María Auxiliadora Balladares

Mi reflejo en el paisaje lacustre que ahora nos mira

 

 

 

Del libro Animal (2017)

 

Materialidad

 

He lamido por largo tiempo

al cachorro

Parece que sólo así

sus músculos

se acostumbran al aire

y sus formas

dejan de ser arbitrarias

 

He golpeado

a los adultos

que se acercan a olfatearlo

o quieren tomarlo

en brazos

Nada nuevo hay

bajo el sol

a otras crías sus manazas

 

No quiero dormir

porque puede que la muerte

me someta

en el instante en que

mis ojos cierre

Tantas otras madres

recién paridas

reventadas de tanto abrirse

a la existencia

mueren cazadas

por la noche

aun cuando en el sueño

todo aparentara

ser apacible

y la vida

eterna

 

 

 

 

Del libro URUX Una correspondencia (2018)

 

21 de diciembre, 2017

 

Querido:

 

He recibido tu azul impredecible

los fragmentos de Pittsburgh acordonados

Tu lluvia llega hasta Quito y moja el revés de la montaña

La montaña no sabe qué hacer con tanta agua

No sabe dónde meterse, por dónde empezar

Somos mansos en los puentes

y, en las calles, dos salvajes que apenas ven sus manos

Quizás por eso amamos tanto el apacible burgo

donde todo se confunde

y las mañanas no nos obligan

a ser otra cosa que silenciosos goznes imantados

 

Yo me ahogo en las ciudades, Ur

Te planteo un dilema

Necesito que me ayudes

que por favor me encuentres

¿Que una mujer te anuncie la muerte de un poeta

es o no la anticipación de un movimiento atarantado?

Otro perfil del mismo dilema

¿Por qué se le antoja al cuerpo otro cuerpo que no existe?

Hay un camino aprendido que es el que debería recorrer

pero me distrae la belleza del río

la destrucción, la ira

 

¿Qué somos, amigo mío, animales de agua o de aire?

Me escribes desde adentro

Casi puedo intuir las imágenes que duermen en los espejos de tu casa

predecir la desintegración de las gotas que caen del tumbado hasta tus pies descalzos

y ver cómo la paciencia, colmada de nosotros, aprende a destruir la piedra

 

Hoy te abrazo

y abrazo todo lo que amas

 

Tuya

Ux

 


 

 

Del libro Guayaquil (2019)

 

Agua

 

Si mi blusa tuviera un bolsillo

me aseguraría de que en él encontraras un papel con palabras

Una nota en la que te recordaría que mis manos son dos bultos pesados

que todo lo que tocan adquiere una vida tan efímera

que la muerte se precipita breve y que su color es azul

Mis manos son dos bultos pesados hinchados de agua

Atrofiados

Marfil

Que mis ojos no dejan de mirarte

porque mis pupilas tienen la forma

de la silueta de tu cuerpo

Que me muero de angustia

de calor

del trino de los pájaros cuando croan las ranas

Que me lanzo al agua por ti

abrazo cocodrilos

bailo con ellos antes de que anochezca

y no pueda ver bien sus patas reptiles que tanto me gustan

Que el aire tiene masa y peso

asimismo esta locura que incendia mi pecho tiene masa aunque no peso

por eso es tan dispersa

Que nadie me conoce mejor que tú

y que mi brújula se averió en la última lluvia

Que en Guayaquil llueve como si lloviera en dos ciudades al mismo tiempo

que no hay dispositivo que aguante

ni pintura en las paredes que aguante

solo mi amor que está hecho de balsa

Que sola recreo tu pelo

tus colores

la forma de tus medias cuando llegada la noche te desvistes

el olor del césped

el grito sostenido en la calle

aguaguaguaguaguaguaguagua

Te recordaría que misterio es no decir que se terminan los rollos en la cámara

Que te tomaría una foto cada día

y se las regalaría al sol para que duerma tranquilo junto a sus hijas

Llenaría tus álbumes

Te regalaría el sol para que nos devuelva las fotos

documentos inalienables

y le pediría que fuera siempre amable

que espere

Escribiría que eres una gota que cae sobre mi lengua

y la desintegra

y la multiplica en ramas

de árboles que no existen

especies de verde

que se recogen el vestido

para transitar por la vereda de la calor

 

 

 

 

Sudor

 

Siempre he querido ver cómo brota el sudor de tus poros

Me interesa menos su recorrido sobre tu piel

Éste es circunstancial

Aquello es de vida o muerte

He observado con detenimiento tus radiografías

Tus tomografías

Tus resonancias

He dado con la casi imperceptible desviación de tu columna

He concluido que tus órganos son pequeños

Durante días repetí el gesto de medir el tamaño del hematoma

Observé el cambio de color

Anoté el tiempo que toma pasar del verde al morado

Del morado al negro

Del negro al color de tu piel

Mirar hacia dentro como si no fueses tú

Me parece bastante ridículo

Tengo que familiarizarme con tus venas

Con tus nervios

Con las capas subcutáneas

He visto una y otra vez en video tus pólipos

Los he contado

Los reconozco

Son mis hermanos

He imaginado la intervención en tu útero

De aquello no quedan registros

Por eso me vuelvo un poco loca

Me desespero

Y en esas circunstancias prefiero no tener nada al alcance de las manos

He mirado tantas veces tu sangre

Conservé en el carro por más de un año

El sombrero y el chal que llevabas

El día del accidente de caballo

Verlos me recordaba que no soportaría tu muerte

Imagino el estado de tu cerebro entonces

Camino del hospital

Te pedía que no te durmieras

Conversaba contigo para mantenerte despierta

Hacías preguntas que me llenaban de terror

Preguntas simples que me llenaban de terror

He revisado tus medicinas

Memorizado sus componentes

Sus efectos secundarios

Te he visto sonrojarte efecto de la alegría y de la vergüenza

He apoyado mi cabeza en tu vientre

Reconozco todos los lenguajes de tu cuerpo

 

Soy una vidente

Puedes preguntarme cualquier cosa

Te responderé presto

Porque soy la lama que crece en los bordes de tus piernas

 

 

 

 

Del libro Caballo y arveja (inédito)

 

III

 

Mi reflejo en el paisaje lacustre que ahora nos mira

Roque

Mi Roque

Soy el ahogo en la caravana

Soy la grata astucia con la que miras tus huesos

Soy el descenso de una gota en un vaso

Soy tus lágrimas

Cuando el técnico en rayos x no da con tu venita delgada

Roque

Soy el insulto que le escupo al hombre que te lastima la pata

Lo quiero matar

he venido al fin a matarlo

Soy drama

Soy tu sueño de animal del océano pacífico

Soy tu garrapata muerta entre mis uñas azuladas

Soy el sonido que jamás escucho

Soy la onda

Roque

Soy la onda

Me expando en tu algarabía

De animal con el que los otros animales sueñan

María Auxiliadora Balladares (Guayaquil, Ecuador, 1980). Es escritora y profesora-investigadora de Literatura en la Universidad San Francisco de Quito. Obtuvo su Ph.D. e ... LEER MÁS DEL AUTOR