

Presentamos un texto clave del inolvidable poeta chileno.
Sergio Hernández
CARTA A DIOS
Fecho esta carta aquí en la tierra,
en este pequeño espectro creado por tus manos
y olvidado por tu memoria.
Las cosas no andan nada de bien por estos lados;
los diarios siguen anunciando crímenes y suicidios,
que tú permites con esa indiferencia
que parece caracterizarte
desde el principio de los siglos.
Sólo te veo, a veces,
asomado a los niños,
a quienes tú transformas, poco a poco,
en turbios entes desterrados;
porque es necesario decirlo,
los más esclarecidos adultos
se entretienen aquí en forma peligrosa
jugando candorosamente
con guerras y con bombas.
Yo soy la voz que clama
y reclama en el desierto,
en este mundo en que nos martirizamos
los unos a los otros.
Yo soy el que tengo hambre
y tú no me alimentas,
ando con sed y escondes tú las norias;
soy peregrino y no me hospedas;
desnudo estoy y no me vistes;
me encuentro en la cárcel
y tú no me visitas.
Suéltanos tu maná sobre la tierra;
destruye tú, si lo deseas,
cines, automóviles,
todo cuanto no sea sangre
en nuestras venas;
repártenos mejor las uvas, el pan,
la paz y las estrellas.
En verdad, en verdad, te digo
yo soy el que ha pecado
y seguirá pecando mientras viva;
de carne soy
y busco yo la carne florecida.
Es por amor que muero
y por andar amando me condenan.
Despierta, gran Señor, de tu letargo;
suéltanos tu maná sobre la tierra.
Yo he dicho como tú:
Hágase la luz
y emergen las tinieblas;
hágase mi alegría
y surgen las tristezas;
busco y no encuentro;
llamo y no se me abre;
entré por la puerta angosta
y di con la espaciosa senda.
Pero cosecharé uvas de los espinos
y haré estallar de abrojos, azucenas.
A ti te obedecieron los vientos y los mares;
los hombres y las bestias;
montañas y ciudades;
calma, entonces, Señor,
mis tempestades:
Dime si existe algo verdadero,
si tienen sentido los armamentos,
las carreras,
los terremotos,
los incendios,
los llantos,
las miserias.
Esparce tu maná sobre mi pueblo
y haz del sol la llama verdadera,
iluminando un día
para ambos hemisferios.