Verónica Delgadillo Vargas

La mujer del cielo y otros poemas

 

 

 

 

 

[de 37 armónicos para una fuga (2020)]

 

Juiciosa

 

Debo tener buen juicio

dicen

debo limpiar el pis

debo lavar la ropa

dicen

los platos, las tazas que no ensucié.

No hice nada en estos días

días de equivocación

dicen.

No soy una hembra perfecta

digo

no me preocupa serlo

no quiero serlo.

Es mi tiempo

un tiempo para propiciar

las coordenadas exactas

seguras

perfectas

donde calmar mi celo.

 

 

 

 

Liturgia

 

Abrí la ventana, amor,

que vuelo

alzada por un cardumen.

Llevo en las manos

las verdades de tu boca

y en la boca

la nostalgia de tus manos.

Abrí la ventana, amor,

cerrá la puerta

tirá la llave:

vengo a morir en vos.

 

 

 

 

En el huerto

 

Una lágrima cae por mi mejilla,

viene de un Dios

que preludia

su propia liberación.

Se seca en mi rostro,

es una huella sin alivio.

Un día la vida

brotará profusa de mi boca

y yo

temblando.

 

 

 

[de Ausencia del árbol (2018)]

 

Poema 24

 

Se ha derribado el silencio.

Nada más.

Brotes reventándose a la luz

todos los pesares

todos los agravios

como escombros de una casa.

Soy follaje de letras

un árbol que no ha existido nunca.

 

 

 

 

Poema 32

 

Y en el día eterno

cuando no suceda nada

habrá que despeinar el alma

ir de tronco en tronco

de rama en rama

hacia el silencio

de calor en calor

hacia la copa

esa copa de todos los que aceptan el riesgo de morir

definitivamente

satisfechos.

 

 

 

[de Las tejas de Job (2013)]

 

La mujer del cielo

 

Baja por la calle

la mujer del cielo,

sin gestos.

Su andar

va más allá de las normas,

del sueño.

Las palabras

son huérfanas

de su tiempo,

de su calma,

de sus paredes vacías,

de su vocación despoblada.

Sin sombra.

Baja por la calle

la mujer del cielo,

toda desnuda

como el ayer.

 

 

 

 

Como la Mistral

 

Breves

son tus ojos profundos.

Imperio brillante donde mi cuerpo se mece,

besando tu mirada.

Mece la esperanza en tus ojos

y peregrinas se abren tus pestañas —

como la mañana — jubilosas.

Me mirás,

y como la Mistral,

yo me vuelvo hermosa.

 

 

 

 

Escolopendras

 

La humedad de los ojos

lenta la vida

el crepúsculo

bocetos

dibujos

obras frenéticas

tacones gastados

botellas vacías

Chagall.

Chirico.

Colin Farrell.

Lautrec.

El loco pelirrojo.

Lenny Kravitz.

Poe.

Pooh.

vos…

Pacientes noches sobre el puente

islas

inmóviles

mudas

sin nombre

cielo sin nubes

amarillo

azul

Con los ojos colgados

desenrollando el dolor

sollozan pájaros hondos

de la sombra y de la queja

bajo tu voz

escolopendras escolopendras

Shhh…

cállate, amor

si hacemos ruido

la soledad volverá.

 

Verónica Delgadillo Vargas (Santa Cruz de la Sierra, Bolivia, 1977). Comunicadora Social de profesión. Publicó Las tejas de Job (2013, Mención de Honor en ... LEER MÁS DEL AUTOR