Esto no es un testimonio
(Traducción y nota de Geraldine Gutiérrez-Wienken*)
En su libro de poesía «nach den narkosen» («después de las anestesias») Paul-Henri Campbell nos entrega su revuelta contra la finitud de la vida. Este no es un testimonio. En el epílogo a su libro, Paul afirma: «Pienso que la escritura de lo mordido es una revuelta contra la finitud de la vida». En efecto, el lector de la mordedura [y aquí vale decir que casi todos (los poetas) estamos mordidos] no busca testigo ni se deja engañar por la trama víctima-victimario. La poesía es per se un acto de revolución y la vida del que padece una insuficiencia cardíaca congénita no es testigo. En palabras del poeta: «Es la mundanalidad desnuda la que intenta afirmarse en su expresión, la que se rebela contra la ruptura de su autocomprensión».
Según Paul-Henri Campbell, quien además es teólogo, la idea de testimonio se basa, en muchos aspectos, en las tradiciones religiosas de Occidente. Los mártires son testigos de sangre de la fe. Pero a menudo, su martirio es también un instrumento de propaganda de la iglesia. Asimismo, el testimonio constituye un paradigma de ruptura de silencio de pueblos oprimidos cuyo sufrimiento pasa a un segundo plano y, en realidad, no importa en lo absoluto en el texto testimonial. Afirmar que tales textos de martirios dan testimonio de una pena resultaría incluso presuntuoso. O sería demasiado poco. En ese mismo orden de ideas, Ingeborg Bachmann refrenda dicha posición: «No es cierto que las victimas adviertan, atestigüen o den testimonio de algo. Esta es una de las más terribles, desatinadas y débiles poetizaciones que he escuchado en mi vida».
De ahí que, el lenguaje de Paul-Henri Campbell emerge directamente de la propia insuficiencia. Paul no se sirve de una experiencia comunicable. Su experiencia es una insuficiencia a secas. La capacidad fatal de no tener la cualidad del que logra decir eso que lo oprime. Sin embargo, aunque la revuelta contra lo finito de la vida está signada por el dolor y, a pesar de su tendencia a la liquidación, esta poesía está anclada vigorosamente en el presente. Su poesía es un elogio a la vida, no proclama eternidad porque su interés se mueve con y en el pulso del tiempo, vive con nosotros. Su poesía es irrevocable.
«Nunca sabremos de qué forma regresan los extraviados»
Martina Weber, Con la idea de un mar al fondo 5
i. cirujano
un hachazo casi hondo casi esternón
frío húmedo casi dolor incurable casi
de noche casi un despertar
con o sin sutura
la noche es una sutura casi un destino
su huella un hecho de escarpelo un acto
como en sueño casi incorpóreo inerte sin
sueño aún en el despertar me despierto
es un despertar casi vigilia un re resucitar y
luego se acerca él aquel el
demonio, demonio
descuartizacadáveres
descuartizador de cadáveres
como un príncipe te observa junto a su séquito
como una gris eminencia gris en la camilla
su jornada es gris su incisión gris
en ti en el tú en la vida en el esqueleto
la examina
está bien
su espesa barba pelirroja normanda
igual a los puntos que absorben las compresas
y ahora toma mi pulso, pero ¡cómo puede
sentir rodeado de pantallas ¡o pulso mío!
sin embargo, él lo siente
y tú sientes la mano de su asistente
demasiado áspera para diseccionar di-
seccionar carne, sí, dilo con calma, carne tierna
a través de la carne tierna sus manos ásperas y
a través de la carne tu alma expira
de regreso a ciclos respiratorios silenciosos
barriendo otra vez, ¡o respiración mía!
y mientras tanto el normando pelirrojo se retira
cómplice del escarpelo, aquel que te miró
abiertamente
al corazón
ii. noche posoperativa
no, no es ningún pájaro anidado
que está chillando en intervalos
en una caja de luces intermitentes
detrás de tu lecho ruidoso, no
es tan sólo el cardiograma
que está vigilando y gimiendo sobre ti
no te asustes, descansa
aunque los timbres suenen
las bombas marmullen
y los gemidos no paren ni un segundo
son tus signos vitales solamente
que él está registrando sobre ti
por décadas, noche tras noche
has resistido
la noche más larga sin
ningún sobresalto, pero sucede que –ahora
las estás sintiendo y oyendo de cerca
las alas negras, en su aleteo
v. decimoquinta noche solo, frente al monitor del corazón
tres electrodos blancos sobre tu pecho
conectores de acero frío en una noche veraniega
noche de cables atravesada por curvas moradas
y la lucecita rojo intenso ahí en el dedo y el sueño
goteando lentamente del dispositivo de la infusión no lo olvides
tan pronto ella se retire, la vigila-corazones de noche
como si ellos fueran almas frente a veinte monitores
mientras que tú eres todo cuerpo en efervescencia
y por encima de tu elevado pulso o mano parpadeas
esperando que nadie entre de repente alarmado
pues el placer en ti es mucho más fuerte que aquel dolor
medtronic KAPPA KSR 901
i. serial # # plf 7262735
al ver la caja azul a mi lado
en la que ellos suministran el producto a las clínicas
ya estaba latiendo debajo del vendaje de presión
70 latidos por minuto y claro que sí
abrir la caja como una lonchera
me resultó bastante raro, sí fue rarísimo abrirla
y no conseguir ahí ningún pan, twinkies o
mandarinas peladas y en lugar de eso un papel
con amables indicaciones para pacientes con implantes
sí, es rarísimo ser parte de esa cadena de productos
pertenecer al mercado al mundo de la clientela y
estar obligado a vivir irrevocablemente
ii. inquietum est cor nostrum resquiescat in te
la caja azul a mi lado
en la que el producto
ya estaba latiendo
70 por minuto y sí
abrir una lonchera
resultó bastante raro abrirla
conseguir pan, twinkies o
mandarinas peladas y
amables indicaciones
sí ser parte de esa cadena
mundo
estar obligado irrevocablemente
iii. «implantable pulse generator limited warranty»
me dijo
después
luz
el 80%
abrir
pensaba
hallar
mandarinas peladas
en vida
sí ser parte
mundo
ser irrevocable
iv. octubre 1982
había llorado mi madre
unos días, después hojeado en un manual
y leído que criaturas como la luz
en el 80% de los casos
era preciso abrir las fosas
por su hijo se preocupa
hallar las heridas
mandarinas peladas
mantener en vida su fruto
sí, claro, ser parte de esa devoción terrible y
duro, ella creó el mundo yo vivo
prometió mi corazón, irrevocablemente
v. mandarinas peladas
que había llorado me dijo mi madre hace poco
que unos días después, había hojeado en un manual
y leído que criaturas como la que ella había dado a luz
en el 80% de los casos morían
en el primer año es preciso abrir las fosas
pero, quien por su hijo no se preocupa, pensaba
hallar el tiempo que cura las heridas
comer conmigo mandarinas peladas por muchos años
mantener en vida su fruto vivo
sí, claro, ser parte de esa devoción es terrible y
muy duro, ella creó el mundo en el que yo vivo
prometió ser mi corazón, irrevocablemente
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*Geraldine Gutiérrez-Wienken (*1966, Venezuela). Poeta, editora y traductora literaria. Cursó estudios de Odontología en la Universidad Central de Venezuela, Caracas. Es doctora en Filosofía y Letras por la Universidad Heidelberg, Alemania. Obtuvo la beca Merck para participar en el taller literario de la Casa de la Literatura de Darmstadt en el año 2018. Directora de «hochroth Heidelberg». Ha publicado los siguientes poemarios: Espantando elefantes (La Liebre Libre, 1994), Con alma de cine (IX Premio de Poesía del Ayto. de Ciudad Real, España 2007), Castañas de confianza (Eclepsidra, 2013) y El silencio es una bailarina (El taller blanco, 2020).