

Presentamos dos textos claves de la notable poeta cubana.
Lina de Feria
Búsqueda
La sombra se carga como un madero
pero nos sirve para el soliloquio.
En la perfección de la naturaleza hay un índice de suicidios
que enervan las capas terrestres hasta hacerlas polvo.
Las avestruces parecen no esconder más nunca sus cabezas
asombradas del cambio del planeta.
Los ríos fluyen bordando el saco enorme que nos cubre
y la desesperación de los aires calientes o nevados
rizan los bordes del espíritu
que contrariado en su remanso infinito
hala sogas contra el cielo.
La sombra se carga con un madero
pero a veces queremos decapitar toda tristeza
desde el fondo mismo de los destinos insolubles
donde camino y agua nos alimentan.
Somos pequeñísimos al lado de los acantilados del dolor
pero el hombre se repone y echa andar
por sobre las piedras más quebradas
y se salva todo en la historia humana
tenemos mucho más de lo que no tenemos
y la sonrisa en nuestro rostro
aleja la muerte de la Galaxia
de los trasfondos de la sombra.
En el fondo del río
En el fondo del río
mezcla la turbina los peces enrojecidos
y el agua deja de ser transparente
como esos cuerpos tallados en madera negra.
Me desespera el sonido del abejorro
que quiere demoler las frutillas del patio
y dispongo mis ojos hacia el nacimiento del sol
donde percuten nubes con formas de iluminación.
No se puede esperar nada
de un cuerpo lleno de mutilaciones en la sangre propia
pero aun así espero con su ojo enigmático
que olvidó la piedad y el amparo
y puede regresar un día a gravitar su espíritu
con la mirada honda y única.