Con el mayor respeto
PARA SER ACOMPAÑADO SÓLO POR LA CLAVE
Auxílienme, versales al inicio
de este trozo de papel
cruzado por azules paralelas, vegas
de Robaina, carbonícenme, adjetivo
y adverbio, enemigos míos, gerundio
mal parqueado a sabiendas
que estás mal, bosquecito de pinos
entre 9na. y 5ta., laberinto:
mírenla qué linda
viene
Teléfono que suena todo el jueves
y llama al ángelus, dedo que tapa el sol
no permitan que mis hojas
de lechuga dentro del microwave
se transformen en plástico, no dejen
que me asuste la altivez
de las personas bellas como si la belleza
fuera fruto de un esfuerzo personal, página
rayada por mi lápiz chino: mírenla
qué linda va.
DE LA VISITA
El zunzún es juguete y es amor dice
Lecuona acuclillado sobre la madera
de un cajón en mitad de la calle, yo
lo he visto mientras pasaba del brazo
con quien no debo pasar y luego
cuando me hice fanático de un santo
exigente, igual de olvidadizo
que aceptó mi aguardiente y mi comida,
vi pasar a Lecuona con el cajón
bajo el brazo por la calle Medio
susurrando aquello del zunzún
mientras el pueblo adormilado
por el santo se entregaba en cuerpo
y alma a la contemplación
budista.
CON EL MAYOR RESPETO
En homenaje a los indios
vilmente aniquilados edifico
una barbacoa / levanto un cuarto
en homenaje al esperma
seco en pantalones sucesivos
—dril, caqui, corduroi, blue jean—
que no engendrara hijos
por no tener
habitación
ni nada
Y el estribillo es este:
dril, caqui, corduroi, blue jean
óyelo bien
que no engendrara, no
que no engendrara.
UN LUGAR, UNA FORMA EN MATANZAS
Algún lugar tiene forma de calle
con quinientos escalones desiguales.
Nunca supe su nombre, no he vuelto por ahí.
Al final está el río, en el comienzo
una arenosa ruina.
Allí pusieron una luz y un cuerno de altavoz.
Nos sentamos en el piso, tú leíste
unas líneas del amigo suicida.
En un momento mencionaba a Caibarién
playa republicana donde vi siendo niño
los senos de una joven por primera vez.
Regresaste temblando al escalón
las finas manos frías.
A un lado y otro
cocían sus pescados las familias sumidas
en sus televisores con los cuales
la farmacia, el aserrío o la empresa del azúcar habían retribuido su trabajo
ejemplar.
En una de aquellas casas merodeaba
el fantasma de Heredia, en otra
el del poeta Milanés según dijeron.
Otros bardos menores volaban también
en el vapor de las comidas.
Pienso yo.
CONUCO’S DREAMS
Como Sebastián el santo hincado
y machacado por todas partes subo
a un vagón camino a la provincia
y demoro en llegar un siglo entero
Duermo todo el camino: tierras yermas
y fábricas vacías hicieron que soñara
con un cultivador o soñara convertirme
en un cultivador No estoy seguro
Cuando regreso al parque principal
advierto que unos yumas se apoderan
del banco en que salvajemente
día tras día discutimos de pelota
Con el dinero que me den por recordar
sones viejos remendaré parte del techo
Algo quedará para ayudar a que un amigo
pague tremenda multa y quizás viaje
de nuevo a la provincia
a ver qué sueño.
INFANTA Y CARLOS III
1.
Llega pordioseando de nuevo
el carnaval con pies de plomo y dos pinzas
de cangrejo Va por Malecón sin alegría
Pordioseando de nuevo el carnaval
con ánimo nulo, como por obligación
Oyes o no oyes su gangarria Mira
como baja la gente por la calle vacía
como Gobi Se trasladan ejércitos desde
nuevos barrios injertados en los más allá
de los clásicos barrios marginales
vueltos al margen tras un largo
descuido Miras un rayo de plata
en la mano grande, una navaja
como la media luna Miras
mejor hacia el lado contrario
mientras la nochecita te practica una
nueva punción y dos mujeres policías
comparten una pizza en el portal
de la suprema logia.
2.
Hay dos mujeres policías
entrenadas para reprimir motines
domésticos en cuanto dobla
por la esquina la tragedia
griega: Esparta ha de ser
ese callejón que se pierde
por Los Sitios Micenas
puede ser esta ciudad
entera
Musculosas mujeres
policías: la primera tiene
un ojo verde, otro azul
y está aún en edad
de merecer, la segunda
bajo la cruda luminaria
de la esquina, negra
es bella.
GRULLAS DE BUTÁN
En las cumbres congeladas donde se ponen
a los parientes muertos cercenados en pedazos
para alimentar a las aves emigrantes, las grullas
abren sus enormes alas y rumbean el día entero
hasta que se pone el sol Dan lo mejor de sí
en la violenta danza erótica con sus infinitas
patas articuladas de manera asombrosa
al parecer ridículamente felices
y en parejas siempre
Son las grullas cuellinegras que regresan
cuando cede un poco el hielo —solo finge que
cede como las autocracias o algún amor diario
que te dio por perdido— Son las invariables grullas
de Bután que se aparean de por vida Como oyes:
una sola pareja de por vida Por eso cuando
vuelve la rara primavera al tejado del mundo
la llegada de una grulla solitaria
es triste de ver.