Viajo en mi lengua
De El Primer Libro (1985)
TODO TRANQUILO, INMÓVIL
Había que pintar el primer libro pero cuál pintar
cuál primer tomar todos los ocres también
el amarillo oscuro de la tierra
capas unas sobre otras: arcilla terracota ocre
arañar un poco lamer los dedos para formar
esa pasta ligosa
untar los dedos los brazos ya estás abierto
páginas blancas abiertas no hay recorrido previo
tratar de hendir los dedos
– Por qué tan tristes por qué así estos colores,
dicen, preguntan los choroyes de alas verdes
que pasan en bandadas
– Por qué esa oscuridad, gritan
– Hay un negro que sombrea que nos cubre
Se alejan pero no alcanzan a ver el rojo que descubro
Debajo de mi axila.
– No hay claridad, no hay claridad, graznan
– Ha caído la nube gris sobre mi vuelo: eran granizos
era hielo el que quebró mis alas
Y ahí en las alambradas, suspendido su vuelo
se dan a murmurar
todo tranquilo inmóvil apacible
CUAL PINTAR CUAL PRIMER
Zumban las alas negras
atento el oído atisba el aleteo
grieta profunda atraviesa las capas arcillosas
cruza rayo negro las capas amarillas
las fulmina
transgrede la suavidad dorada del polvillo
atisba el oído atento el aleteo negro
de alas negras
que sostienen el aire que lo aguantan
todo tranquilo inmóvil apacible
AUN NO ES TIEMPO
Muge la tierra el ocre el terracota el gris el negro
abrir la axila, hay una herida inmensa volcán
reteniendo sus aullidos:
acallarlo
– Aún no, aún no es el tiempo de la poda de las
guías rastreras,
mascullan los choroyes,
– Aún no es el tiempo de la poda de las guías
Rastreras
Mirar el hueco entonces –pobres humores grises
Y taimados-, detener el impulso volcarse al agujero:
Hay un rojo que brama por estallar
– Aún no es tiempo, aún no es tiempo
De Albricia (1988)
VIAJO EN MI LENGUA
de arena pantanosa
dos vocales O E
Viajo y rozan los bordes mi arenilla dormida
Adentro más adentro de la cavidad sonora
tus vocales las mías
en el ronco gemido
Me aferro a mis moluscos Penetro las papilas
Adentro más adentro llego hasta el estertor
al eco de otra lengua La camino
recorro la nostalgia la cerco
Pero a la piel no llegan claros los envíos
Qué sintaxis Qué paisajes que mis ojos no vieron
Quieren brotar desde esas aguas
y tu lengua mi lengua
CRUJEN LOS HUESOS DE ESTA PRISIÓN
Intento abrir al ritmo de mi abdomen
un hueco a la palabra Se encabritan las olas
de mi cabeza Aúllo Aúlla
el celador pliegue
de mi memoria
(mi naranja guardada por cáscara porosa)
Nadie entra en esta esfera Apretada
me sumo Zumo líquidos que irrigan
mis conductos Pero las fosas husmean
buscando la fragancia Mi naranja olorosa
apretada resiste pero el dedo se hunde
desgarrando Me abro en gajos amarillos
y crujo este sonido al desmembrarme
De En amarillo oscuro (1994)
Mariposa nocturna
se ha metido en mi aliento Apretados los labios
cómo voy a nombrarla
pregunta en espiral el aire de la boca
-sonriendo en un recodo está inventando
cómplices para vestir mis grietas-
dónde están dentro de este vacío
me pregunta sin aire buscando azules verdes
Contener esta busca
esparcirla (al oscuro) con unos trazos blancos
gruesos le pido desde el pecho
De Donde comienza el aire (2006)
y recuerda
el vals de su Edén
deslumbrante
vestida de jirones
el ojo fijo en la otra del espejo
se raspa el corazón con un rastrillo
que robó del jardín de su Edén
se dice palabras al oído
engulle las palabras que le sobran
y su vacío acompasa el gemido
del animal paralizado ante el rencor
del enjambre
lucidez
(que sube de la sombra
a cantar lo inefable)
el horror
lienzo blanco a horcajadas
en el canto sagrado
a Blanca Varela,
poeta peruana, desde su libro Concierto Animal
De Narciso y los árboles (1999)
Salgo loba a la calle corro
por la calle elevando remolinos
de polvo así no me ven
Abro puertas fauces llaves
dejo las llaves abiertas
las puertas abro las fauces
elevando remolinos de polvo
Así no Me ven Agazapada
a tu espalda hundiéndote los dedos
dónde llamar agoté las fichas
no hay más fichas no hay más números
dónde llamar
Sueño cabalgándote espoleando
tus flancos de loba
pintarrajeada quién va a saber
quién soy
Suben hormigas por los dedos
de los pies
ascienden como murmullo
insistentes
quieren salir por las fauces
como bramido
pero no hay fichas ni casetas telefónicas
se gastaron los dedos y los números haciendo
musarañas en el aire de tanto marcar el aire
dónde vaciar el grito
escondida en tu puño lamiéndote las yemas
Inédito.
Perdimos un ojo por los que no quieren ver. (*)
El ojo agudo atento
el que distingue minucias en la noche
el que escarba en la inmundicia invisible
el que graba y recuerda
grita ahora
luego del estruendo de luz que lo dejó sin luz
¡Mira! le dice al Otro (ojo)
Tú eres el Faro ahora
pregúntale por qué yo corría arrancaba
voltee un instante -dardo agudo sangre acuosa
oscuridad dolor dolor-
Tú eres el Faro ahora pregúntale desde mi cuenca
qué se siente ser Perseguidor.
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(*) título de la Acción de arte realizada el 3 de Noviembre de 2019 en el Frontis del Museo de Bellas Artes.