

Presentamos dos textos claves del reconocido poeta polaco en la traducción al español de Krystyna Rodowska.
Stanislaw Grochowiak
La separación
Debe haber una medianoche
que ya no veré,
la medianoche del mundo
y la de veinticuatro horas.
El tiempo y el espacio hilvanado
con la única estrella,
bajo la cual tan sólo
ha nacido la muerte.
El olor de la medianoche yace
en los oídos de los muertos,
en las narices de perros pasmados,
en el sinfín de la nieve
y en las medallas de porcelana
por las que se asoman los niños,
quietos al fin.
El sabor de la medianoche pegado
a la mano aquella.
Cuando la toqué sabía a hierro
bajo un soplo de frío.
Desde entonces huyo a media lengua,
desde entonces
balbuceo.
para los amantes —el mismo afán
que para los muertos
La alcoba del amor que sea velada
con terror a Dios
Prohibido el acceso a los niños
Para los amantes —fúnebres en la dicha
el mismo atuendo
Antes de que se tapien las puertas,
se atranque la tierra,
el satín más pesado sobre sus cuerpos
se corroerá
Irse desnudando hacia el sueño
Nos desplazamos juntos
en esta cavidad disforme
Ella alquitranada
Yo con vestido azul
Ella enverdeciendo
desde la calvicie
Aquí —indica—
el primerísimo clavo
Aquí suspenderás
la cítara de tus dos manos
¿Y este jilguero
a lo mejor en ellas?
—Yo pregunto—
Ella sorda de ambas estrellas negras
Aquí —indica—
el siguiente clavo
Aquí suspenderás el tul
plateado de tus pulmones
¿Y esta rosa
posiblemente en ellos?
—Yo pregunto—
Ella ciega de ambos oídos perfectos
Aquí —indica—
el clavo para la cabeza
Suspéndela suavemente
el pico abajo
Y ya no pregunto
Me quedo desnudo
con la aureola del Bautista
por encima del cuello
de alambre