Roger Santiváñez

Virgen de Guadalupe

 

 

 

¿Mi constancia no es la de mi deseo?
-Martín Adán-

 

 

 

VIRGEN DE GUADALUPE

 

 

1

 

El sol es un sonido sobre el viento

Nada existe sino en mi mente desolada, cuando

Lágrimas de amor atraviesan el aire, surgen

En la esquina de tus pliegues secretos

 

Los días son trazos ocultos por las curvas

Que tu silencio oprime en el césped donde

Me tiendo a escribirte estos versos

 

En la luz invadida de la noche respiro la mañana

Que vendrá con los residuos del solitario afán

De sonreír enarbolando la nada de mi mismo

 

La evidencia del destino se perfila en la humedad

Del espacio donde guardas a oscuras la dulzura

Cantada en tu ascenso a la poesía

 

Horas fluviales me circundan fulguraciones suceden

La alterada quietud del desplazamiento

Es la lúbrica & nocturna porción intuitiva

 

El sueño subsiste horizontal en la

Creación diseñada en las márgenes

Infinitas cuyo sosiego chisporrotea

En tu decisión más invisible

 

 

2

 

Sustitución del mimbre por el miembro

Armado e innombrado & elección de la

Más fina entrada, allí los bordes

Pueden ondular perpendicular & culear

 

Navíos desprovistos de todo anhelo se lanzan

Por las gotas reunidas en una oscilación

Perfilada por azar sin colocaciones el

Goce de la sustancia & el vértigo

 

En la membrana tu fisura se ensimisma

& el aliento entrecerrado en alabanza

Se recrea regocija la deriva

 

Fecunda es la curva con la gasa que

Empapa tu porción provocando esta ilusión

Evidencia del sino encendida arborescencia

Oh la frecuento carnívoro amoroso

 

Aquí la brisa viene de ti, sutil marino

Perfume exhala su misterio, levísimo

Aprendiz del viento me sostiene erguido

 

En la escollera donde tú eres la marea

& el azul con que escribo esta canción

Chapotean las bellezas, semejan amores

Extraviados

 

 

3

 

En el estilo del mar vertical música me

Tiendes silenciosa con tu sonrisa diseñada

Por la calma de la ola en esta orilla,

Tiene tu fulgor de Virgen

 

Futo que alivia mi jardín interior sobrevolando

La pieza levantada sólo al escuchar tu voz

En los vasos sanguíneos digitales

 

Espejo donde admiras tu belleza & te tocas

Los cabellos derramados persuasiva siempre

A la hora del amor consientes mi boca

En la grieta que jamás se fatiga

 

Aroma del mar que allí portas asciendo al

Intersticio dulcísimo ante mi asedio & es una

Melodía atravesando los confites que

Sólo por ti he conocido

 

Así se desvanece el tiempo & se desborda un

Cielo de perfectas constelaciones sonámbulas

En el que reina tu cuello de cisne

 

Anillado conmigo en esta página

Donde no existe el deterioro

 

 

4

 

Color pálido uva del mar lo veo & lo adoro

Como tu silueta cuando me tocas la puerta

Del verano concesión de tu delicado vaivén

 

Adónde llegaría esa voz tuya en el vidrio de

Mis lentes presagio del noble movimiento

Vertiginoso, evocación

 

De tus cabellos resplandecientes ante mi desolación

Apagándose en el follaje secreto dibujo níveo

Cóncavo de ti misma enlace más elocuente

Hundido o fantasía prohibida

 

Horizontal despoblado se quiebra la perfección

Vas paciente al jadeante agujero intenciones

Abiertas de tu arraigada risa en la

Plenitud fulminada del deseo

 

Deslizas tu costado idéntico a la suavidad con que

Alumbras el prado de los parques limpios límites

Destinados a la sumersión cuyos cimientos

En ti se ciernen

 

La tibieza susurrante dispara pasiones

Consteladas en errática sin razón que me

Desprende del mundo & así se gesta

Esta poesía

 

 

5

 

Arena iluminada me rodea el mediodía

Se explaya por la playa, semidesnudos

Cuerpos perciben la infinita tristeza de vivir

 

El océano espera mi zambullida el sistema

Epitelial cualquier instrumento musical

Es la gaviota que quiere combo & deambula

 

Una especie de infelicidad campea bajo los toldos

A pesar del recuerdo de las delicias gozadas calatos

Este cuaderno de poesía

 

Voy a abrirme a los cifrados códigos probetas de la

Plasticidad del amor que tú & yo tuvimos floresta

Entre desechos alhelíes que el mar me ofrece

 

Ligera silenciosa suspendida se agarra a mi

Escritura porque quería escuchar esa madrugada

Cuya luz apenas percibías me sacaba de onda

 

& doy de bruces a la calle ondular árido

En la blanca espuma de las bermas, emanación

Fracturada en surtidores anteriores a mi

Deseo por ti luces papilas de sopita peruana

 

 

portada vírgen de guadalupe

Roger Santiváñez Nació en Piura, costa norte del Perú. Su libro más reciente de poemas se titula “Santa Rosa de Lima. Poema sacro en 31 silvas”. Tambi ... LEER MÁS DEL AUTOR