Liudmyla Diadchenko

Codo a codo con los genios

 

 

 

 

Un libro de Kafka corrobora el absurdo de los últimos quince días.
Unas copas de vino corroboran la fiesta de la última noche.
Es un tanto difícil mirar de frente la verdad o las fantasías de los escritores.
Y nuestra historia es como una manta arrugada con los primeros rayos del sol.

“¡Por el futuro!”, Dices levantando la mano y haciendo una venia a la ventana,
Dispuesta frente a las plazas y a los cuerpos elípticos, silenciosos.
Ni las radiografías podrían mostrar esta irritante razón tan prolongada,
¿Por qué el alma tiene los pelos de punta? Si eres inteligente, lo descifrarás.

¿Y qué necesitan? ¿Por qué no reposan en las ventanas o en las mantas?
¿Y por qué se ocultan entre los remos en quietud en medio de la niebla?
Las perspectivas vuelan desde los ojos como de las manos un pájaro hambriento.
Entonces mañana ya no habrá silencio, no, Kafka, ya no habrá pájaros.

 

[Trad. Tallulah Flores]

 

 

 

*

 

 

codo a codo con los genios. los hay por aquí –frota

la tetera eléctrica y verás.

mis números están anotados –si quieres llama–

y así, casualmente, te quedas esta noche.

las ollas y los calderos se fueron con los dueños–

hay arenques agua y ginebra

mi dote cabe en una maleta,

a él no le dará tiempo porque él empaca solo.

no vayas a dejar tirados tus calcetines,

al final –será lo que el destino quiera.

ring-ring suena la puerta y tu susurras: “abre”.

así te traerán mis genios

 

 

*

 

 

mi capitán, ya el ancla tocó fondo y

ante los ojos se levanta una ciudad

sin torres, amurallada. durante el día

sus lugareños redoblan con tambores

marchas en fastuosos desfiles.

y arriba en lo oculto, desde sus edificios

vigilan arcángeles para que todo obedezca

a las normas escritas en las tablas.

desde el dióxido de carbón

el rostro hundido emerge.

capitán, esta ciudad tan honda me carcome,

me arrebata el sombrero, arranca los techos.

agotado de todo lo visto detengo la mirada,

en mis catalejos veo la tristeza jadear asfixiada

por unas manos.

capitán, quiero bajar, dé la orden,

permítame quedarme en esta orilla.

 

 

*

 

 

 

fobia a los números. el coro de mulas

de la posta sordamente oprime el borde

de mi angustia

tu escribirás de cómo las cigüeñas elevan plegarias

con sus picos, yo escribiré acerca de las Baba-Yagás

–esas nada fáciles hechiceras–

fobia a esas cifras que mañana colgarán sus neblinas:

encalladas en este tiempo que pretende ser vida

en silencio observo –juntas la manada y yo nos asustamos–

tiendo sobre la cama mi camisón de lino y lo visto

y para que todo se torne más horrible agrego un grito

y así aceptar el humilde nido de los años furiosos.

sobre la ventana desmenuzo migajas a las aves:

tengo fe que en la mañana me despierte su respuesta

 

 

*

 

 

en medio de la noche. páginas. ni risas

ni pecado. sólo un despojo polvoriento.

toma del camino mis golondrinas

duelen sus picos y sus alas de tanto cielo.

el hecho es que el radio del vacío rebasa

cada día los límites permitidos

por eso el viento ha soltado la nieve antes

que el fuego –con su humo.

tu que atesoras cada carta con todos sus detalles,

que has sabido ser fiel hasta la tumba,

cuida mis golondrinas –vendrá la primavera– entonces,

regrésalas todas de vuelta a su camino

 

 

*

 

 

carruseles, caramelos mecidos por el viento

–venid hasta mi.

por estos lados cuidar de uno mismo no es de gran ayuda

y lo más horrible es que ni la fe en el destino sirve para nada,

aquí lo que más falta hace es tiempo que al menos salva

tanto a buenos como a malos.

como esos carruseles con sus caballos de plástico,

seguimos adelante –reunir recuerdos será más difícil

que a un perro sus pulgas.

vendrán tiempos de máscaras /alimento/graznidos de gaviotas /ladridos/

maullidos. Esto –a bien decir– no es poco y, tampoco demasiado.

es la vida tuya, lugares que viste y que cambiaste

porque no te quisieron

 

[Trad. de Macaurelio Rodrigues]

 

Liudmyla Diadchenko (1988). Poeta. Doctora en filología (Teoría de la literatura). Autora de los libros Cuota de entrada (2011) y Una gallina par ... LEER MÁS DEL AUTOR