Fuera de juego
I
Hay en cada cosa
un aire
de la infancia
apretado
consumido
condensado
que no alcanza.
II
Sobre la cabeza
sujetando una cola de caballo
esa hebillita de carey negro
refleja a la que era
cruzando la puerta
de un café
sobre la mesa
un par de guantes negros
quién si no ella.
III
Piso en falso
esta mañana
mis pies hacen otra ruta
distinta
a la de mi cabeza.
IV
Bebe café
en cantidades peligrosas
abona vigilias
sueña puentes
arroja bocanadas de aire trunco
en sueños.
V
Estamos rodeados
una polvareda
corta el horizonte
mantener el paso
es un trabajo duro
no se vislumbra
nada
digno
de ser destino
cruzamos el río
donde ya no
vemos
al barquero
todos
a la intemperie
estamos rodeados
las sombras
son
de hierro
forjado
por la mano
misma
que empuñaba
el arma.
VI
Cose un pajarito una hebra
arma su nido
desde mi mesa de escribir
lo veo
¿podrá mi mano torpe
tejer un nido
colgar un verso
qué abrigue?
VII
Hay lugares
parecidos a sótanos
pero no existen
en el espacio físico del mundo
se encuentran o pasan desapercibidos
según el clima o el ánimo de dios
caemos o entramos allí
cuando el borde mismo de la realidad
se hace permeable o se derrite
y lo otro la atraviesa.
Esos sótanos son oscuros
en su interior voces negras
o heladas
nos recuerdan
que nada somos sin la luz.
La luz es la flecha o el pájaro
que sale de tus ojos o de tus manos
cuando en la mesa
hay un pan que no se come
pero se guarda
para el otro
que está en el fondo mismo
ese fondo sin luz
que no es un lugar físico del mundo
y se parece a un sótano
donde el ánimo de dios
nos pone a prueba
y entonces la voz de adentro es la que dice
dios…no existe.
VIII
Un poema
corre desatado
por una hoja
traza en grises grafito
sus huellas
un poema perro
se me escapa.
IX
Todo está enrarecido
los postes de la luz
se acercan
la ruta ondula
carga un caballo
un trote
dos pájaros negros
acechan desde el alambrado
nada
hay en tu sitio
desanda unos pasos
al borde
mismo
mientras ni la nieve
cae
ni la lluvia
moja.
X
Entre el norte y el sur
mi corazón de pensar elije
cortar el camino
saltar
el cerco
arrimar la silla
al borde mismo
acariciar la soga
pero me acuerdo
que hay ropa para tender
las papas en el fuego
tendría que comprar broches
pagar la boleta de la luz
escribir unos poemitas
llamar a mi amigo
hablar de libros
y hacer de cuenta
que nada ha sucedido.