Leonardo Sinisgalli

Llanto antiguo

 

 

(Traducción al español de Emilio Coco)

 

 

 

RASCACIELOS

 

Cuando volvía a casa por la noche

había dos luces rojas

en las esquinas del camino de tierra,

en aquella zanja nació

el rascacielos de Milán,

una pequeña señal de victoria

para nosotros los apóstoles de cánones nuevos

del nuevo evangelio,

lo encuentro empajado

frente al hotel Doria

como si yo lo hubiera regado.

Me hace sombra en la cara

en la esquina de la acera,

donde la florista campesina

vendía antaño edelweiss

y narcisos.

 

 

 

 

16 DE SETIEMBRE DE 1943

 

Mi madre decía el 16 de setiembre,

poco antes de morir hacia medianoche,

que una pulga la picaba en la espalda

una pulga pesada como un caballo.

Una pata oscura la pisaba en la cama.

Mi madre tenía que sudar para resistir,

y expirar boca abajo, sin encontrar la fuerza

de decir una plegaria.

Han vuelto las flores en la logia,

nadie más las has regado.

Han vuelto a poner los hierros a los potros

y los días se han consumido.

El feo animal maúlla todavía

entre las grietas de la vieja casa.

Una noche del mes de agosto

nosotros estábamos en la terraza

mirando en el cielo el inmenso avispero.

El viento de agosto que separa el cascabillo

del trigo y otorga la ebriedad a los trilladores

encapuchados en las eras,

y hace resplandecer las palas en la paja,

aclaraba a nuestros ojos la esperanza

de una ganada a pulso. Mi padre

se durmió en la silla

al soplo de aquel aire sereno.

Mi madre me habló a mí que fumaba:

“El agua turbia” dijo “corre delante

del agua sincera, el río

arrastra la verdad”.

 

 

 

 

SAN BABILA[1]

 

Arrastra el viento de la tarde

a las pequeñas floristas

que chillan alegres en sus jerséis

aferradas a los paraguas de colores.

Como golondrinas en los canalones

quedarán suspensas en el aire

las vendedoras de dalias

ahora que el viento de la tarde

hincha los paraguas como globos aerostáticos.

 

 

 

 

LA VIÑA VIEJA

 

Me he sentado en el suelo

al lado del pajar de la viña vieja.

Los muchachos arrancan las nueces

de las ramas, las parten entre dos piedras.

Yo me ensucio las manos de ácido verde,

disfruto el aire desde el fondo de los árboles.

 

 

 

 

EL MOCHUELO DE LAS NIEVES

 

Vienen ellos también a calentarse

cerca de la chimenea los viejos Dioses.

Viene aterido pidiéndonos asilo

el mochuelo de las nieves.

 

 

 

 

ESTRELLAS VESPERTINAS

 

¡Oh eternamente adversas

y para mí siempre dilectas

estrellas vespertinas,

vívidas luces en opuestos polos!

Os miro desde lo alto de la viña

en el tranquilo firmamento

resplandecer sobre las casas de mi aldea

estrellas enemigas, estrellas

en oposición.

Me apacigua vuestro centelleo, estrellas

de la promesa y del adiós.

 

 

 

 

EL MÁS LINDO AIRE

 

El más lindo aire del año

en el más lindo lugar,

en la hierba que cerca a los Elíseos.

Para una visita a los muertos

se ha movido toda la tribu:

las hermanas sarracenas, las rojas sobrinas.

Arrastramos gatos y cebollas

delante del panteón donde yace

el cadáver de mi madre.

Nos tumbamos como en la cafetería

alrededor de su cuerpo seco.

Unos rezan, otros comen y lloran,

madre. Algunos rodean con flores frescas

tu lecho de ceniza.

 

 

 

 

LLANTO ANTIGUO

 

Los viejos tienen el llano fácil.

En pleno mediodía

en un escondite de la casa vacía

rompen en lágrimas sentados.

Los coge por sorpresa

una desesperación infinita.

Llevan a sus labios un pedazo

seco de pera, la pulpa

de un higo seco cocido en las tejas.

También un sorbo de agua

puede apagar una crisis

y la visita de un caracolito.

 

 

 

 

EN MI CASA

 

En mi casa se habla

con las moscas se vive

en compañía de las moscas

en invierno y en verano

dónde está la mosca

cómo está la mosca

ha desaparecido la mosca

se grita cuando vuelve.

 

 

 

 

QUIEN AMA NO RECONOCE

 

Quien ama no reconoce, no recuerda,

encuentra oscuro todo pensamiento,

es extranjero en cualquier ocurrencia.

Me he dado cuenta más tarde

con los años de que el aire

en las colinas es más leve,

la hierba está tibia de fermentos.

Tenía que llegar tan tarde

a no sentir más temores,

pisar áridos rastrojos, rascar

secas murallas, cubrir el tedio

como un espejo con el aliento.

Soy un pájaro prisionero

en una jaula de oro. La selva

variopinta no tiene color para mí.

El alma ha encontrado su habitación

alrededor de ti.

 

 

 

 

_________

 

Nota

1.San Babila es una plaza situada en el centro histórico de la ciudad de Milán.

Leonardo Sinisgalli Nació en Montemurro (Potenza, Basilicata) en 1908 y murió en 1981 en Roma, donde vivía. Licenciado en Ingeniería, trabajó para las gran ... LEER MÁS DEL AUTOR