

Presentamos un texto clave del reconocido poeta chileno y Premio Reina Sofía perteneciente a su libro Purgatorio.
Raúl Zurita
DOMINGO EN LA MAÑANA
I
Me amanezco
Se ha roto una columna
Soy una Santa digo
III
Todo maquillado contra los vidrios
me llamé esta iluminada dime que no
el Super Estrella de Chile
me toqué en la penumbra besé mis piernas
Me he aborrecido tanto estos años
XIII
Yo soy el confeso mírame la Inmaculada
Yo he tiznado de negro
a las monjas y los curas
Pero ellos me levantan sus sotanas
Debajo sus ropas siguen blancas
—Ven, somos las antiguas novias me dicen
XXII
Destrocé mi cara tremenda
frente al espejo
te amo —me dije— te amo
Te amo a más que nada en el mundo
XXXIII
Les aseguro que no estoy enfermo créanme
ni me suceden a menudo estas cosas
pero pasó que estaba en un baño
cuando vi algo como un ángel
“Como estás, perro” le oí decirme
bueno — eso sería todo
Pero ahora los malditos recuerdos
ya no me dejan ni dormir por las noches
XXXVIII
Sobre los riscos de la ladera: el sol
entonces abajo en el valle
la tierra cubierta de flores
Zurita enamorado amigo
recoge el sol de la fotosíntesis
Zurita ya no será nunca más amigo
desde la 7 P.M. ha empezado a anochecer
La noche es el manicomio de las plantas
XLII
Encerrado entre las cuatro paredes de
un baño: miré hacia el techo
entonces empecé a lavar las paredes y
el piso el lavatorio el mismo baño
Es que vean: Afuera el cielo era Dios
y me chupaba el alma –sí hombre!
Me limpiaba los empañados ojos
LVII
En la angosta cama desvencijada
desvelado toda la noche
como una vela apagada vuelta a encender
creí ver a Buddha varias veces
Sentí a mi lado el jadeo de una mujer
pero Buddha eran los almohadones
y la mujer está durmiendo el sueño eterno
LXIII
Hoy soñé que era Rey
me ponían una piel a manchas blancas y negras
Hoy mujo con mi cabeza a punto de caer
mientras las campanadas fúnebres de la iglesia
dicen que va a la venta la leche
LXXXV
Estoy mal Lo he visto
yo no estaba borracho
Pero me condené
XCII
EI vidrio es transparente como el agua
Pavor de los prismas y los vidrios
Yo doy vuelta la luz para no perderme en ellos
DOMINGO EN LA MAÑANA / EPÍLOGO
c
Se ha roto una columna: vi a Dios
aunque no lo creas te digo
sí hombre ayer domingo
con los mismos ojos de este vuelo