Nació en Pensilvania en 1887. De joven recibió una esmerada formación clásica en su país natal y en Europa. Con el paisaje californiano como telón de fondo y una radical visión del mundo tributaria del pensamiento de Nietzche y de Freud, y que él llamó “inhumanismo”, Jeffers renovó la tragedia griega y puso la costa Oeste norteamericana en el mapa de la poesía lírica de su tiempo. Cobró fama por sus adaptaciones del Agamenón de Esquilo y la Medea de Eurípides, lo mismo que por sus violentos y provocadores poemas narrativos como Tamara, El semental ruano y Las mujeres de Punta Sur. Murió en California en 1962.