Maya Angelou

Oda negra y otros textos

 

 

(Traducción al español de Nieves García Prados)

 

 

 

A UN HOMBRE

 

Mi hombre es

Negro Dorado y de Ámbar

cambiando.

Tragos cálidos de fino brandy

cuidadosa luz del sol sobre una alfombra estampada

risa de tos, mecida en un hatillo de tabaco francés

enrollado con gracia en zancos de lana

¿secretos?

Un ojo de gato.

Sureño. Rechoncho y suave con un silencio de judías blancas

¿y he dicho “suave”?

La gentileza

es un gran gato que acecha al otro lado del arbusto silvestre

¿y he mencionado “ámbar”?

El fuego sin calor consumiéndose a sí mismo.

Otra vez. De nuevo. Dentro de la imposible escasez de

siempre.

Mi hombre es Ámbar

cambiándose

siempre a sí mismo.

Nuevo. Ahora. Nuevo.

Todavía él mismo.

Todavía.

 

 

 

 

A FINALES DE OCTUBRE

 

Cuidadosamente

las hojas del otoño

rocían el sonido de estaño

de agonías pequeñas

y cielos repletos

de atardeceres rojizos

de rosados amaneceres

que se enturbian incesantemente en

telaraña gris y se vuelven

negros

por costumbre.

 

Sólo los amantes

ven en el otoño

la señal de un final que se acaba

un gesto torcido que alerta

a aquellos que no se alarmaron

de que nosotros nos detuviéramos

para hacer más sencillo

comenzar

de nuevo.

 

 

 

  

LA MADRE NEGRITUD

 

Vino a casa corriendo

de regreso a la madre negritud

dentro de la asfixiante negritud

lágrimas blancas témpano dorado llanuras de su rostro

Vino a casa corriendo

 

Bajó sigilosamente

aquí a los brazos negros que esperaban

ahora al corazón caliente que esperaba

escarcha de sueños extranjeros congelan su rica cara

marrón

Bajó sigilosamente

 

Vino a casa sin culpa

aún tan negra como la hija de Hagar

tan alta como era la hija de Sheba

amenazas de viento del norte mueren en el rostro del

desierto

Vino a casa sin culpa

 

 

 

 

SOBRE POSIBLES DESVIACIONES

 

Cuando el amor es un telón brillante

frente a una puerta al azar

que lleva a un mundo de dudas

donde la danza macabra

de huesos que se agitan en silencio

de ojos plegados y ciegos

de labios gruesos y finos que niegan

mil lunares empolvados,

donde tocar por tocar es sentir

y la vista una puta cansada

yo seré cargada, sin suavidad

hacia una orilla,

donde el amor es un grito de angustia

y no hay telón alguno que cubra la puerta.

 

 

 

 

GRACIA DE LUTO

 

Si hoy persigo la muerte,

bajo sus desechos sin huella,

pongo sal en mi lengua en lágrimas endurecidas

por mi precioso y querido tiempo desperdiciado

corro

por esta cueva prometida con premura

y mortal

prisa,

¿tendrás

la

gracia

de llorar

por mí?

 

 

 

 

A UN LUCHADOR POR LA LIBERTAD

 

Bebes un trago amargo.

Yo sorbo las lágrimas que tus ojos tratan de contener,

una taza de posos, de belladona reposada en paja.

Tu pecho está caliente,

tu enfado negro y frío,

por el descanso vespertino, sueñas,

yo escucho los gemidos, tú mueres mil muertes.

Cuando las tiras de caña azotan el cuerpo

oscuro y esbelto, tú sientes el golpe.

Yo, en tu aliento, lo escucho.

 

 

 

 

ODA NEGRA

 

Tu belleza es un trueno

que me hace deambular—y deambulo

ensordecida

bajando por un callejón en el crepúsculo

y sonidos húmedos

“Oh, nena, mira lo que podrías conseguir si tu nombre

fuera Willie”

para remojar tus palabras como tabaco de mascar.

 

Una risa, negra y que fluye

a mí me convierte en un ser –un ser

redondeado

subiendo al pasillo bautismal, gimiendo

sonidos húmedos

“Bendícela. Toma tu lecho y camina.

Has cargado un gran peso”

para lamer tu amor como lágrimas.

 

 

 

 

-Maya Angelou
Poesía completa
Traducción y prólogo de Nieves García Prados
Valparaíso ediciones, 2019

http://valparaisoediciones.es/tienda/poesia/460-180-poesia-completa.html

 

maya angelou portada

Maya Angelou Marguerite Annie Johnson, más conocida como Maya ... LEER MÁS DEL AUTOR