Roger Santiváñez

San Pedro y otros poemas

 

 

 

 

  

San Pedro

 

1

 

Mi adolescencia no ha muerto

 

en el estero de mi deseo

alta marea imposible, luz

del sol en mi corazón

gaviotas redimidas

en la orilla del aire

 

Desde mi cuarto

veo el desierto

las balsas de lisa & pejerrey

& las olas lejanas,

inexistentes sino al

cruzar la pampa de la isla

 

Estoy mirando los fuegos fatuos

al vagar por la senda

del recuerdo que son estos

versos escritos al lado

de la caracola subterránea

 

La arena se dibuja

en la canción que la noche

& su fogata con las chicas

desnuda mi inocencia,

verano de la dulzura más

linda, fresco del viento

que hacía sentirme ligero

en la baranda de la terraza

 

Me guardo ese dulzor

porque yo lo tuve & es

emblema de mi dolor.

 

 

2

 

El remanso de las olas

se recoge suavemente

cristales verde – azul en

 

la sinuosa quietud de la

marea humedece la arena

amanece en la playa sobre

 

la clarísima soledad del

aire en el montículo verdolaga

alcanza el repliegue marino

 

& en la noche sentados al

rededor del fuego tocaba

la guitarra & la duna

 

silenciosa se movía por

las luces lejanas recordada

fuente solar le prometía

 

en el frescor de la brisa

otra vez la transparencia

& la paz del estero hacia

 

la bocana donde el río

dejaba su corriente enar

decida por el sol de los

 

ramajes perdidos al azar

del viento & el soñado

algarrobo en las laderas

 

 

 

 

Otoño / Márgenes del río Cooper

 

1

 

Orilla crepuscular furtiva eres

la luz invadiendo el caos

abrumado por la nada & la

 

proximidad de la luna lejana

constante como este viento

tibio & errante en la espesura

 

del incierto bosque aledaño

en la hora postrimera del día

propicia a la canción del

 

después ya no hay memoria

ni sombra leve en la comisura

de tus labios recordados

 

o una lágrima corrida en

tu mejilla en el instante

final del poema escrito

 

en el reflejo de las ondas

& su frescura remota

como un éxtasis de

 

tiempos perdidos en la

región insólita fugaz

donde el prado se enternece

 

& duerme para siempre

 

 

2

 

Esta tarde es la dulzura

danza de los árboles al final

de un ahora que ya no dura

 

imaginario en la forma fugaz

de mi canción silente & la pa

sión por la muchacha lejos

 

antigua soledad que esta

dicha me depara íntima

declinación de la juventud

 

perdida en el hondo celeste

del cielo sobre el río o

la memoria del jazmín

 

cuando la luz no quiere

irse pero se irá & llena

el vacío de las horas

 

constantes furtivas co

mo el secreto de un

amor en el tablazo

 

de los sueños donde se

acumula la nada &

sin embargo este verso

 

persiste en poesía

 

Roger Santiváñez Nació en Piura, costa norte del Perú. Su libro más reciente de poemas se titula “Santa Rosa de Lima. Poema sacro en 31 silvas”. Tambi ... LEER MÁS DEL AUTOR