Viajero sin fin
VENIDA AL TIEMPO
Nacía un árbol en la tierra
El cielo decía palabras dulces al molino
Un rebaño pasaba y era el polvo de otros mundos
Salud amiga tierra desde tus cumbres derrochando ríos
El cielo hablaba en los oídos
El molino festejaba con sus manos alegres
Porque el mar no perdía un minuto
Y el sol abría la vida con destreza
Nacía un árbol en la tierra
Y la tierra nacía en un árbol
Prodigio en cicatriz a favor del pasado
Pastor cuida tus células
Vienen las lluvias vienen los lobos sollozando vientos
Cuida tu sangre entre sus matorrales
Saluda al aire grande
Un perfume salta de su color para darse a la niña
Nacía un árbol en la tierra
Cuántos fluidos recorren los espacios
Cuánto rumor en los países
Cuántas yerbas y plumas y tibiezas para atraer los horizontes
Cuánta soltura en nuestras venas
Y esos andares a la sombra
(Esto y aquello en el cantar de la intemperie)
Vamos andando por diez mil caminos
Entre olores que se desatan
Suspendidos en su azúcar o cayendo de sus ángeles
Vamos andando llenos de palabras
Y de silencios al revés del alma
Pasando entre colores como cuerpos lavados
Delirantes como aquellos que quieren ser inmortales
Nacía un árbol en la tierra
Se comentaba el calor y el heroísmo
Niña de leyendas empezadas
Como el traje de novia en lontananza
TRANSFIGURACIÓN
Cómo hablar despertando toda cosa
Así también la fabulosa raíz del tiempo ya encarnado
Cómo decir todo lo que debiera ser aureola
En torno de la voz perdida por su propia hondura
Cómo decir lo que no quiere ser piedra coronada
Sabes que el canto de tus olas es obligatorio
Que el universo sólo descubre sus alianzas
Andando por los adentros de ti mismo
En esta amalgama de ecos
De inquietudes ahogándose en aguas sin respuesta
De mágicos desvelos
Y esta ansia de ser que somos
Estoy vivo y estaré muerto
Muerto como un sonido que atravesó la tierra
Soy el alimento de millones de años
Preparándome a través de los tiempos y los siglos
En escapadas furtivas o violentas
A través de las razas los países y los mares
Y las plantas los sonidos los colores
Dado a mí mismo por milenarias épocas
Y de ellas siendo un resumen inocente
Con sus actos y sus sentimientos
Rodando como ríos de las edades y los astros hasta mí
La angustia los tormentos
Innumerables aventuras de la piedra y el árbol
Unido siempre a esa cadena de esqueletos
Que se pierde en las noches terciarias
Y cada uno de ellos manda
Como jefe de tribu o capitán de estrellas
Y cada uno sufre y ve y anda
Y cada uno canta
Y cada uno guarda su pasión encendida
Su amor enloquecido y tal vez transmisible
Y cada uno ríe
Y odia y se encabrita como las narices del caballo ante el miraje
Y cada uno piensa
Y cada uno oye por todas sus hojas y por todos sus poros
Y cada uno lleva su lepra legendaria
Y sus auroras explosivas
Y todos se me agolpan unidos por el ansia
De ser vibración propia en los paisajes
Y allí estás hecho árbol por exceso de piedra
Hecho animal por exceso de árbol
Hecho hombre por exceso de animal taciturno
Allí estás tan doloroso en tus huesos pensadores
Tan acostumbrado a tu carne profética
Y tan feliz sobre tu sexo irresponsable
Que pareces una proa en el mar
En medio de ojos espantados
Y de esperanzas sonriendo en las arterias
ENTRE UNO Y OTRO
No Mil veces redonda noche de este no
No he de caer en el vacío entre dos astros
En la angustia y el vértigo
Prefiero la pureza de un ojo niño
Exactamente del color del campo
Y con todas sus distancias llenas de cosas estremecidas
Quiero un hálito de presagios
Sobre ese mismo mar donde pacen los barcos
Donde antaño cantaron ciertas algas en sus cabellos locos
Hay despedidas en el fondo de mi alma
O en alguna célula mía que va tras un reflejo
¿Es ella o eres tú? Substancia de mis éxtasis
Adentro de mi flor inaccesible
El cielo cae en ruinas y ella avanza
Se viste de horas y de años
Para esperar el saludo de sus estrellas
Se hace luz y sonríe porque sabe
Que es proyecto del tiempo y que viene en la luz
La luz que ella nutre de cabellos y ojos encontrados
¿Oyes ese ruido de nubes?
¿Te quedas o nos vamos?
Heme aquí de árbol en tu puerta
Atormentado de lejanías en distinta edad
Viendo la muerte que se desliza por los techos
Soñando un equilibrio de flores y deberes
Escuchando las hojas del recuerdo
Y el ruego de un profundo sentido que se muere
A esto se reduce tanto mar en el alma
Ambición de una gota respirando
El aire fresco de las golondrinas
Sentir tu fuerza contra el otoño
Tener entre mis manos tus mejillas
Mirar esa sonrisa que abre las alas
Cuando en mis sueños te regalo estrellas
VIAJERO SIN FIN
Es increíble que la vida no se entregue
Con sus huesos invitados
Y sus palabras devoradoras de cielo transitorio
Es imposible que la muerte se supere
Y se haga un gran camino de meteoros melancólicos
Vivo en lámpara atenta y todo inútil
En amistad con las estrellas
En ramaje de océanos
Y nada se ha logrado
Bosque de grandes cedros conoce a tu hijo
Las aguas miserables
La caravana de peces prodigiosos
Atraviesa los mares desde millones de años
¿Y cuál es el objeto?
Montaña de grandes olas conoce a tu hijo
El cielo nace encima de los sombreros
Y de las plumas que se ejercitan contra el frío
La tierra se forma y se deforma
Debajo de las camisas tendidas al calor
Mientras el agua baila y estornuda
Para guardar su olor a risa
Nada sabemos con el cuerpo entero
Si el mar saca la oreja y pregunta
De qué están hablando y qué es lo que esperan
Nadie podría responder
Vive la tierra con sus montañas
Y sus aguas presentes
Pasa
Va caminando hacia la muerte
Los suspiros de carne y hueso
Detestan su destino
Aprenden a llorar
Y se convierten en fuentes de riqueza
Para los campos olvidados
Vienen los ojos muriéndose de agua
Uno es el cisne del azar que sufre
El otro el fruto de lengua crecedera
Y ambos forman la esfinge de quimera helada
La esfinge atraída por el pánico
Descubriendo ventanas sin objeto
O creyendo encontrar su sangre en las memorias
O acaso en profecías de rompibles cristales
Y ella viene también
Adentro de su andar hay un vuelo de luto
Se agita el mar y las piedras se contemplan
El cielo baja hasta mi pluma y se humedece
Se ensancha la negrura que pretende a luz
El cielo anda sobre grandes anhelos
Cambia los árboles por ansias devorantes
Arranca de sus lágrimas algunos barcos con sus noches caídas
Y queda el tiempo sin moverse
Abandonado en su silencio
Esperando sin ninguna esperanza
De la hora que se abre
Sale un árbol angustiado
Pasa la tierra con sus aguas
Buscando un mármol para dormir debajo
SINO Y SIGNO
Has hablado bastante y no te agrada
No te gusta mostrar tus vísceras secretas
Y sin embargo vuelves a caer en ello
Protestas y repites la causa que te irrita
Hablas te exhibes te rompes la carne
Y permites la entrada a los ojos intrusos
Quieres cortar las cuerdas que te unen a los otros
Y vuelves a anudarlas
Coges el aire lo haces tuyo y lo regalas
Conquistas horizontes y los repartes
Haces luz en la sombra y la entregas
Como un paquete de soledades arrepentidas de su propia fuerza
¿Qué entierro es éste en que te entierras
En los pechos extraños?
Te exaltas y te ablandas
Te ablandas y te haces flecha de corazón
Más ciego que cualquier huracán
Hablas y protestas
Y vuelves a hablar y a protestar
Te haces árbol y das tus hojas a los vientos
Te haces piedra y das tu dureza a los ríos
Te haces mundo y te disuelves en el mundo
Oh voluntad contraria en todo instante
Favor de tierra y grandes fríos y calores
Todo grano ¡malhaya! lleva signos futuros
Un destino de ola que debe hacer su ruido
Y morir dulcemente
Has hablado bastante y estás triste
Quisieras un país de sueño
Donde las lunas broten de la tierra
Donde los árboles tengan luz propia
Y te saluden con voz tan afectuosa que tu espalda tiemble
Donde el agua te haga señas
Y las montañas te llamen a grandes voces
Y luego quisieras confundirte en todo
Y tenderte en un descanso de pájaros extáticos
En un bello país de olvido
Entre ramajes sin viento y sin memoria
Olvidarte de todo y que todo te olvide
-De El ciudadano del olvido, 1941