La idea de estar
AUTORRECONOCIMIENTO
Yo no soy la que se pierde
tan pronto como se la encuentra
El amor en mí no se toca
se escribe
Yo no soy la piadosa con los hombres de poca fe
no intercambio los calzones con nadie
En cambio asumo la desvergüenza
de una desnudez colectiva
en una casa de playa
o en una playa a secas
Yo no escribo para nadie
aunque intente escapar
y evite sacarte al baile
tus malabares y piruetas
siempre exigen un aplauso cerrado
es decir, una palabra
Yo no me complico la vida
omitiendo adverbios y conjunciones
Patino por la hoja y tapo los surcos amargos
con la sangre de mis amigos
Yo no hago el amor
lo desarmo
por el puro gusto de volverlo a armar
una y otra vez
hasta tener sexo
para olvidarme del amor
y de todos ustedes
POEMA DE LENGUAS
Temo a la espina que surce tu lengua
y a ese hilo de azufre que te escurre
y amamanta el dócil canal
tus hendiduras
Así como a la muerte temo a tu arcilla
a la moldura que la sostiene
temo al diente que se te clava en la sombra
Temo a la boca que se traga tu lengua deliciosa
y como a hostia envenenada la devuelve a tu boca
Temo, pero aún así permanezco
triste en la desmesura
sola en mi amor por los espejos.
LA IDEA DE ESTAR
Sé lo que soy
Y aún sabiéndolo no me nombro
La idea de estar a medias en todas partes
Como si las mitades no fuesen tan sólo dos
Soy tanto más cuando me sé
Y aún sabiéndolo no me nombro
Nombrarse es pertenecer
Y yo no logro juntar las sílabas que me atrapen
Me sé, es cierto, soy
Y aún sabiéndome no me nombro
ABRAZO EN TAURIDES
para Carlos Henrickson
Por una noche ácida y sin tregua
arrastro el cuerpo de mi amigo
Por el hueco confortable de su pecho
mi noche, mi lámpara y su mueble
la noche roja en la que escribo pasan
Tan lejos de mi puerta silabarios de la lengua suya
cabalgan un poema que se inclina
sobre la espuma ensangrentada de mi boca
o el recuerdo de la espuma ensangrentada de mi boca
que en mi pecho hacen su lámpara y su mueble
la noche roja en la que él escribe
LA PIEDRA
para Alejandra Pizarnik
Yo sé por qué te duele
atraer con furia la piedra hasta los dientes
y arrojarla después como si nada
a la danza magnética donde acaba el milagro
Con el tiempo te has vuelto ciega
encandiláronte los verbos
la incandescencia de los versos dolorosos
Te paralizaron las alimañas palabreras
el susurro esquizofrénico de la naturaleza del hombre
Yo sé que tu lamento no cesará jamás
porque tu hambre es mi hambre
y el pan que buscaste, ese pan se hizo carne
se hizo fuego imposible de llevarse a la boca
MÁS LUZ
He soñado el poema que dice al mundo
con su tumulto de palabras aladas
bandada de pájaros de fuego
que devuelve la luz a todas las praderas
He aquí al poema que quiere abrirse
el poema que quiere llegar al centro de la tierra
porque no desconoce el magma de su esencia
el ígneo y secreto elemento de su aliento
He aquí al poema que cantará para siempre como el mar.
(De Cartografía del éter, 2003)