Tonino Guerra

(Santarcangelo di Romagna, Italia, 1920 – 2012; su apellido se lea como si fuera Güerra) publicó su primer libro de poesía en dialecto romañolo, I scarabocc (Los garabatos, 1946), poco después del fin de la segunda guerra mundial, casi al mismo tiempo que escribía y publicaba también los libros de narrativa La storia di Fortunato (La historia de Fortunato, 1952) y Dopo i leoni (Después de los leones, 1956). Siguieron muchas obras tanto de poesía como de prosa: entre las primeras recordamos I bu (Los bueyes, 1972), Il miele (La miel, 1982), La capanna (La cabaña, 1985), Il viaggio (El viaje, 1986), Piove sul diluvio (Llueve sobre el diluvio, 1997), Quartetto d’autunno (Cuarteto de otoño, 2001); mientras que sus obras narrativas más destacadas son L’equilibrio (El equilibrio, 1967), L’uomo parallelo (El hombre paralelo, 1969), Millemosche (Milmoscas, con Luigi Malerba; 1969-74), I cento uccelli (Los cien pájaros, 1974), Il polverone (La polvareda, 1978), I guardatori della luna (Los observadores de la luna, 1981), L’Aquilone. Una favola del nostro tempo (El Papalote. Una fábula de nuestro tiempo, con Michelangelo Antonioni; 1982), Cenere (Ceniza, 1990), A Pechino fa la neve (En Pequín hace la nieve, 1992). Su libro más reciente es: Polvere di sole. 101 storie per accendere l’umanità (Polvo de sol. 101 historias para prender la humanidad, 2012).

Durante toda su vida trabajó como guionista para muchos directores de cine italianos y europeos: entre otros, Michelangelo Antonioni (La aventura, La noche, El Eclipse, El desierto rojo, Blow-up, Zabriskie point, etc.); Vittorio De Sica (Matrimonio a la italiana, Los girasoles, etc. ); Federico Fellini (Amarcord, Y la nave va, Ginger e Fred); Andreij Tarkovskij (Nostálghia); Francesco Rosi (Hombres contra la guerra, El caso Mattei, Crónica de una muerte anunciada, La tregua, etc.); Paolo y Vittorio Taviani (La noche de San Lorenzo, Kaos, etc.); Theo Anghelopoulos (Viaje a Citera, El vuelo, Paisaje en la niebla, El paso suspendido de la cigüeña, La mirada de Ulises, La eternidad y un día, etc.).

En el pueblito de Pennabilli, en donde vivió a partir de 1989, creó un ambiente mágico con sus intervenciones artísticas en medio de la naturaleza: el Huerto de los frutos olvidados, el Santuario de los pensamientos, el Jardín petrificado, el Ángel de bigotes, el Refugio de las madonas abandonadas, etc.

A lo largo de su existencia Tonino Guerra ganó también muchos premios: el más reciente es el “Sigillum Magnum” otorgado por la Universidad de Bolonia en 2010.