(España 1542-1591). En la poesía mística Occidental son fundamentales sus poemas “Noche oscura”, “Cántico espiritual” y “Llama de amor viva”. Su presencia poética se sustenta en unos pocos poemas que no suman más de 300 versos. Omar Castillo nos dice que “La inspiración en San Juan de la Cruz nutre su manera de mirar y de ver, es decir, de ver y participar de la realidad, ya en su “Noche oscura”, ya en su “Llama de amor viva”. Aquí es necesario recordar que mirar y ver no son sinónimos, son dos acciones, la una, mirar, es poner los ojos en algo, la otra, ver, es querer tener conciencia de lo que se mira, y en esa conciencia de ver participan todos nuestros sentidos, ver es revelar lo mirado. Así el mirar y el ver inspirados del poeta, abren sus sentimientos a lo real absoluto, al amor y a la libido oscura y luminosa que cunden en la vida a través de lo sagrado, del “Amado” según el poeta.