extraños?

 

Te exaltas y te ablandas

Te ablandas y te haces flecha de corazón

Más ciego que cualquier huracán

Hablas y protestas

Y vuelves a hablar y a protestar

Te haces árbol y das tus hojas a los vientos

Te haces piedra y das tu dureza a los ríos

Te haces mundo y te disuelves en el mundo

Oh voluntad contraria en todo instante

Favor de tierra y grandes fríos y calores

Todo grano ¡malhaya! lleva signos futuros

Un destino de ola que debe hacer su ruido

Y morir dulcemente

 

Has hablado bastante y estás triste

Quisieras un país de sueño

Donde las lunas broten de la tierra

Donde los árboles tengan luz propia

Y te saluden con voz tan afectuosa que tu espalda tiemble

Donde el agua te haga señas

Y las montañas te llamen a grandes voces

Y luego quisieras confundirte en todo

Y tenderte en un descanso de pájaros extáticos

En un bello país de olvido

Entre ramajes sin viento y sin memoria

Olvidarte de todo y que todo te olvide

 

 

 

 

 

-De El ciudadano del olvido, 1941

Vicente Huidobro (Chile, 1893 – 1948). Poeta, narrador, dramaturgo, guionista cinematográfico, candidato a la presidencia de la república, padre del Crea ... LEER MÁS DEL AUTOR