Rodolfo Hinostroza

Para llegar a Nazca

 

 

Para llegar a Nazca

(Conversaciones con Rodríguez Lorraín)
1.

“Imagínate una especie de bulldozer amarillo
en el Mercado Central,
empujando una inmensa masa de basura, como una ola
contra un muro.
Imagínate
una chiquilla preciosa,
la falda al viento —¡aquí hay unas mujeres!—
algo así como una Venus chola,
que en lugar de emerger de la espuma del mar, emergía
de la basura,
con el pelo mojado.
Fue una visión tan fuerte, que anduve
varios meses vagando por la Costa,
antes de hallarla. Y cuando la miraba,
fascinado,
¡casi me roban el carro!”
Tercer Mundo: una epifanía
con hampones, un teorema con narcos, aquí
la Regla Áurea,
da proporción de catástrofe al desastre:
“Si sumas
las cifras posteriores a las anteriores,
tomando como punto de partida el Uno,
vas a ver cómo se ordena El Mundo
—la carta XXI del Tarot—
y una mujer desnuda viene a ti
rodeada de guirnaldas de basura,
un manojo de luz
en cada mano:
“¡Oh! ¡Te he esperado tanto!”
¡Ñangas!

2.

“Las percepciones hablan, y no solamente hablan,
sino que me he pasado dos años
esperando que hablen.
Es más corto
que esperar el correo de New York, París o Berlín
para saber cuál es la onda.”
¡Eh! Y La escultura
que enterraste en el mar, Cabo Creus, Aphrodisium,
¿ha florecido ya? ¿Florecerá
antes del fin del mundo? El misterio
labrado por el mar ¿se hará visible?
Los perros del océano
se frotan el pellejo en las aristas
del Templo Cúbico,
que yace bajo 70 brazas de agua,
sagrado
porque no está a la venta.

3.

“Una ciudad alimenta a su hombre
con aristas, visiones y desechos. Trabaja
como la propia naturaleza, como
el viento y la lluvia sobre el techo
(he dejado unos cuadros sobre el techo)
y produce accidentes. Tiene algo
de profundamente femenino”.
Al fondo, el Cono de Oro,
esa escultura que parece una escuadra,
abre las piernas como una máquina
deseante.
¿Qué es?
¿El eco de una conversación
en Cadaquez
jugando una partida
de ajedrez?
“Cuando tenga sus Reglas
serán en Oro puro”.

4.

En el departamento pelado y solitario
hay una luz de fondo de verano,
y sobre el muro
una empalizada de voyeur:
penachos y vendajes,
árnica para el Tótem
(la búsqueda del Graal se hace para curarlo)
y un viento del desierto aúlla
entre estas planchas bárbaras
“Son las tablas
del container donde traje mis cosas
de Europa.
Ahí hay todo un lenguaje. No he
corregido nada.”
Una serie de gestos
espontáneos Escucha: “El espíritu
no se deja expresar espontáneamente: sólo lo hace
en virtud de una espontaneidad superior,
toda penetrada de reflexión “.

5.

La camioneta ronronea entre el polvo:
por centésima vez Lima-Paracas-Lima
hendiendo los desiertos teocráticos. Barro y quincha
los sacerdotes-arquitectos,
con un graffiti obsceno en las espaldas.
“¡No hay nada más arrecho que Chan-Chan,
todita en barro! Es la materia del país,
o al menos de la Costa.
¡Ese Coño Emplumado
lo hice con los plumeros de Polvos Azules,
un Pubis Prehispánico en adobes y plumas!
¡Cuando
introducíamos los mangos en el barro,
ya no podíamos más, de puro armados!”
(Stop)

6.

El viento
¿ordena? ¿desordena?
¿las dunas? ¿cuáles dunas?
“¿Ves? La idea es
una inmensa escultura
de once veces once columnas
formando un cuadrilátero en la arena.
Nada más.
Ahí creo que hasta me gustaría vivir.
Sólo que me tomarían por un loco obstinado ascético,
tipo María Reiche. Pero no hay nada más
loco,
obstinado,
ascético,
que éste desierto.”
Ves?
Se hizo arder el cuerpo de una mujer en las arenas

y un hombre avanzó hasta la boca del desierto

“¡Oe!
¿Dónde estás yendo?
¡Oe!
¡Oe!”

Lima, mayo del ’84
(citas de Pound, Kierkegaard, Perse)

 

 

Celebración de Lysístrata
I

War, he sung, is toil and trouble
honour but an empty bubble
y ese verano estábamos tendidas en las playas de España
incandescencia de ojos
tomé un caracol y lo puse sobre mi sexo
quieto ahí dije y a mi amiga esa luz Turner
que nos borra nos saca del planeta
breve humo azul
y me desentumecí entre tres muros blanqueados
blanco de cal pensé
y me revolví una vez más en el lecho
él dormía
y vi:
botas kepí correhuclas
en algún sitio un arma
un manojo de flechas atravesando el cuarto
pero su cuerpo era como un arco iris
odrido por la violencia
no sabrá qué es lo que ha dormido con él
haz el amor no la guerra
hazme el amor
no la guerra
repetí en su oído
él prometió y juró
pero no sabe y duerme indefinidamente.

II

Never ending
still beginning
fighting still and still destroying
Le advertí y dije No es heroísmo
no amo a esa clase de héroes
1.83m 21 años sano cree en los Hell’s
/ Angels
escribió y dijo: “Marga, la vida del ejército es la mía;
hay un tesoro
de compañerismo. Me siento más hombre que en tus
brazos ‒etc.”
Hice el amor con un hindú; sus brazos eran frescos
y su lengua dulcísima
rodamos entre el heno
nos rodearon cantando
los pájaros salvajes y él habló de las constelaciones
again
y en Silver Street nos insultaron: le abrí la camisa y besé
su pecho hundido: “Ponme encinta” murmuré “antes
de que él regrese”
& le espera una larga noche de llanto
llamándome ramera y arrastrada
o la ficha US Army: “A las 23 h. a 10 km,
de Da Nang…”

III

If the world be worth thy winning
think, O thinki it worth enjoying
& varias de esas luces de magnesio se balancearon
sobre la playa
y vi: éramos como 5 000 que dormíamos o hacíamos el
amor
o fumábamos en silencio
sólo el oleaje plac roar plac roar
y Antoine: “Es mejor que te vistas no tardan en llegar”
Envolví el Oro de Acapulco y lo escondí en mi slip
reí: sombras reptantes: reí.
& estrépito/furia/camiones/jeeps/soldados/gases
y un imbécil gritaba:
“¿Quién es Russell? ¡Agarren a Russell!”
Les entregamos flores y sonrisas
y el puro canto de la Giovinetta
deslumbrados mirando caer las bengalas
entre dos me arrastraron & sentí el temblor de su mano
en mis muslos
“¿Quieres?” dije
“No ahora” dijo sudando
reí: “No nunca” y me golpeó con el dorso de la
mano.

IV

Lovely Thais sits beside thee
take the good the gods provide thee
pero la primavera no ha terminado
the Youth aún sin astucia
Don’t trust anyone over 30
ojos agua azul
y los veleros eran de cristal
aéreas praderas de Marte & Etoile
la tomé de la cintura y dije nuestros cuerpos son jardines
tomemos del mundo la belleza
usemos de esta dialéctica inmisericorde
sorprendidos por los deportes de invierno
ese blanco estuvo en las flores y las bugambilias eran
sangrientas
corza frágil teme la tierra
y te acercaste a las puertas de la Cité
los guardias te desnudaron & preguntaste han visto
a mi amante
desplazándonos entre paréntesis de aire
creamos belleza donde había miseria
así amor en vez del odio
verdad y no exterminio
en Dachau crecen lilas
oh ves oh ves
y no más arrinconarse a meditar
alguien musitaba la canción de Fergus en la noche
desertores
US Army
War is good business invest your son
no callaré por más que con el dedo
O my Youz!

 

 

-Agradecimientos especiales a la viuda del poeta Ingrid Sipkes y al editor Jerónimo Pimentel.

Rodolfo Hinostroza Nació en Lima, Perú, el 27 de octubre de 1941. Su infancia transcurrió en Huarraz. Cursó los estudios de medicina en la Universidad Naci ... LEER MÁS DEL AUTOR