Nicole Brossard

Ciudad con su nombre

 

 

Nota de presentación: Floriano Martins
Traducción al español: Berta Lucía Estrada

 

 

Nicole Brossard nació en Montreal, Canadá, en 1943. Ha estado siempre vinculada a las vanguardias; es poeta, novelista y ensayista. Su poesía tiene una entrañable relación con el erotismo, en particular el deseo lésbico, que se arraiga en su creación como una especie de profunda meditación sobre el propio lenguaje. En Quebec, Nicole Brossard participó en la fundación de revistas como La Barre du Jour y La Nouvelle Barre du Jour, habiendo organizado, en 1979, la antología The Story So Far: Les Strategies du réel. Entre sus numerosos libros podemos mencionar Lovhers (1986), Mauve Desert (1987), Installations (1989), Notebook of Roses and Civilization (2006), Nicole Brossard: Selections (2010), White Piano (2013) y Avant Desire: El lector de Nicole Brossard (2020).

Ana Lúcia Silva Paranhos, al estudiar la escritura poética de Nicole Brossard, trata de definir el contexto histórico de su obra: “Durante la década de 1960, período de la Revolución Tranquila, movimiento que buscaba transformar todas las dimensiones de la sociedad quebequesa, sus consignas eran ruptura, transgresión, deseo, explotación. Quería, en primer lugar, dejar atrás el pasado de un Quebec católico y puritano que había prevalecido hasta entonces y, en segundo lugar, comprender la alienación del pueblo quebequense. En la base de este cambio estaban el lenguaje y la sexualidad: estos constituirían luego los dos ejes que moverían su texto. El proceso de escritura pasará a ser visto como un campo de investigación y como generador de un nuevo lenguaje; conciencia feminista, como campo de acción y como posibilidad de transformación”.

La mejor palabra la tiene la propia Nicole Brossard, al hablar de su creación, en una entrevista con Mario Pera, en 2016: “Estoy fascinada por el acto de escribir y cómo al usarlo creamos objetos de emoción los que he pensado que no existirían sin el acto de la escritura misma. Un acto que nos incita a ralentizar, a borrar, a reescribir y a tallar diferentes direcciones de significado en una oración o una línea. Por mucho tiempo dije que para mí el lenguaje tiene imaginación. Creo que nosotros siempre expresamos lo que en un cierto momento en nuestra vida parece ser un enigma que el acto poético tiende a desanudar. Algunos escritores escriben sobre el mismo enigma o sobre una herida, otros exploran territorios múltiples. Por supuesto, siempre existirán dos cosas que traen su propio enigma a cada uno de nosotros: el amor y la muerte. Los poetas trabajan entre lo visible y lo invisible y viven en donde está la fractura, o en el punto de transformarse, un lugar difícil que nos hemos acostumbrado a posicionarlo entre la realidad y la ficción. / Escribir, para mí, no es una cuestión de expresión, es sobre todo una exploración del significado y una combinación de intuición, certezas y preguntas. Algunas veces la exploración se vincula a la identidad, sobre el ser una mujer, una lesbiana, una quebequense, una poeta, una viajera. A través de esas identidades, diferentes temas (el cuerpo, lo urbano radical, el respirar, las ciudades, la traducción) aparecerán como paisajes de sí mismos y de su energía la cual siempre está activa en el lenguaje. Sin embargo, existe constantemente el deseo de traducir en palabras el sutil y poderoso sentimiento de existir, del disfrutar el estar vivo por la energía, la belleza, el dolor, el deseo, y debido a su complejidad, incluso de lo que somos que a veces se puede resumir de forma primitiva o ridícula.”

 

 

 

CIUDAD CON SU NOMBRE

un solo aullido de luces de neón
miles de fichas y de paseantes
espectadores de circo y del azar
despellejados vivos
en el desierto tan hermoso tan rojo
Las Vegas, sus dados
y tapices de París, su Torre Eiffel,
sus góndolas, ese cielo de Venecia
tan azul tan falso
pétalo comestible desplegado como el revés de la libertad
desnudado el futuro, vigilancia mercantil

 

 

 

FRAGMENTO

¿Cuál sería la diferencia?
un gesto repetido
en la sombra de la especie
¿qué sería ese qué
de hace un rato?
la mueca de nuestras bocas
si tan sólo pudiéramos adivinar
el yo el nosotros
en el hueco de las lenguas vivas

 

*

 

Quién dijo que quemar
alivia la materia y el vacío
de rabia del yo o de usted
quién no ha dicho melancolía
a cada instante
en la sonoridad del tiempo

 

*

 

La vida devora
personajes y caparazones
todos los sueños
la capacidad del diálogo
ahora que has dicho
soñar en la mitad de un para siempre
mueve más bien la presencia
lo innombrable en el día de hoy
ese vértigo salino

 

*

 

Al borde del abismo el asunto de la esperanza
yo husmeo todo eso
desde el interior se dice consolación
arbustos de costumbres abrazados a los jóvenes nombres de ciudades
brizna de poder felino
quedémonos cerca de las raíces
capaces de nudos y de arrebatos

 

*

 

En cuanto a los perros digamos
deriva de ladridos
estamos aquí para hablar
en nombre de las heridas
bocas y pronombres arrasando
en la oscuridad una embriaguez
de lentitud y de inmovilidad

 

*

 

Ardor cuestión de ardor
el va y viene de la mano
el va y viene de la ebriedad
el alma color pastel
pongámonos del lado de los sollozos
bucear en nuestro entusiasmo
en las preguntas y en las cerezas

 

 

 

EN EL PRESENTE DE LAS VENAS

 

1.

Una deriva de intuiciones el encadenamiento rápido de la muerte y de la vida la belleza del lugar

 

2.

y sobre todo no hacer qué el mundo parezca inmóvil con la flecha y la liana humanista sobre todo mirar usurpar la herida una última descripción obra de arte o bien nada

 

3.

Estar inútilmente mojado cerca de la violencia la realidad o la verdad las mandíbulas llenas de energía creo que se necesitan palabras simples caminar largamente la noche escuchar el sonido del agua que persiste atajo febril en lo universal.

 

4.

una noche de verano a otra mujer
yo digo tocar no hace desaparecer la distancia
todo es prácticamente real
nadie más es capaz de caminar sobre el absoluto
yo digo tocar o acariciar a quien

 

5.

la mano tendida desprevenidamente sin otro argumento que el horizonte algunas palabras para desviarme de la mala impresión que nosotros tenemos allí donde nada se parece a nada

 

6.

Entonces pensé en la palabra destrucción
y en todo lo que sería necesario recopilar
(verano, jazz, cuerpo con cuerpo y tango
inmensidad, jardín, orillas y algunos
insectos)
para evitar ver
su propio cuerpo a una gran velocidad
recomponer cruzando las certitudes
la noche pasa cada noche y una más

 

7.

Sería bueno tener toda una vida su lengua materna
alegría de estar viva tenerla allí dónde la rivera cava su metáfora sin agonía solo el relato

 

8.

esta fiesta es el choque de la repetición
espalda con espalda la humanidad sus pequeños labios
hablando todavía el ruso, árabe y mandarín
a todo lo largo de los mares y de los rosales
esta procesión de vida
“Allá, donde está la tumba de mi madre”

 

Nicole Brossard (Canadá, 1943). Poeta, ensayista y novelista con una muy amplia participación en la vida cultural de su país, lo que incluye también tex ... LEER MÁS DEL AUTOR