El rumor de las cosas

NAVEGANTE

La mujer que lee
derramada por mi cuerpo,
saliva un rojo elaborado
de preguntas crudas
que le nacen de las manos.

Urgente esponja ávida
busca respuestas
que le planchen
la pelusa nostálgica del llanto.

No tengo respuestas que sacien su esencia,
sólo la empujo por el camino del relámpago,
sólo la llevo debajo de la piel.

CÍRCULO

Se va cerrando el círculo,
pelándose los cables al tiempo.
Se deshace el pelaje,
se rompe el hueso.

Se va cerrando,
se desliza despierto,
más allá de mis manos,
preso en el miedo.

Se aleja,
lo sufro con los ojos,
impenetrable de preguntas e insomnio
con peces segunderos
que sólo saben ir
lejos del mar.

¿ESENCIA?

La insolencia
de mis ojos rechaza
antiguas tuercas,
armazones del alma
y miriñaques.

Con ventosas
me han chupado
los retratos
viejas deudas ancestrales.

Sus ceñidos corsés
y cilicios
han cobrado con alambres
fatídicas causalidades.

Ya quisiera desprenderme
de esas fieras
pero no sé definir
si esa es mi esencia
o si existiría sin sus hienas.

METÁLICA

Estas fallas demoledoras
se apoderan de mis grietas
aunque no me quepan
más quebraduras
por los resquicios.

Estoy metálica.

Cosida
con hilos rumorosos
soy huella que el tiempo
por la piel graba.

Aprendiendo a callar
escucho las fisuras,
que juiciosas,
me rasguñan quedo,
como las uñas de mi gato
rascando la pared.

DESDE LA TINTA

A la otra FIL, Guadalajara

Noche de alebrijes,
ayer todavía ficción
en la cabeza
de algún chaneque,
madrugada auténtica
como un clavo dulce
entre los dientes,
haz de luz,
más bien luciérnaga,
atizaba mis deseos.

Por la terraza navegada
de sombras y poemas,
los electrizados cables
me inocularon peces.

Noche fría con rumor
que por las venas
me caldeó las tintas.

-De El rumor de las cosas (Nueva York Poetry Press, 2020)