El Incendio y otros textos
EL INCENDIO
El incendio se levantó del trono
arengó a su ejército
y cabalgó de ciudad en ciudad
arrasando con todo
lo que encontraba a su paso
Ardieron bibliotecas
templos supermercados
poblaciones enteras
El incendio invencible
El incendio todopoderoso
Y de pronto
una gota de lluvia
y dos y tres
INQUISIDORES
Lo sagrado y lo profano
son las dos caras
de una misma cabeza
Eso dijo el hombre
frente al tribunal de la Inquisición
Los jueces lo declararon
sacrílego y blasfemo
y lo condenaron a la hoguera
En ese mismo instante
una gran llamarada
quemó el rostro de los inquisidores
Salió el hombre del Tribunal
con sus dos caras intactas:
la sagrada y la profana
y se alejó en direcciones opuestas
LA LEY
Son personas las que deciden
Son personas las que hacen y deshacen
Son personas las que rigen todo
Personas dijeron que la Ley
la había dictado Dios
Personas dicen que “Dios dice”
Pero Dios no dice nada
Son personas las que dicen
Son personas las que apuntan
el pulgar hacia arriba
o hacia abajo
Son personas como nosotros
REVELACIÓN
Primero aparecieron unos pájaros de metal
que escupían rayos de fuego
aves de mal agüero halcones fatídicos
heraldos de la muerte
Y se lanzaron en picada contra el Palacio
Lenguas de fuego salían por puertas y ventanas
Y se oyó a lo lejos el galope
de los cuatro jinetes del Apocalipsis
Yacían los crucificados en el fondo del mar
Yacían los mártires en las fosas comunes
de cementerios clandestinos
Los desterrados cruzaban las fronteras
cargando cada uno un pedazo de Chile
Y las tinieblas se apoderaron de la Ciudad
largos años con sus días y sus noches
Hasta que el cielo se iluminó
con resplandores azules blancos y rojos
Entonces vimos que la bandera tricolor
flameaba en la cumbre de la Cordillera
Y una voz poderosa dijo:
“Ya nada impuro podrá entrar en la Ciudad”
Y vimos a la estrella solitaria
brillar como un sol en el centro del cielo
(De La primera oscuridad, 2011)