Raúl Bopp

Ciudad salvaje

 

 

(Traducción al español de Floriano Martins)

 

 

 

CIUDAD SALVAJE

 

Esta es la galería de las raíces afligidas,

Condenadas a alimentar la gran jungla de arriba, la enemiga del hombre.

Se retuercen, como enormes clavículas, aplastadas por el peso de los tallos.

 

Los sapos, escondidos en la sombra, espían los árboles que no trabajan.

Y los troncos sabios, arrugados en un sanitario del paleolítico,

Estudian, durante la noche, una nueva geometría salvaje para las hojas.

 

Las enredaderas dobladas susurran en lo alto, tejiendo intrigas en el borde de las ramas,

Donde se mecen las lánguidas orquídeas.

 

Las hojas del açaí se mueven, como patas de araña clavadas en un tallo.

Grita un mono aullador, sacudiendo los árboles somnolientos.

Al fondo, un trozo de selva exige silencio.

 

Sola, abrazando las primeras flores,

Se despierta llena de susto, un pie de miratuá, embriagada y frágil.

Miran a través de las hojas castañeteando en un claro en el bosque.

De repente, un cururú, centinela, grita ¡ALTO!

QUÁ QUÁ QUÁ

 

Entre los asombrados arbustos, pasa lentamente la austera sombra de Jacques Hubert

Catalogando umbelíferas.

 

Un pío… un silbido largo, entre risitas anónimas.

Entonces todo el bosque, alarmado, ante la ingenua irreverencia del sabio,

Desenreda desde lo alto de las ramas, en grandes carcajadas, un abucheo:

QUÁ QUÁ QUÁ

 

 

 

 

COBRA NORATO

(tres fragmentos)

 

V.

 

Aquí está la escuela de los árboles

Están estudiando geometría

 

– Ustedes nacen ciegos. Tienen que obedecer al río

 

– ¡Ay, ay! Somos esclavos del río

 

– Están condenados a trabajar siempre, siempre

Tienen la obligación de hacer hojas para cubrir el bosque

– ¡Ay, ay! Somos esclavos del río

 

– Tienen que ahogar al hombre en la sombra

El bosque es el enemigo del hombre

– ¡Ay, ay! Somos esclavos del río

 

– Atravieso paredes gruesas

Escucho pequeños gritos de ai-me-acuda:

Están castigando a los pájaros

 

– Si no conoces la lección, tienes que ser árboles.

– Ay ay ay ay…

 

– ¿Qué vas a hacer ahí arriba?

 

– Tengo que anunciar la luna

cuando salga detrás del arbusto.

 

– ¿Y tú?

– Tengo que despertar las estrellas

en las noches de San Juan.

 

– ¿Y tú?

– Tengo que establecer las horas en el fondo de la jungla.

 

Tiúg… Tiúg… Tiúg…

Twi. Twi-twi.

 

 

XI.

 

De acuerdo

La luna nació con círculos oscuros

El silencio duele dentro de la mata

 

las estrellas se han abierto

Las grandes aguas se encogieron somnolientas

 

la noche cansada se detuvo

 

¡Oh compadre!

Quiero escuchar música suave

que se extienda a través de la sangre;

música con sabor a luna

y el cuerpo de la hija de la reina Luzia

 

que me hace volver a escuchar

la conversación de los ríos

que traen quejas del camino

y voces que vienen de lejos,

maltrechas de ay ay ay

 

Crucé el Treme-treme

 

Pasé en la casa de Minhocão

Dejé mi sombra para el Bicho-do-Fundo

solo por la hija de la reina Luzia

 

conmigo llevé esencia de puçanga

y corteza de tinhorão

fanfan con hojas de trébol

y raíz de mucura-caa

Pero nada salió bien…

 

Estoy caminando con una jurumenha

que nos hace un poquito de dolor

y mueve la sangre lentamente

 

Oh compadre

No hagas ningún ruido

que la hija de la

reina Luzia

todavía puede estar dormida

 

Allá por dónde andará

que quiero solamente

ver sus ojos mojados de verde

su alargado cuerpo de canarana

 

Quizás ande lejos…

Y yo me hice un gira-mundo

para tener un querer

de la hija de la reina Luzia

 

Oh, no hagas ruido…

 

 

XVIII.

 

Me voy a estirar en esta paturá

para escuchar ruidos desde el borde del bosque

y sentir toda la noche habitada por estrellas

 

¿Quién sabe si alguna de ellas

con sus hilos plateados

vio el rastro luminoso de la hija de la reina Luzia?

 

Los rumores lejanos se disuelven

en un fondo de bosque anónimo

 

Siento el pulso de la tierra

latir en cadencia

 

Se responden silencios inmensos…

 

Raúl Bopp (Brasil, 1898-1984). Es uno de los poetas brasileños más importantes. Su obra poética incluye los siguientes títulos: Cobra Norato LEER MÁS DEL AUTOR