

Presentamos dos textos claves del inolvidable poeta chileno.
Sergio Hernández
EN MI ÁRBOL
En mi árbol de hojas desoladas
acumula el crepúsculo
sus últimos pájaros.
Casi está aquí la noche,
ella regresa siempre
pero tal vez tú nunca vuelvas.
Dispersos por el mundo,
no volveremos a encontrarnos
y a quién preguntar por ti
si conocí mejor tus ojos
que tu nombre;
si hablaron más tus labios
que tus propias palabras.
Tu recuerdo es tan vivo
que casi no me haces falta.
BAJO ESTOS LIBROS MUERTOS
Bajo estos libros muertos
y esta impotencia oscura
en este pozo ciego
tapiado por la andrajosa lápida
de las pedagogías
yace el pobre poeta
que agonizó toda su vida
no es más
no será más
murió como quien era
vivió asustado de su propia sombra
nunca pudo callar
lo que sus venas le dijeran
cuando la hostilidad del mundo
vulneraba su piel
de frágil pétalo legítimo
trató de hacerse fuerte como pudo
cuando los hombres
le mostraban los dientes
como lobos furiosos
trataba de reírse como niño
vibraba con aromos y rosales
con el amor y el vino
la rumorosa selva de su infancia
nunca pudo alejarse de su oído
ya están conformes todos
lo mataron
por fin salieron de eso
no es más
no será más
dormid tranquilos