Massimo Barilla

Agua de agosto

 

 

 

Selección de poemas del libro Ossa di crita (Mesogea- Culture Mediterranee edizioni, 2020)
en la traducción de Marisol Bohórquez Godoy.

 

 

 

piedras encendidas

 

Nadie conoce

en este mundo

las palabras,

piedras encendidas de noche

que abren

puertas

y cierran caminos

No las conozco yo

llanto de rosa

que por casualidad te encuentras

en el camino

que no conduce a ninguna parte

Ahora suéltame la mano

ya no quiero pagar

esta cuenta embrollada

de tienda vacía,

venir tras de ti

que ya no tienes

nada que decirme,

canciones confusas

ojos bordados con pensamientos

Déjame ir

incluso si no tengo

llaves mágicas

para salir

fuera de aquí

llevar a otra parte

mis pies

llenos de barro

Déjame ir

y mírame

solo por esta vez

con ojos de mujer

puestos en otro lugar

que desconoces

Déjame ir

y mírame

así

sin palabras

 

 

 

 

mañana

 

Ya no es tiempo

ahora

de palabras mutiladas

migajas de pan negro

entre dientes rotos

No es el amanecer

este

que viene para establecer

días sin patrón

El aire es de mármol

desgarrado

mordisco a mordisco

para poder respirarlo

y no se ve

signo conocido

piedra incrustada

canción de despertar

Tengo los ojos

apretados,

vierten cera

que llena esquinas

como si fueran

pies de santo

Sin embargo, en medio de este viento

forastero

siento como si existiera

un sonido

una nota subterránea

(crujir de hierba seca),

como si ardiera

la ramita

de un tiempo sin hojas

listo para hacer que florezcan

ya mañana

brotes de vida nueva

 

 

 

 

Agua de agosto

 

Veo el agua que fluye

en las calles

y el verano que derrite

sus trenzas

y no sé si ser feliz

como la tierra

que recupera el aliento

Veo el cielo marcado

por los rayos

y los truenos que rasgan

el aire

y quisiera dejarme llevar

como el mar

bajo la tormenta

En el aire fresco

las cosas están más vivas que nunca,

y esparcen

golpes de luz

que cortan el alma,

y el viento es un trapeador

mojado

en la frente,

para ablandar la cornisa

de mis pensamientos

Y ahora que el cielo

se abre

con corona de nubes,

y yo camino

camino con el agua

hasta los pies

no alcanzo a ver lo mismo

cómo lloviste

qué cosa has sido,

agua saludable

o negra tempestad

en el camino

de mi vida

 

 

 

 

día prematuro

 

Recojo en esta calle,

que pela

como durazno maduro

la cara de la montaña,

piedras

blancas como la piel

nueva

del verano

que llega de repente

Las busco con ojos

atados a la orilla

de la vestidura desgarrada

(tiempo sin cola)

de la mañana

Ojos

de urraca hembra

paren

granos de sal que hablan

a la luz

sin cuerpo

del día prematuro

 

 

 

 

una madre
(sur)

 

He visto una madre

llorar

de un llanto desconsolado

y llevar un peso

La he visto con la espalda

rota

y los brazos en cruz

sostener

un muro de piedras

Y todas las noches desde este

muro en seco

una piedra caer

a sus pies

y en cada piedra que cae

una punzada en el corazón

Esta madre

tiene un mundo

de hijos

divididos dispersos

en cada parte del mundo

hasta el fondo del corazón

aferrados

Tiene la cara

marcada por el sol

y cada signo es un camino

un camino que cruza el mar

Y la he visto

vestida

de oscuro

llevar el vestido de siempre

Pero en sus ojos negros,

de un negro

de mil colores,

no he podido, no puedo

ver

apagarse aquella luz

ese destello de sol

que tienen en los ojos

las madres

 

Massimo Barilla Dramaturgo, poeta, guionista y director. Dirige la compañía de teatro Mana Chuma (ANCT Critics Award 2019) para la cual ha escrito y/o dir ... LEER MÁS DEL AUTOR