Negma Coy

Entre la milpa y yo

 

 

 

 

 

Vida

 

Danzo en el corazón del viento

como un barrilete sin frenecillos

canto a la media noche

como el búho guardián de los bosques.

 

Soy mujer de huipil y corte

de caites sobre caminos de polvo y bejucos

de trenza y tizne en mis ojos,

soy maya desde mis vidas pasadas

soy Kaqchikel desde el primer movimiento de amor en el vientre de mi madre.

 

Soy de maíz

de masa mezclada

por eso mi piel es del color del barro

y mi corazón de frijoles piligües con apasote.

 

Me embriaga sentir que soy arte

que soy herencia

que soy nieta de Jun B’atz’, Jun Chowen.

 

A veces soy un alocado barrilete en el vientre del cielo

a veces soy el movimiento del Kan el del pecho de arcoíris

a veces soy el Kot guardián de media noche y de medio día

pero siempre, siempre soy el viento que desenreda tus locuras.

 

¡Y que soy poeta!

no es mi culpa,

es de este estruendo corazón

y de mis gritos ahogados.

 

Soy amor

nacida del vientre del sagrado fuego,

por eso mi Ser grita justicia

por eso soy conciencia de lucha

por eso soy la voz y el dolor

de todos los bosques desaparecidos

y de todos los ríos robados.

 

 

 

 

Los colores de mi bandera

 

Mi huipil es mi bandera

mi idioma maya kaqchikel es mi bandera

mi espiritualidad es mi bandera

mi tejido con hilos es mi bandera

mi arte es mi bandera

el cholq’ij, el haab’ son mi bandera

la milpa y el frijol son mi bandera

mis libros son mi bandera

la ciencia y la tecnología maya son mi bandera

mi pueblo y mi gente son mi escudo

mi fuerza es mi herencia

la palabra es la esencia

y mis hijos, mis hijos son mi libertad.

 

 

 

 

Seres

 

Yo soy de aquí

Mi raíz está trenzada con la raíz del maíz.

 

Antiguas y sabias

madres y abuelas

hijas y hermanas

comadronas y llamadoras de espíritus

luchadoras y liberadoras de almas

tejedoras y escritoras

lunas y soles

ciclos y verdades

baktunes y k’atunes

jaguares y pájaros carpinteros

nawales y sanadoras de vidas

todas marcaron nuestro camino.

 

Con sus manos de jade y sus pies de caña

tejieron nuestro nido,

con su esencia de K’oy

vaciaron las maletas ante seres medicina,

alivianaron nuestra carga,

hoy empuñando la vara

las abuelas y yo

entregamos esa tormenta a las guardianas de todas las vidas.

 

Sí, somos las de los pies descalzos

las que acariciamos el cuerpo de mamá tierra,

las que besamos a las abuelas piedras

como lo aprendimos desde las vidas pasadas,

somos cantos de sobrevivencia,

somos razón de cambio irrefutable,

y recibimos sabiduría cuando la niebla cubre nuestra cabeza.

 

Somos a las que has dejado burlada y discriminada,

somos a las que has dejado violada y abandonada

pero también somos las que enfrentamos al opresor con su rostro desfigurado.

 

Ayer, hoy, mañana y el otro mañana, somos, la fuerza, la lucha, la voz, el dolor, el grito

y también somos el corazón y la esperanza.

 

 

 

 

Entre la milpa y yo

 

Enterré mis angustias

sepulté mis dolencias

las apilé en medio de los surcos

volteé la tierra negra sobre ellas

y agradecí su enseñanza

 

Le Pedí a papá sol

que calcine los padecimientos

le rogué a la abuela lluvia

que pudra las tristezas

le hablé a mamá tierra

para que las convierta en abono

y que siga floreciendo la vida

por los ciclos de los ciclos.

 

 

 

 

Papá campesino

 

Beso el rostro de mamá tierra

agradezco haber conocido

la sonrisa de un encino

Y la sobrevivencia de una azucena

 

Una a una enciendo las velas de cebo

y ofrendo, ofrendo

al agricultor de mi vida

al sembrador en mis surcos

al resembrador de mis anhelos

al guardián de mis primeros brotes

al abonador de mis ilusiones futuras

al promotor de mis luchas inquebrantables

 

Por los ciclos de los ciclos agradezco

al que limpió la maleza que me asechaba

al que me levantó cuando caí por la tormenta

al que curó mis hojas agujereadas por el granizo

al que surqueó la tierra alrededor de mi corazón

alrededor de mis pies y de mis manos

y me mantuvo fuerte ente los huracanes nocturnos

 

Beso el rostro de mamá tierra

agradezco haber conocido

la sonrisa de un encino

y la sobrevivencia de una azucena

 

Una a una enciendo las velas de cebo

las deposito en el interior del suelo

medida a medida el caldito de frutas

y ofrendo, ofrendo con ternura

al espíritu de mi papá campesino.

 

Negma Coy Ajtz’ib’ - Artista maya Kaqchikel. Originaria de chi Xot en Guatemala. Escritora, pintora, tejedora y promotora cultural. Escribe en idi ... LEER MÁS DEL AUTOR