- La Línea de la Concepción, España.
Se abre la tumba y al fondo se ve el mar. Este verso de Vicente Huidobro es el elegido por Miguel Vázquez García para terminar su poemario Canciones elementales/ Chansons élémentaires: 10/10 -epílogo- Voyme amor/ muriendo/ a cada vuelta/ de tuerca/ una gota de sangre/ cae sobre tu boca/ y se abre una herida/ en mi corazón/ al fondo se ve el mar. Y es que Vicente Huidobro y su libro Altazor (1931) de la Editorial Andrés Bello (Primera edición, 2001) es uno de los principales en la biblioteca del poeta. En Isla de silencios, poemas de ausencia y desprendimiento (1996), Padilla Libros Editores y Libreros, escribe Miguel en el poema Noto: Varaderos que quedásteis varados/ para siempre. A mi cabeza acude/ la palabra aire. Huidobro continúa/ paseando su caminar delante de mí.// Nos intercambiamos las sombras/ acuáticas con la luz de marzo. Y en 64 Gestos de Amor, último libro publicado en la editorial de su amigo y editor, José Manuel Padilla, recientemente fallecido, el poema Variaciones del Canto V, lleva como prefacio el estribillo de la Cançó de Bressol de Joan Manuel Serrat, en el que cambia el último verso, escribiendo: No quiero ser Altazor, en homenaje al poeta nacido en Santiago en 1893, Sucio de tierra y llanto/ de tierra y sangre/ Azotado de espinas y los ojos en cruz.