Región de lo inmediato
REGIÓN DE LO INMEDIATO
Escribir y escribir, dar hachazos
al árbol primitivo, a la madera
primigenia, ser un ebanista
medieval, un monje
de monasterio, un meister
de la pluma, un escriba
del templo, un ermitaño
del grafito, talar firme al árbol
hecho hoja, al papiro egipcio
al pergamino de la antigüedad
al gutenberg moderno
y todo por esa luz al fondo del túnel
por cegarnos con la divinidad inmaterial
a través de la materia
del árbol primitivo, de la madera primigenia
y transformar la nada en un huevo fabergé, escribir
y reescribir ahora comprendo, leer y
releer, ahora me interno y ser la
pausa luego del hacha, el silencio
luego del parloteo, fijar la vista
en el cielo de la escarcha, amar
esas flores amarillas que descongestionan
los sentidos, y volver al punto de
partida para partir el árbol primitivo
la madera primigenia, para crear el
sig-oto-el otro-sig-no-el ver-bo-el-as-ombro
para apoyarte luego del escombro
en el árbol primitivo, en la madera
primigenia y obtener sombra luego de
arder en la caldera que chifla y resuena
campana del jorobado de Notre Dame
y ser el trovador que busca al trovador
que rasca el árbol y encuentra el HUEVO
perfecto dentro de la savia caliente
y las barbas de la corteza:
el huevo que late
el latido que le da
la singularidad
a lo inmediato.
(De La escritura de arcilla, 2002)
POEMA ROTO
Le quito páginas al río
y cuando digo río
escucho a los pájaros agolparse en los ramajes viscerales
para por fin desmenuzarse en el cielo disuelto
No. Le arranco páginas al río
Quiero decir –intento lo que no se puede
Detener al río no se puede
No se le pueden quitar todas las hojas al río
Detener lo escrito en el agua
Pero le quito las páginas al río
Me defino por eso. Y lo hago
Atravieso una penumbra. Pero el río es una máquina feliz
Existe aparte de mí. No me espera ni se inmuta
y yo escribo sola
No digo –ahogada- pero pienso que el río
escribe versiones que luego desleo
sintiendo mi problema de enfoque
Igual, las páginas se escriben solas
y yo estoy sola cuando escribo
e intento quitarle páginas al río
ALTURAS
No puedo escribir sin destruir
un poema que es un árbol
lo es porque antes sorbió con creces
las raíces de un poema anterior
y lo dejó petrificado y esquelético
El poema nuevo en cambio
se puso robusto y en flor
Yo estoy aquí
en esta batalla
de sangre –tinta-
de boca –papel-
de hacha –borrar-
Y estoy dispuesta a matar
sin piedad si logro con ello
mi único objetivo
-lo que yo deseo-
hincarle el diente al fruto
más jugoso y maduro
en la punta del árbol
RAÍCES
La escritura sólo vive en un país subterráneo
Digo, me has visto antes
Pero digo, que lloro porque quiero tocar fondo
y cuando toco fondo me gusta sentir
que navego por mares de tierra
y que el polvo que me cubre es una huella de mi respiración.
Por eso yo vivo aquí
donde el agua necesita bajar hondo
donde los capilares disminuyen su espesor
sólo para consolarme
donde transpirar es darle lugar a que crezca un brote
donde transmirar es mirar más allá
o que me mires ahora como no me habías visto antes
SIMBIOSIS
Cogito ergo sum.
Tengo el hambre del animal que dejó la jaula
por el bosque de las flores instantáneas
y me pre-siento
Voy con pasos blandos y no dejo de pensar
en el bocado siguiente
Estoy distante de los barrotes
-por cierto nada barrocos-
y en esta maleza tengo el mal del estómago que piensa
Cuando mis tripas gritan no me puedo tapar las orejas
No puedo bailar si estoy pensando
La tribu se me aleja
Tengo fuego en las entrañas que entrañan penas
verdaderas y aunque no tengo tango tengo tierra
y quiero pisar porque así no pienso
en mi estómago salvaje que piensa
Soy un animal sin ángulo
con pelo vegetal y uñas minerales
Nací torcida
(De Árbol experimental, 2004)
DULCE Y DOLOROSA ESPERA
en donde empieza este verso
veo las encrucijadas que se han tejido
con la paciencia de Penélope
así te esperaré
amarraré mis agujas de opaco acero
dejaré mi tejido anclado
no visitaré mares lejanos
ni surcaré campos en flor
así te esperaré
destejeré y volveré a tejer el mismo sueño
si pierdo el punto
empezaré una y otra vez
hasta que el tejido tome la forma de tu rostro
y luego lo destejeré una, dos, tres
todas las veces
para que un día
inesperado
cuando regreses
tengas todo el calor acumulado en mi vientre
y me tejas y destejas
una y otra vez
una y otra vez
una y otra vez
TRANSFORMACIONES
abro la página en blanco
como un cesto
meto mis manos
encuentro llantos, risas
y el gozo del árbol desnudo
tengo las manos llenas de recuerdos
un recuerdo en cada mano
y en cada recuerdo otras manos
aguardando recordar
quiero páginas así
quiero gritar
páginas así
desnudas
blancas
abiertas
para que bucee tranquila
en sus aguas
hasta ahogarme
(De opacidad, 2010)