Lo que no pueden las palabras
Hacíamos el amor en una silla
Hacíamos el amor en una silla
él tenía el pelo largo que me gustaba echar hacia atrás
el pelo largo que me gustaba oler
que me gustaba enredar
mientras me apretaba firme sin movernos casi
en la silla -es difícil explicarlo-
fue algo más que sexo
era una silla y dos personas estando
sintiéndose
el uno entrando algo que se dejaba entrar en la una
y una simple silla de madera despintada
aguantando todo el peso de dos vidas
de dos culpas de dos grietas
un hombre que no poseía nada pero que tampoco servía a nadie
una criatura miserable y libre
fue difícil desenredar su pelo de mi vida
su pelo largo salvaje
el velo que le cubría la mitad de la cara
y me gustaba echarlo hacia atrás
contar las astillas que le rozaban la frente
un hombre de pelo largo salvaje
una parte de mi pasado muerto
a veces mientras hago el amor legal
actuando en el teatro íntimo de mi cuarto
miro la silla
y pienso en la delicia que se sienta en ella
y siento que es en esta cama donde soy infiel
Pero qué sabrá la vida del tiempo
Qué sabrá la mirada del paisaje
Qué sabrán las palabras de la voz
Qué sabrá la tinta de la pluma
Qué sabrá la célula del hijo
Qué sabrá la verdad de su ficción
Qué sabrán las líneas de la página
Qué sabrá el amor del amante
Qué sabrá la enfermedad del cuerpo
Qué sabrás tú de mí
Qué sabrá el otro de mi Yo
Qué sabrá el badajo de la campana
la luz de la lámpara
el mantel de la mesa
la lengua del sabor
Qué sabrá el planeta de mi existencia
una pierna de un pie
la mano derecha de la izquierda
Qué sabrá el puente del agua
el sueño del insomnio
el payaso de la lágrima
Qué sabrán los arpegios de la música
Si nada es congruente con nada
Qué sabrá Dios si existe
Lo que no pueden las palabras
Si soy ciega
no puedo entender lo que son las cosas grandes
ni las cosas pequeñas
nunca he podido ver
mis límites son descubrir las fronteras de los escalones
para no caerme
mi infinitud la descubro con mis manos
para no tocar el fuego en la estufa
para no quemar mi falda
soy ciega
y nadie me ha podido explicar
cómo se siente
lo azul
he conocido lo blanco
cuando un anciano puso sobre mis dos manos juntas
un poquito de algodón de árbol
cuando un niño metió en mi boca
hielo y nieve
y fue un invierno largo sobre los países del norte
dices que es la sensación de lo infinito
y eso me parece perderme en una calle
sin bastón
en el vasto vacío de los ruidos de autos
nueva york o tokio
yo quiero conocer el color de unos ojos celestes
dicen que el cielo es azul como los besos
que el agua de mar es azul cuando se besa
oscuramente con el cielo
tengo una angustia de mar en mi estómago
una flor existe tallada en la piedra de mi mano
la almendra me da sabor y forma en la boca
el hombre que amo
me permite tocarlo con una nueva y húmeda luz
y sé que esa es la verdad que no dicen las palabras
tú que pintas y revelas paisajes y rostros
sabrás acaso qué es el azul
aparecerá en tus sueños alguna noche
ten piedad de mí
que he nacido ciega
mas para la revistan Alta Sol
Astronauta rusa
Sólo el poeta tiene reloj de luna.
Ramón Gómez de la Serna
mi casa mira fija a la luna
la traga para sí
adentro, ella parece rodar
como una pelota blanca
que alguna vez victorino
hizo rodar por el parquet
su luz siempre me sorprende
trágame le digo a media voz
porque ella lleva mi cuerpo por su boca
se abre para mí como una herida
algunas veces ella me visita a carcajadas
como alguna vez mariana riera
tirada en el parquet
niña feliz
enmarcando una oda a sus hoyuelos
esa fue la luna más feliz de aquellos tiempos
en los bares donde estudié la universidad de la vida
siempre dije que era astronauta y que era rusa
para evitar el you don’t look puerto rican
and what does a puerto rican look like
esa discusión una y otra vez se esfumaba
cuando finalmente me convertí en astronauta rusa
ahora la luna baja a mi casa
me deslumbra
me gradúa de astronauta
se hace herida otra vez
me traga para sí
bórrame le digo a media voz
pero ya ella me hizo puerta
me convirtió en palabra
hizo de mí un discurso
me acaricia
saca de su boca un mechón de mis cabellos
los riega sobre las aguas
nace una isla
y con la misma boca que me hice rusa
digo patria
con mi vientre de dos lunas
invoco hijo
primer disparo
trágame luna
a media voz
imploro
nace la hija
mi guerrilla
mi revolución
al aire
como tu arena blanca, luna
porque cuando digo cielo
cuando digo patria
cuando digo hijo hija hermano
ahí en el instante en que te nombro, luna
y bajas hacia la tierra, a mi casa
con tu anillo más brillante
soy astronauta
perdón, quise decir poeta
Pan de hambre
Yo, si tuviera hambre y estuviera desvalida en la calle
no pediría pan
sino estiraría mi mano con la hija en brazos
derramaría una copita de ron en la acera (pa’ la suerte)
y pediría un mendrugo del otro pan que me daría más hambre
Pan para la piedad
virgencita de la Macarena
Pan para la paz
Hambre para el pan que es de todos
Una manta para su cabecita
para mi niña morena
Pan de trigo
Pan de leche
Pan de caricias para la piel ajada
Pan de calzado
Para el pie huérfano
Pan para las tristezas con sopa de ajo
Pan para la boca chiquita
que llora como un susurro
Pan para este eco que repite un nombre
que aún no conoce
Pan de hojuelas
por donde lanzar el hambre
Cielo de pan
Manos de pan
Un canto hondo y desgarrado para mi garganta
Un silencio de pan para las aves
Aplausos de palomas para mi pan
para Victoria Teresa