

Presentamos tres textos claves del Premio Nobel mexicano.
Octavio Paz
A través
Doblo la página del día,
Escribo lo que me dicta
El movimiento de tus pestañas.
Mis manos
Abren las cortinas de tu ser
Te visten con otra desnudez
Descubren los cuerpos de tu cuerpo
Mis manos
Inventan otro cuerpo a tu cuerpo.
Entro en ti,
Veracidad de la tiniebla.
Quiero las evidencias de lo oscuro,
Beber el vino negro:
Toma mis ojos y reviéntalos.
Una gota de noche
Sobre la punta de tus senos:
Enigmas del clavel.
Al cerrar los ojos
Los abro dentro de tus ojos.
En su lecho granate
Siempre está despierta
Y húmeda tu lengua.
Hay fuentes
En el jardín de tus arterias.
Con una máscara de sangre
Atravieso tu pensamiento en blanco:
Desmemoria me guía
Hacia el reverso de la vida.
Acabar con todo
Dame, llama invisible, espada fría,
Tu persistente cólera,
Para acabar con todo,
Oh mundo seco,
Oh mundo desangrado,
Para acabar con todo.
Arde, sombrío, arde sin llamas,
Apagado y ardiente,
Ceniza y piedra viva,
Desierto sin orillas.
Arde en el vasto cielo, laja y nube,
Bajo la ciega luz que se desploma
Entre estériles peñas.
Arde en la soledad que nos deshace,
Tierra de piedra ardiente,
De raíces heladas y sedientas.
Arde, furor oculto,
Ceniza que enloquece,
Arde invisible, arde
Como el mar impotente engendra nubes,
Olas como el rencor y espumas pétreas.
Entre mis huesos delirantes, arde;
Arde dentro del aire hueco,
Horno invisible y puro;
Arde como arde el tiempo,
Como camina el tiempo entre la muerte,
Con sus mismas pisadas y su aliento;
Arde como la soledad que te devora,
Arde en ti mismo, ardor sin llama,
Soledad sin imagen, sed sin labios.
Para acabar con todo,
Oh mundo seco,
Para acabar con todo.
Agua nocturna
La noche de ojos de caballo que tiemblan en la noche,
La noche de ojos de agua en el campo dormido,
Está en tus ojos de caballo que tiembla,
Está en tus ojos de agua secreta.
Ojos de agua de sombra,
Ojos de agua de pozo,
Ojos de agua de sueño.
El silencio y la soledad,
Como dos pequeños animales a quienes guía la luna,
Beben en esos ojos,
Beben en esas aguas.
Si abres los ojos,
Se abre la noche de puertas de musgo,
Se abre el reino secreto del agua
Que mana del centro de la noche.
Y si los cierras,
Un río, una corriente dulce y silenciosa,
Te inunda por dentro, avanza, te hace oscura:
La noche moja riberas en tu alma.