Formas de la belleza
Formas de la belleza
No se puede amar lo que tan rápido fuga
José Watanabe
Está nevando bajo los océanos.
Partículas de microorganismos
descienden helicoidales
durante semanas.
Es lenta la caída.
Millones de copos
atraviesan la densidad de los abismos
les lleva tiempo
recorrer la oscuridad.
Aunque nunca vi la nieve
imagino su peso en el agua.
La belleza es invisible.
Cada copo
es un planeta diminuto de carbono
que agrega en su rotación
conjuntos de seres anaeróbicos
móviles
traslúcidos
que copulan
en la superficie nevosa.
El aumento de su peso
no acelera la nevada.
Cuando alcanzan las profundidades
iluminan kilómetros inexplorados
y luego su blancura
comienza a extinguirse.
No hay luz
que revele el brillo de los campos nevados
la belleza no desaparece con el viaje
cambia de cuerpo al despedirse.
Peces luminosos celebran el arribo
como un niño que descubre
bajo la noche
un campo de luciérnagas.
Lo que se desvanece
Si todo lo que tuve ayer
no hubiera desaparecido
ahora sería menos precioso.
Escribo
a lo que ya no está
en un anhelo imposible
por regresarlo.
Todas las cosas que se olvidan
todas se despiden
antes de su viaje hacia la nada.
Bordado
Para sostener sus aves
mi madre dibujaba ramas
en las esquinas de los manteles.
Eso era lo primero
para aferrar las patas a los troncos
y dar a los cuerpos equilibrio.
Una vez que la aguja
hacía florecer la rama
ella hilaba el cuerpo de los pájaros
y cerraba sus alas
así aseguraba
que ninguno de ellos
abandonara con su vuelo
el espacio blanco del mantel.
Perspectivas
Veo la mañana
en la córnea inmóvil de una vaca
mientras abanica las moscas en su cadera.
Y diminuto
en una posición igual a la mía
veo un niño que me mira
dentro de su ojo gigante.
Luego de observarnos
nos despedimos
yo regreso a casa
y él se esconde de nuevo
en alguna parte de la vaca.
Hallazgo
La luna
descifra las líneas
que dejan a su paso los moluscos.
Su brillo recorre
el tejido ilegible de la baba
su espesor viscoso
que bordea piedras y hortalizas.
Como un arqueólogo maravillado
el astro palpa la superficie de la tierra
aunque su lectura
repita cada noche
el mismo silencio.
Próximo
El poema publicado
que solo ocupa un pequeño espacio
en uno de los muchos libros de poesía
no sabe que será interpretado de diversas formas
y que su grandeza termina
cuando el lector pase la página donde está escrito
para buscar en el próximo poema
una imagen más precisa
más profunda
más etérea.
Cierre
Este será el último poema que atravesarán mis pájaros
dejaré que se alejen
para evitar que los críticos clausuren su sonido
y señalen en la palabra vuelo
la sentencia de lugar común.
No habrá más árboles en mis poemas
haré livianas sus raíces para que se alejen en un aleteo de ramas
y evitar así la sombra
otra palabra
que posiblemente
envíen al exilio.
La migración será masiva
solo la inmovilidad de las piedras
detendrá el extravío de los vientos.
Pero a ti
que no te puedo mencionar en mis poemas
te dejaré crecer verde y extensa
nada detiene las cosas
que crecen en silencio.