Roberto Juarroz. Un poema quebrado

Compartimos cuatro textos breves del celebrado poeta argentino.

 

 

 

Roberto Juarroz

 

 

SI ALGUIEN

Si alguien,
cayendo de sí mismo en sí mismo,
manotea para sostenerse de sí
y encuentra entre él y él
una puerta que lleva a otra parte,
feliz de él y de él,
pues ha encontrado su borrador más antiguo,
la primera copia.

 

 

HAGO UN POZO…

Hago un pozo
para buscar una palabra enterrada.
Si la encuentro,
la palabra cerrará el pozo.
Si no la encuentro,
el pozo quedará abierto para siempre en mi voz.

La búsqueda de lo enterrado
supone adoptar los vacíos que fracasan.

 

 

UN POEMA QUEBRADO

Un poema quebrado,
como un tronco partido por un rayo,
como un tallo roto
por el propio delirio de la flor que sostiene,
exhibe de pronto en el lugar de su ruptura
algo que se parece a un regreso.

La vergüenza de amar sólo lo múltiple,
va convirtiendo al amor en locura,
en un sol que se desplaza de improviso
a la vereda de enfrente.

El poema se quiebra
para que el amor reconozca en su propia sustancia
la unidad de lo múltiple
y pierde su vergüenza.

El poema se quiebra
para que el sol regrese.

 

 

LLAMAN A LA PUERTA

Llaman a la puerta.
Pero los golpes suenan al revés,
como si alguien golpeara desde adentro.

¿Acaso seré yo quien llama?
¿Quizá los golpes desde adentro
quieran atrapar a los de afuera?
¿O tal vez la puerta misma
ha aprendido a ser el golpe
para abolir las diferencias?

Lo que importa es que ya no se distingue
entre llamar desde un lado
y llamar desde el otro.