Raffaela Fazio

Si hubiera sabido

 

 

 

(Traducción al español de Emilio Coco)

 

 

 

(Cada cosa tiene su sueño)

 

Cada cosa tiene su sueño

y su manera de ofrecerse.

Cuando está verde

la madera perfuma.

Cuando está seca se rompe

y luego arde.

 

 

 

 

(A cada oráculo)

 

A cada oráculo un tahúr

A cada roca su osario

de adivinos inconscientes.

No nos he dado  saber

cuál es el tiempo, ni el modo.

Pero el dolor tiene su vado.

Descienda el fuego sobre Jano

y sobre Adán

el torpor.

 

 

 

 

(Tarde se ha doblado)

 

Tarde se ha doblado

la glicinia sobre el parral.

O demasiado de prisa

el perfume

nos ha encontrado.

Como el silencio que precede  el sonido

y vuelve superfluo el chantaje.

 

 

 

 

CLAIRIÈRE

 

Al final

es quizá el destino de cada hombre

aclararse

como un bosque

cuando permanece a la vista

una cosa sola

contra el blando horizonte

y ofrecer justo aquélla

al mundo y al cielo

como se ofrece a un padre

la frente.

 

 

 

 

ALETHEIA

 

Tiene ojos de pájaro nocturno.

En las garras

un silbido musgoso.

Desmenuza la distancia del cielo

para servírtela en bandeja

y desmiente al listo cuclillo.

Pero cada movimiento del corazón

celoso

lo siente.

Ten cuidado.

No soples sobre el nido.

Que no se levante en forma de briznas

el recuerdo

en el viento más alto

 

y vuelva a caer

no resuelto distinto

sobre el contorno verdadero

donde está encerrada la presa:

mi rostro

en el tiempo.

 

 

 

 

MITAD

 

Eres por mitad

mi pasaje obligado

desde las cimas cegadas por la ventisca

hasta los desnudos epicentros del aliento

donde más verdadera

crece la vida

en las entrañas del riesgo.

Y por mitad

estoy fuera de toda ruta

un paso escarpado

no expugnado:

en la total ausencia de pruebas

eres mi dulce crimen

nunca cometido.

 

 

 

 

(Soy)

 

Soy

aquel fondo de aire

que más que otros manifiesta

la lluvia

la zona suspendida

donde más claro

se esboza

el deseo.

Soy

aquella yo

que me revela.

Pero es siempre

un rostro de ausencia.

 

 

 

 

(He visto un ángulo)

 

He visto un ángulo invariado.

Luego me he percatado con los años

que de los tres lados

uno se  ha reducido.

Entre los otros dos –el blanco y el negro–

es muy breve ahora la distancia.

El espacio llano circunscrito

se ha reducido.

A veces incluso

en el encabalgamiento lo que queda

es una línea un sedal

un segmento ni blanco ni negro

que se vuelve más gastado

casi un punto

que quema

carente de atributos

que en sí no tiene ninguna superficie

pero que deja por doquier

un estar ilimitado.

 

 

 

 

(Si hubiera sabido)

 

Si hubiera sabido

cuán verdadera es la muerte

habría silenciado

el asalto a mis sienes

utilizado otras armas

habría  desvestido en mí

al enemigo hasta su última camiseta.

Si hubiera entendido

que la muerte no devuelve lo que se lleva

en la batalla

habría sido el golpe

no este sonido blanco

incesante torcido

de corno

en la retaguardia.

 

Raffaela Fazio Nació en Arezzo, en 1971.  Después de vivir en distintos países de Europa, se establece en Roma, donde trabaja como traductora. Licencia ... LEER MÁS DEL AUTOR