Miguel Vázquez García

La mirada de Ulises y otros textos

 

 

 

LOS ÚLTIMOS DÍAS DE NIETZSCHE

 A mi padre

Primera conjetura.

Las termitas han dejado de oírse

después de cincuenta y ocho años.

Segunda conjetura de silencio,

una jaula de pájaros cuelga del techo.

Mondar patatas recién sacadas del agua

hirviente, soplarlas, salarlas,

llevárselas a la boca con los dedos.

<<De ellos es el instante>>, decía

el vecino en busca de aguardiente

que andaba del lado de los árboles.

La primera tarea del día es sacar

agua del pozo, tirar de la soga, taparlo.

La primera tarea del día es vestir

al padre. Comienzo de la disolución,

el caballo deja de comer.

Los visitantes tienen el pozo,

los árboles y el camino de su lado.

Y pagan el agua con una profecía:

<<la devastadora nada sobre la tierra yerma>>.

De vuelta al pozo, son los ojos del padre

los que dan fe de la consumación.

-Este hombre fue retratado

por Arcimboldo, cuando la hacienda

daba frutos y el sur era el norte-

No hay más que sogas en el camino

a ninguna parte. En el arca, la foto

de la madre, anuncia la partida,

el eterno retorno a la tierra yerma.

Con su único brazo útil el padre

descarga la caja de herramientas.

La hija mira a través de la ventana.

No está de su parte el agua

ni los árboles ni el camino.

-El padre posó sobre una losa

de mármol para Andrea Mantegna-

Él es la sombra en la pared

más que él mismo. No hay

aguardiente con que celebrar

el ritual de la tierra yerma.

El establo es más panteón

que nunca y ahora solo el árbol

está del lado del corazón.

-Él alguna vez posó para Magritte-

Ni luz, ni viento. Solo silencio

en esta última cena sin apóstoles.

 

Señor, muéstrame tu camino.

Renuncio a este maldito sueño mío,

suplica Raskolnikov al despertar.

 

26 de octubre de 2012

 

 

 

VARIACIONES DEL CANTO V

 

Por la mañana rocí0

Al mediodía calor

Por la tarde los mosquitos

No quiero ser Altazor.

 

Yo lo intento

te lo cuento

me quedo sin aliento

respirar es un tormento

tú eres mi sustento

el tañer de las campanas

el rugir del viento

el aullido  el advenimiento

que se agolpa y se alarga

y se hace escarcha

eres lo que se ensalza

y se entierra

lo que madura y se malogra

la maldición que nos sacude

la revelación ignota

los castillos que amanecen

y desaparecen

las islas despojadas de tesoros

cabezas acordonadas

ensartadas enlentecidas

ando descuartizando

el portento de Huidobro

acontece al momento

observando el firmamento

siento el lamento

y juro ardiendo

abjuro del juramento

y crezco y me nutro

del conocimiento

de los que descendieron

y luego se elevaron

de los que desoyeron

de los que ardieron

de los que deliraron

de los que descubrieron

que todos los días

son el mismo día

el mismo cuento

y no sintieron remordimiento

cuando escucharon el redoble

atronador de los despeñados

oyendo el quebranto de los huesos

la aceleración del pensamiento

mis recuerdos son fragmentos

que giran alrededor tuyo

no giro me consumo me apago

le tomo el pulso al movimiento

de los versos  me invento

ahuyento a los muertos

y me oriento por el calor

de tu cuerpo de tus besos

arrojados por la marea a los pies

de mi cama al final de esta línea.

 

2012

 

 

 

DESNUDO SOBRE VITEBSK

 

En las noches de Vitebsk

una mujer aparece en los sueños

de sus moradores componiendo

un jarrón de aéreas minas.

Recoge su pelo en una trenza

antes de sumergirse en el baño.

La escena termina abanicándose

con un abanico blanco. Entonces

la veo tendida de espaldas

sobre un cielo de nubes grises

y me angustia el sentimiento

de melancolía al despertar.

Hablo de los pájaros

del molino encantado de Franz

Marc. Hablo de la mirada

de una joven. Hablo del retrato

del Emperador Kangxi. Hablo

de Rousseau atacado por un jaguar.

Hablo de María Magdalena cuando

le fue presentada a Leonardo.

Hablo de la Virgen con el Niño

de Dalmasio. Hablo del auto

homenaje de Mafai. De Tintoretto

y la Fustigación. Hablo del

Príncipe Maurizio de Sajonia

de niño. De la conversión de

San Pablo. Hablo de los últimos

días de diciembre de dos mil

doce, un siglo después

de la defunción de la rosa.

 

El primer pétalo cayó

a las nueve de la mañana y lo hizo

en las manos de Tonino Guerra.

 

29 de diciembre de 2012,

La Línea de la Concepción.

 

 

 

64 GESTOS DE AMOR

 

Mi vida está

unida al agua

-a 62 años de fracasos

triunfales-

He sentido correr

tus lágrimas

por el sendero más largo

de la vida.

Aquí estoy -te digo-

 

La esperanza me tiene

entre tus labios

Juan Eduardo Cirlot

 

Pero yo soy de carne

todavíaclamaba Aleixandre-

 

Quiero ir

conquistando los espacios

de la sangre,

habitarte una hora,

sumergirme

en el olvido del dolor

una hora.

Dulce venablo que se clava

en el costado

a modo de canción

y te devuelve a la otra vida

a platicar con la sombra

y descubrir que tú y yo somos

el manjar del otro.

 

Si vienes de noche

a mi casa

tu sombra no

oscurecerá mi puerta.

Estaré

dormido

y no podré

atenderte.

Aparta

entonces

con tu aliento

el sueño de mis ojos

y dime al despertar

cuántas fueron las veces

que pronuncié tu nombre.

 

La clave

está en no volver la mirada

a los lugares

pretéritos.

Confía en mí

sabré hacer fácil

lo difícil.

Llevaré los besos

de la mano a tu pupitre.

 

Tú, llévate mi corazón

como fruta en tus labios.

 

No te olvides de traer

los abrazos contigo,

las palabras de amor contigo

-me dices-

Y cuando me esté preparando

para salir de tu casa,

abrocha la botonadura

de mi abrigo y ofréceme tu amistad

y tu cariño, tu amor, tu boca,

todas las palabras, el pensamiento

como un legado que arrancaras

del jardín de la sabiduría.

 

Tú, quédate mi corazón

como fruta en tus labios.

 

2017

En bastardilla dos versos del poeta Spilios Pasayanis.

 

 

 

LA MIRADA DE ULISES. (Parte I)

 

LAS TRES BOBINAS

Los sueños se guardan en bobinas de 36 mm.

Cuentan que las nubes son trashumantes bestias

entre brumas, pájaros y guirnaldas de luz.

Forámeta CCXIX.

 

Las hilanderas

permanecerán unidas

en la memoria

deshilando las historias

de los amantes

que no se aventuraron

por las peligrosas

aguas de los Balcanes.

El fotógrafo convierte en sepulcral

el instante que el barco

sale del plano rumbo a otros muelles.

Si extendiera mis manos

palparía tu rostro inmaculado.

Soñé que la vida era un empedrado

de paraguas abiertos en la noche.

Me pareció verte entonces

por primera vez. Beberemos

en el mismo vaso coreando

las canciones de la infancia.

Si he perdido la vida

me queda tu mirada.

La historia del viejo olivo

venciéndose solitario

hacia la muerte,

me ayudó a conquistarte.

Ella iba sorteando

las traviesas de los raíles,

delante del deseo

va la esperanza.

Le hablaba del incendio

de las bobinas, se giró

me besó, yo la besé

y juntos recobramos el gusto

por los deseos naturales.

Tócame. Sálvame.

Me hablaba, más no la veía.

Tan absorto andaba

al encuentro de la primera mirada.

 

Julio de 2017

 

 

 

LA MIRADA DE ULISES. Parte II.

 

CONSTANZA

Y van confiscando

en la casa

las notas del piano

los pasos de baile

la felicidad

junto a estas aguas.

 

¿Acaso el mar me ha devuelto

a tus brazos, al calor de tus besos,

al silencio de tus pies descalzos?

¿A caminar de tu mano

de  vuelta a la casa del padre?

 

Cubre mi rostro con la sombra

de tus labios.

Abrázame fuerte contra tu pecho

-no me dejes partir-

juguemos a creernos que este día

contará como el primero

de los días venturosos.  Otoño

en otra galaxia a un tiro de piedra

de este doloroso átomo azul.

 

En el sueño la nave avanza

por el gran canal de Europa

como una góndola funeraria

que transportara una gigantesca

estatua de Lenin

seccionada en bloques

y dispuesta como disponen

los arqueólogos los restos

de la historia en las vitrinas.

 

Desde las dos orillas del Danubio

los testigos le rinden el homenaje

silencioso de la última mirada.

 

Bebamos para olvidar

y brindemos por el mar

imperturbable, por nosotros

que cambiamos de siglo

y de mundo, por nuestras obsesiones,

por los ríos navegables, por el rosal

y el álamo. Por el amor que siendo es ido.

Por las promesas incumplidas

de hacer fácil el pan de cada día.

Porque ni tú ni yo cubramos

con amarga ceniza la décima

de un latido de tu corazón y el mío.

 

 3 de enero de 2018.

 

 

 

LA MIRADA DE ULISES. Parte III.

 

SARAJEVO

<<El grito de Gomushka.

En primavera…

¿Qué debo plantar

donde descansa tu cabeza?

¡Dímelo!

¿Un rosal que te dé sombra…

que te recuerde a nuestra casa?

¡Dime…

lo que quieres, amor!

Dímelo.

¿Las dos cosas?

¿Un rosal… y un álamo?

De tu Gomushka.

¡Vania! ¡Amor mío!>>

THEO ANGELOPOULOS, 1995.

 

Remaré entre ruinas

hasta tu casa en ruinas

y no habrá rosas

para alegrar la vida

ni álamos donde cobijarse

de los rayos de sol.

Y no habrá sol

ni agua suficiente

en los ríos para apagar

el fuego que arde

en el corazón de Gomushka.

 

Le hablo a tu cuerpo

tiernamente -desde mi cuerpo-

cuando se queda solo

y lo devora el tiempo

atraído por la gravedad

de la tierra, sometido

al infierno de la sed

de completud, de tu no ser tú.

 

Despierto y tu voz me llega

como una hogaza de pan caliente

pero el latido de la barbarie

me devuelve a este otro pan nuestro.

 

¿Dime, mujer, cómo me he encarnado

en el más obsesivo de tus sueños?

Me ofreces el traje de tu esposo

que tan celosamente guardabas en el arca.

¿Es que quieres que ocupe su lugar

entre estas ruinas y termine oliendo a él?

 

¿Es esto Sarajevo? ¿Es esto Sarajevo?

 

Que no te ahoge la tristeza

de los habitantes del subsuelo.

Es la vida escapando de la muerte,

la fe apostando por la vida,

la vida tratando de salvarse sola

entre ruinas.

Es la guerra, la locura, la muerte.

Razón de más -me dices-

para querer alcanzar la utopía.

 

Marilyn, Greta, Gomushka.

Las historias de amor cambian,

solo la mujer permanece.

 

Vivo mi vida en círculos concétricos

que se expanden sobre las cosas…

 

Estalla la alegría silente

en la ciudad sitiada

ante la mirada desvanecida

del coleccionista de miradas.

 

Humo negro, dolor y copos de nieve

y niebla en las calles de Sarajevo.

 

Permanecer en perseverancia

trae ventura

a la mirada revelada

por los ojos del durmiente

que yace sobre la última nevada.

 

¡Quién fuera sueño para reposar

tan dúlcemente!

 

In memoriam Tonino Guerra

21 de marzo, equinoccio de primavera,

Día Mundial de la Poesía.

Miguel Vázquez García
  1. La Línea de la Concepción, España.
Se abre la tumba y al fondo se ve el mar. Este verso de ...
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