Lourdes Espínola

[Ser fiel al pacto]

 

 

 

 

 

[Ser fiel al pacto]

 

1

 

Ser fiel al pacto

es lo que importa,

es la fidelidad

a la flecha lanzada.

La certeza

de que existe el secreto

y que se esconde

en lo blando

del hueco de una mano,

en la alta calma

de tu constelación…

la que toco

y se abre cuando llamo.

Ser leal

al tacto que te nombra.

 

 

2

 

Tu cuerpo es mi ciudad,

cuando la sangre era inocente,

nunca fui extranjera

en tu boca

de anudada esperanza.

Tu cuerpo

es mi ciudad

de oculto continente.

 

 

3

 

Cada beso es una traducción,

me dices en tu idioma prestado,

navegas entre líneas

para llegar a la hendidura de mi corazón.

Tu amor es un diccionario de silencios

y la palabra hallada es júbilo y descubrimiento

y luego te acercas y

sabemos que cada beso

es sólo traducción.

 

 

5

 

Para no olvidarme preciso que me nombres

 

Ejercito el conjuro

desde la abierta vocal que te nombra,

que convoca y ampara.

Es semilla tu nombre:

breve, dulce y feroz,

le doy la bienvenida,

lo cautivo y poseo.

Me deleito en tu nombre,

lo toco, redondo en las yemas de los dedos.

Se erige y alza tu nombre,

expectante, se tensa.

Me sumerjo en tu nombre,

no podrás olvidarte.

 

 

6

 

Amanecí apaciguada

en el murmullo que recuerda

tu boca

amanecí como quien duerme

y sueña que camina.

Amanecí en la desnudez

en que se yergue

lo nombrado.

Amanecí arrullando el secreto de los gestos

que fluyen de tus brazos.

Amanecí cual circular espejo de callado paraíso

donde confluye la noche y la mañana.

 

 

7

 

Un tiempo para pensar

en el ir y venir de todas las palabras oídas a medias

las voces y lecturas

Impregnaron el tronco de los días.

El universo es el gran poema de Dios

pleno en imágenes y enigmas.

Todo se extiende y ofrece

ante un único ojo

que llega donde nadie.

La iniciación se configura,

con poemas construyo y apuntalo

una Catedral.

 

 

8

 

Beso

 

Caleidoscopio que gira contundente,

instante que se suma entre frente y barbilla

apurando el paso,

extenso pantano azul,

como humedal.

Flor que cae ese beso y

desaparece en mi boca

y va nadando a la tuya.

Pan compartido de pequeñas migas

de labios que me ofrendas

como incierta tregua de la vida.

Beso que acalla extraviados gritos,

cómplices somos en la conspiración de la vida.

 

 

9

 

Tapar la boca con un beso,

tambor tembloroso y azul,

labios que son manos

lavando.

Beso, volcán de la palabra

que apura el paso del poema.

Beso de donde nace el don,

beso que nombra

beso donde acabadamente estás latiendo.

 

 

10

 

Vamos a ordenar el cosmos,

lentamente,

el amor acaba de empezar.

Como si fuésemos el primer y último

vayamos antes que caigan

las estrellas errantes.

Tu corazón y el mío son

dos meteoros a punto de estallar.

Enciende cada palabra,

muestra el camino

para anidar nuestras vidas,

dobla tu rodilla

al borde de la eternidad.

Lourdes Espínola (Asunción, Paraguay, 1954). Es poeta, diplomática, gestora cultural y crítica literaria. Formada en Europa y Estados Unidos en las áreas ... LEER MÁS DEL AUTOR