En la tarde de las pequeñas gotas
Entre pensar o escribir
elijo arrancarte
connotaciones y adjetivación
simulan un decoro innecesario
yo focalizo
desgarro enteras
y por partes
las primeras luces
nada me distrae.
Una hoja de menta
silba el nombre que nos contiene
dentro del cubo negro
la hoja sorda todavía de piel crece
somos la mitad de la visión te digo
mientras palidecen y mueren
alrededor de la maceta
aquellos que no pudieron con nosotros
muerdo tus labios
y muerdo la hoja
debajo brilla excesiva e inmune la raíz.
En la tarde de las pequeñas gotas
aprieto el racimo
¿dónde comenzó?
¿cuándo fue?
¿cómo era?
aquí sobre mi espalda
en el punto exacto en que la flor te arrolla con su autonomía
y nos maravilla la precariedad en el gesto
la imagen completa en un punto
mis piernas que abren de par en par sus tejidos
y embisten a los pescadores para elogiar la noche.
Del libro Todo el paisaje a la sombra, Lamás Médula, 2015.
LA GALLINA
Sentado en el banco
estabiliza
yo administro mi reserva
le digo cosas menores
que acaso ya sepa
él sabe
acaso ya lo sabe
su tierra está en mi casa
las varillas del día
el balde repleto
la callecita en desnivel
los estúpidos no
fatigosos con sus ampollas
atrapan una y la cortan al medio
después corren
quitan del medio sus caras
no ven
no ven que ahora por ejemplo
mi hombre se deshace adecuadamente de mí
me apoya posible y fuera de su alcance
deja corrido el borde
ceniza en la remera
me sopla cal
¿tendrá todavía? ¿vendrá?
(ya casi termina)
los estúpidos no
el hombre
mi hombre
sentado en el banco
me arranca
me rompe
un tajo
un corte
me sopla cal
sentado en el banco
mi hombre sentado
mi
el hombre
marca
sola sola me deja
se deshace
me rompe
me besa
me besan
todos me besan
los estúpidos también
dale más
fijate que
parece cómo
los estúpidos no
basta me besan basta
los estúpidos no
sentado en el banco
mi hombre mira
advierte que así
tendida sobre la tabla
rota
pero no me recuerda
dale dale más
(ya casi terminan)
tabla
sangre
los estúpidos también
basta basta
mi hombre también
no recuerda
su tierra en mi casa
no recuerda
tabla
sangre
me sopla cal
terminan
ahora sí terminan
mi hombre los estúpidos se van
quedan restos
pelo
uñas
y sobre la tabla una gallina seca.